Capítulo 12

Cuando Elsa regresó a la playa, notó que la puerta de la fortaleza de Catherine estaba abierta; por un instante consideró entrar, pero pensó que eso podría hacer enojar a la joven, así que sólo se asomó. Pudo ver que había mucho desorden, igual que en el laboratorio a las afueras de Arendelle; no entendía cómo hacía la chica para trabajar con todo eso, y ni siquiera había llevado muchas cosas cuando la acompañó por provisiones, o al menos eso creyó. Después de apartar su atención del tiradero de cosas, se dio cuenta de que Catherine no estaba por ningún lado.

• ¿Hola? ¿Catherine? ¿Estás ahí? –No hubo respuesta, aun así, no se atrevió a entrar, además era obvio que la azabache no estaba ahí.

La ausencia de la chica le preocupó, no había nota ni nada, no sabía si iba a volver ¿Qué tal si había descubierto lo que necesitaba y la investigación había terminado? ¿Qué tal si la insistencia que le había mostrado para que viera a su familia la había incomodado y decidió irse? Aunque eso no era muy probable considerando la personalidad de la joven científica. Ella no es de las que se incomoden. Tampoco era seguro que ya allá completado su investigación, de haberlo hecho no habría dejado sus cosas ahí. Aun así, estaba preocupada, se estaba haciendo de noche y no era seguro que ella estuviera fuera tan tarde.

Estaba a punto de pedirle a sus amigos espíritus que fueran a buscarla, cuando escuchó unos pasos aproximándose a ellos. Eran muchos para tratarse sólo de Catherine, cosa que la desconcertó y de inmediato se preparó en caso de que fuera necesario atacar.

• Quien quiera que esté ahí, hable si no quiere salir lastimado. –Dijo Elsa con un tono cargado de autoridad. Por un momento no hubo respuesta y los pasos siguieron acercándose. Elsa estaba preparada para atacar, pero luego de un rato tuvo su respuesta.
• Volviste, cuando salí no estabas. –Dijo Catherine mientras se acercaba a su fortaleza, seguida de varios robots, todos ellos cargando grandes bolsas.
• Catherine ¿En dónde estabas? –Preguntó Elsa sorprendida por todo lo que la joven traía consigo.
• ¿Tú en dónde? –Preguntó Catherine.
• Fui a hablar con Honey. –Dijo Elsa, sin entender por qué era ella la que estaba dando explicaciones.
• Oh, lo supuse. Yo tenía que ir a mi laboratorio, había muchas cosas que necesitaba para poder avanzar. –Dijo Catherine mientras sus robots entraban en la fortaleza.
• ¿Y por qué trajiste tantos robots? –Preguntó Elsa.
• ¿Esperabas que lo cargara todo yo sola? ¿Tienes idea de lo lejos que está mi laboratorio?
• Cierto, lo siento, pero… ¿Por qué todo eso? ¿Qué vas a hacer?
• He trabajado inútilmente en las muestras que les pedí, no he logrado conseguir nada, cada vez que siento que estoy cerca… todo se esfuma. Tal vez debí haberme dado cuenta de que algo así pasaría, si la magia fuera tan fácil de analizar, no seguiría siendo una incógnita para todo el mundo. Bueno, para aquellos normales. –Dijo Catherine echando un vistazo a sus robots mientras acomodaban los materiales.
• ¿Qué es lo que piensas hacer? –Preguntó Elsa, temiendo la respuesta.
• Pues es claro que no voy a lograr nada si continuo con estos artefactos básicos y mis ojos de cavernícola, así que construiré algo más. Este podría ser un verdadero reto para mí, crear la tecnología definitiva que me ayude a descubrir de donde viene la magia. –Catherine parecía entusiasmada, claramente no podía esperar a crear esa nueva tecnología. A la platinada, no le importaba lo que hiciera, mientras no lastimara a nadie.
• Y cuando lo hagas… ¿Será completamente seguro? –Preguntó Elsa.
• Para eso existen las pruebas. –Dijo Catherine con una enorme sonrisa. Eso no fue muy reconfortante para la platinada; si la chica iba a realizar pruebas para asegurarse de que todo fuera seguro ¿Con qué iba a experimentar?
• Bueno, está oscureciendo, será mejor que ya me ponga a trabajar. –Dijo Catherine.
• Espera, hay algo que tengo que decirte, es sobre lo que haremos en tu próximo día de descanso. –Dijo Elsa.
• Tengo prisa ¿No puede esperar? –Preguntó
• No, será rápido. –Dijo Elsa.
• Dilo entonces.
• El próximo miércoles, pasaras el día entero como otro miembro de la tribu Northuldra. –Dijo Elsa. La joven parecía un poco confundida, además no hubo otra reacción.
• Lástima, si no fuera en día de descanso podría continuar con mi investigación, se dice que esa gente también tiene magia. –Dijo Catherine.
• Te pido que cuando estés ahí trates de actuar como ellos. –Dijo Elsa.
• Haré lo que Honeymaren me diga, si es lo que me pides, ella es la líder de la tribu después de todo.
• Bien. –Dijo Elsa.
• Ahora sí, ya debo irme, hay tanto que hacer. –Dijo Catherine sonriendo mientras entraba a su fortaleza.
• ¡Por favor, no te olvides de dormir! –Elsa era consciente de que Catherine pasaba día y noche trabajando, ya se lo habían dicho, pero esperaba que al menos, al recordarle que debía dormir, la chica lo hiciera. Aunque no estuviera segura de que en serio funcionara.