Ary

¿Me estaba esperando? ¿Desde hace cuánto tiempo?

 –De seguro estarás desorientado, pero aquí estoy para ser tu guía–dijo ella dulcemente con una sonrisa.

–¿Guía? – pregunté dudoso.

–Si, tu guía–afirmó– el rey te está esperando, en un banquete–agregó formando una sincera sonrisa.

 Sigo sin comprender a quien se refiere, ¿Quién será esta persona tan misteriosa que me estará esperando? Pues no lo sé con certeza, pero como para que lo llamen rey, debe ser demasiado importante.

 La presencia de la muchacha había desaparecido, se hallaba caminando hacia el horizonte. ¿La sigo o no la sigo? Que hago. De repente oí como me llamaban.

– ¡Liam, ven sígueme! –gritaba a todo pulmón desde la lejanía.

 Un poco de aventura no me haría nada de daño. Corrí hacia donde se encontraba hallaba mi guía y esta misma se limitó a decir “muy buena opción”.

 Caminamos un buen rato, hasta que me decidí por preguntarle qué tan lejos quedaba el lugar. La guía me comentó que solamente podría llegar allí si demostraba que tenía fe. ¿Solamente ese requisito debía cumplir? No es algo tan difícil, creo. 

 – Te voy avisando de antemano que queda algo lejos –comentó –Oh perdón, no te dije como me llamaba. Yo soy Ary.

– Un gusto Ary, yo soy…o mal, tú ya sabes mi nombre –dije con una pequeña risa al final.

 Seguimos un buen rato en silencio, hasta que decidí romper el silencio.

 – Hoy estabas recitando un poema, ¿puedes continuarlo? – pregunte.

 – Aún está en proceso, no lo terminé de escribir. Pero si quieres puedo contarte otro, ¿Te parece? – Respondió con una sonrisita.

 Con amabilidad afirme su propuesta. De un bolsillo de su vestido, sacó un cuaderno, no era ni tan grande ni tan chico. Apenas inició a buscar, me percaté de que tenía casi la misma cantidad de hojas que un diccionario. “Lo encontré” dijo Ary, y empezó a leerlo mientras caminábamos.

 “¿Qué está oculto ante sus ojos?

 Él lo ve todo

 Llega a lo más confuso

Y lo aclara todo.

 Entra a mi casa

 A lo más secreto

Que su luz alumbre todo mi interior

 Entra a mi casa

 Siéntate a la mesa

 Que yo pueda ser su habitación.

 Limpia mi corazón

 Quiero agradarle

 Que todo lo que soy

 Sea puro y transparente.

 El habita las galaxias

 Y vive conmigo

 En mi noche más oscura

 Él es mi amigo

 Entra a mi casa

 A lo más secreto

 Que su luz alumbre mi interior

 Entra a mi casa

 Siéntate a la mesa

 Que yo pueda ser su habitación

 Limpia mi corazón

 Quiero agradarte hoy

 Que todo lo que soy

 Sea puro y transparente

 Todo lo que soy

 Todo te lo doy

 Hazme puro y transparente

 Puro y transparente

 Santo eres tú

 Luz de la creación

 Eres puro y transparente

 Puro y transparente.

 Limpia mi corazón

 Quiero agradarte hoy

 Que todo lo que soy

 Sea puro y transparente

 Entra a mi casa

 Siéntate a la mesa.”

 Finalizó con un “listo, terminé, ¿Qué te pareció?” Le respondí que me encanto y mucho más por el hecho que lo escribió ella misma. Para decir verdad, es demasiado tierna.