En la casa del Sr D
Me encuentro sentada en el gran sofá color crema de la sala de estar de Dylan, esperándolo impacientemente. Cruzo mis piernas, comenzándolas a mover desesperadamente por los nervios, mientras mis manos comienzan a sudar. Rápidamente limpio mis manos sudorosas sobre mi ropa y comienzo a observar atentamente el lugar, para así calmar un poco los nervios.
¡Pellízquenme!
Como si fuera un sueño hecho realidad, aquí me encuentro yo señoras y señores, Sofía Martínez en la casa de mi crush. Honestamente desde aquí puedo oler la envidia que imanan en estos instantes, ok no, es broma. Pero si, me encuentro aquí en la gigantesca casa de Dylan Stoll, chusmeando curiosamente los cuadros que decoran las paredes de su hogar. Uno de los retratos muestra a una bonita pareja en el día de su boda, que al parecer son los padres de Dylan, cuando estos eran más jóvenes. El parecido con su hijo es mutuo, a diferencia de una única cosa, el color de cabello. Mientras que Sr D, posee un cabello negro azabache brillante como la noche, sus padres son completamente rubios. Con el único parecido que es el color de ojos, unos bellos y oceánicos azules claros.
Observando más detalladamente el lugar, una elegante mesita de roble con un cuadro sobre esta llama completamente mi atención, causándome tanta intriga que decido pararme e ir hasta donde se ubica. Al llegar al lugar en donde se encuentra, lo tomo en mis manos acercándolo a mi rostro. En la fotografía puede apreciarse a los padres de Dylan, junto con un bebé recién nacido en brazos, la manta color azul me indica que es un niño, además de dándome a entender de que se trataba de Dylan por ser el único hijo varón en su familia. Observo atentamente como la madre de Dylan lo toma en brazos con mucha delicadeza, mientras su marido la agarra por detrás de la cintura, mirando al niño con mucho amor y ternura. Rápidamente ese acto provoca un agudo dolor en mi pecho, acordándome de mis padres.
ꟷ¿Qué estás haciendo? ꟷla voz de Dylan me toma por sorpresa, causándome un susto terrible que casi me hace desmayar.
ꟷN-nada…
ꟷ Dame eso ꟷme arrebata bruscamente el cuadroꟷ No te he invitado a mi casa para que vengas y toques todo.
ꟷ Lo siento…ꟷdigo totalmente apena.
ꟷYa no importa ꟷguarda el cuadro en el cajón de la mesita de robleꟷ De todos modos le he dicho a mi madre cien mil veces que cambie de lugar esta mierda.
Guardo silencio en modo de respuesta.
ꟷ Toma ꟷme tiende una bolsa color negraꟷ El baño principal está a la derecha.
ꟷ ¿Qué es esto? ꟷpregunto totalmente confundida, mientras tomo la bolsa.
ꟷ Ropa ꟷresponde secamente.
ꟷ¿Ropa?
ꟷ ¿Estas sorda o qué? ꟷpregunta irónicamente.
ꟷ No ꟷrespondo mientras miro la bolsa negraꟷ Lo siento…
ꟷ Solo ve a cambiarte ꟷsuelta un suspiro de cansancioꟷ Luego sube arriba y dirígete hacia la segunda habitación, estaré esperándote allí.
Trago saliva ante su ultimo comentario, mientras asiento en modo de respuesta y tomo la bolsa negra en mis manos. Me dirijo hacia fuera de la sala, buscando el baño principal, al encontrarlo me meto en esta y cierro la puerta con seguro. Pongo la bolsa sobre el lavatorio, mientras prosigo a quitarme la ropa, desenredo de mi cintura el buzo de Dylan y lo cuelgo sobre un colgador de toalla. Luego de estar solamente en ropa interior, tomo el bolso que Sr D me dio y saco la ropa que se encuentra allí. Al abrir la bolsa un bonito vestido floreado llama completamente mi atención, provocando que lo saque rápidamente, mientras lo admiro detalladamente. Es un vestido no tan corto ni tan largo, color naranja con unos bellos estampados de margaritas, es completamente precioso. Sin perder más tiempo, me lo coloco rápidamente y me miro en el espejo.
Siendo honesta me queda bastante bonito, el vestido es un poco ajustado haciendo resaltar un poco mis caderas. Tampoco quiero decir que tenga un cuerpo muy voluptuoso, pero el hecho de tener un poco de curvas, hace que el vestido se me siente bastante bien. Luego de admirarme media hora frente el espejo como una completa diva, guardo en la bolsa toda mi ropa o más bien la poca que queda. Mi falda está hecha mierda, haciéndola inusable, mientras que lo único que se salvo fue mi camisa floreada. Ya lista, agarro la bolsa con mi ropa dentro y el buzo de Dylan, abro la puerta y me dirijo hacia la sala. Hecha un manojo de nervios, me subo lentamente en las escaleras, buscando su habitación. Al pasar el primer dormitorio y llegar a la segunda, suelto un largo suspiro, antes de tocar la puerta. Luego de haber tocado, unos segundos después oigo un "entra" y prosigo a cumplir la orden. Al abrir la puerta puedo admirar al Sr D sentado sobre la cama, mientras esta tecleando algo en su celular, sin mirarme prosigue a hablar.
ꟷ Vamos entra, no tenemos todo el maldito tiempo del mundo ꟷdice aun con el teléfono en manos.
Lentamente paso a su habitación, mientras susurro un "permiso" que honestamente se escuchó más para mí. Cuando entro completamente a la habitación, me quedo parada e inmóvil por unos minutos, sin saber que hacer o decir. Dylan deja el teléfono a un lado y se levanta de la cama, mientras pasa al lado mío, provocando que su deliciosa fragancia quede atrapada en mis fosas nasales. Inhalo su perfume por un momento, mientras cierro los ojos por unos segundos. Todo el ambiente tiene su perfume, haciendo que este sea un lugar perfecto para estudiar. Abro los ojos al oír el ruido de la puerta ser cerrada y trago saliva, miro a Dylan que se encuentra a unos cuantos centímetros de la puerta, observándome de pies a cabeza.
ꟷ ¿Te entro la ropa? ꟷpregunta mientras mira el vestido.
ꟷ Si, me quedo bastante bien ꟷdigo mirándome a mí misma.
ꟷ Bien…
ꟷ Si ꟷdigo mirándolo a los ojos, mientras acomodo un mechón de mi pelo detrás de mi orejaꟷ Muchas gracias.