Como lo conocí a Él

Capítulo: 4 Un nuevo amigo

Hoy no tenía clases, ni nada de trabajos pendiente y casi todos los chicos de la casa estaban ocupados o fuera de casa, estaba aburrida como una ostra, no tenemos ni televisión, ni radio una de las reglas de la casa para que no fuera motivo de distracción así que ni siquiera tenia esa opción de entretenimiento, estuve tanto tiempo en YouTube que  si fuera persona me diría que lo deje descansar, de todas formas ya no encontraba que ver ni qué hacer, es curioso como somos los seres humanos nos quejamos de que no tenemos tiempo para nosotros mismos en el estres de vida cotidiano para cuando por fin lo tenemos no sabemos que hacer con el. Empecé a revisar mis redes sociales inicié en Facebook y así continúe una a una hasta verlas todas y concluir en Whatsapp mirando fotos de perfil y revisando los contactos ahí encontré el nombre de Spencer entre ellos como no tenía nada que perder le escribí:
-hola
Casi de inmediato me respondió
-hola
- cómo estás?
- todo bien, disculpa quién eres, mi celular se formatio y me  borraron todos mis contactos.

Revice mi foto de perfil para ver porqué no me había reconocido en ella y me dí cuenta que tenía una imagen motivacional por lo que él no podría saber si era una mujer o un hombre quien le hablaba, me hemocione mucho por la posibilidad de gastarle una broma, vamos! quien de niño no halla tocado un timbre y salido corriendo antes de que abrieran la puerta o llamara a una casa residencial para preguntar si era una farmacia entonces no tuvo infancia, probablemente fue el aburrimiento pero sea lo que sea lo que me motivó seguí escribiéndole:
- mira qué bien yo si sé quién eres Spencer.
Ahí le dije dónde trabaja, donde y qué estudiaba.
- uhmm tienes que estar serca  a mi entorno para saber eso, eres del trabajo?
- no, solo te diré que soy mujer.
- sabes de dónde soy?
Mierda no me acordaba de dónde era, había pasado tanto de la última vez que hablamos que no recordaba los detalle, sabía dónde trabajaba porque varias veces me lo encontré ahí, sabía dónde estudiaba porque era la misma universidad que yo y lo que estudiaba porque casi todos los chicos de aquí estudiaban lo mismo era facil relacionarlo pero nada más, decidí aventurarme:
-higuey
-respuesta incorrecta, te escribo en un momento
Por eso no me gustan las apuestas siempre pierdo, par de minuto a después el me escribió:
-Eres Paula verdad?
-si, cómo supiste?
-le escribí a marcos para que me diera tu número de nuevo, a ver si era el mismo.
Muy inteligente diria yo,  luego de eso la conversación fluyó por si sola hablando de todo y de nada, mi momento aburrido se había acabado y todo fue de lo más entretenido, desde esa conversación surgieron otras mas y mas, pasamos a hablar en la mañana, tarde y noche a medida que transcurrieron los días hasta que finalmente me invitó a eseñarme a jugar billar, yo no tenía ni idea de cómo se jugaba pero quería aprender y no conocía a muchos que supieran hacerlo.
De esa salida aprendí la teoría y que para jugar billar se necesita mucha práctica, a esa la prosiguió ir hacer airobicos en el parque, de esa aprendí hasta donde es capas de llegar un hombre cuando está interesado al parecer darle hasta abajo mientras mueve las cadera marcaba el límite, y la siguiente al cine pero esa termino desastrosa no por la compañía sino por la presencia de una amiga que aveces puede ser la peor enemiga.



#8062 en Joven Adulto

En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 15.05.2020

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