- ¿Donde está?- pregunto el joven
-¿Quién?- dijo el docente a cargo del curso.
- La chica que siempre participa, hace caras y se sienta hasta adelante- respondio
-Ahhh, dio el examen y salvo, ya no volvera a clase- comentó el docente, sin notar la reacción de su pupilo.
El joven, no pudo evitar sentirse apenado, llevaba semanas observando a la jove, estudiando sus gestos, su tono de voz, y cada una de sus expresiones, lo tenía completamenre cautivado, sobre todo cuando sus ojos se encontraban y el tiempo parecía detenerse para el.
Al ver al muchacho tan apenado, la joven docente que también formaba parte del equipo docente aprovecho a comentar algo que alegró al chico- Yo la veo siempre en la mañana, tiene clases en el segundo piso- los ojos del joven se iluminaron, y decidiio que la proxima vez, iria en la mañana solo para verla, y asi fue.
Estaba preciosa, sus ojos, su mirada despreocupada charlando y riendo de vez en cuando ante comentarios de sus amigos o bebiendo sorbos de su café, sin lugar a dudas, ante la luz de la mañana se veía aun más hermosa; de repente, ella lo vio, y le hizo un gesto con la cabeza acompañado de una sonrisa, el le devolvio el gesto y ella siguio charlando con sus amigos, dando miradas furtivas de vez en cuando hacia su dirección. Ese mero encuentro, bastó para que el joven estuviera feliz el resto del día, y entonces, se decidio, iría en la mañana solo para verla en cada oportunidad que tuviera, asi, quien dice quie un día, no reuna el valor suficiente, y se anime a invitarla a salir.