Como Si Tuviera Treinta

I: De rosaditas y rubios idiotas

Sasuke abre los ojos, desconcertado, sin saber muy bien cuándo se ha quedado dormido junto al fuego. Para cuando despierta, el sol ya comienza a salir y la fogata frente a él está extinta por completo. Su cuerpo se siente pesado y dolorido, pero su brazo no está molestándole en lo absoluto, lo que le parece raro de inmediato, pero él no va a quejarse.

Busca a Kakashi con la mirada y no lo encuentra, tampoco está Naruto inconsciente junto a él. Aunque Naruto tiene esta extraña habilidad de curarse con rapidez, supone que un envenenamiento es una cosa grave y si bien su sensei tiene conocimientos de primeros auxilios, no cree que el rubio sea capaz de estar despierto tan pronto. También le parece raro, pero tampoco va a quejarse, lo mejor es ir rápidamente por Sakura y acabar de una vez por todas con la bendita misión que no ha hecho más que joderle un poquito más la existencia.

Se pone de pie y se tambalea, su cuerpo de nuevo se siente demasiado pesado, pero lo raro viene cuando observa sus piernas y ve un par de pantalones oscuros que le quedan muy por debajo de las rodillas y que no se parecen para nada a sus muy usuales shorts blancos. No puede evitar notar además, una capa larga y estorbosa que cuelga de sus hombros, cubriendo una oscura (de nuevo) camisa manga larga totalmente diferente a su camiseta de mangas cortas color azul.

No que las gamas oscuras no le gusten, pero esa definitivamente no es su ropa.

No lo notó, pero tal vez resultó herido también y está alucinando un poco por el veneno que noqueó a Naruto.

Tiene que ser eso, porque no hay otra explicación coherente.

Mierda, sí que es difícil mantenerse de pie con esa ropa y la pesadez que siente.

De alguna manera, parece que se ha puesto de pie sobre algo; esa no es la altura a la que está acostumbrado.

—Sasuke— escucha que le llaman y da la vuelta, totalmente confundido, solamente para encontrarse con un tipo de lo más raro. Al demonio con la ropa, Uchiha se pone en posición de combate y cuando quiere acercar la mano a su cintura para tomar un kunai, se topa con la empuñadura de una espada.

¿Pero qué rayos?

El joven parece retroceder cuando le ve tomar la katana y Sasuke se relaja un poco. Kakashi no está por ningún lado, Naruto tampoco y si está en lo correcto, va a ser atacado por el sujeto de cabello blanco y

¿esa es la espada de Zabuza? 

La espada debe pesar unos cuantos kilos y en seguida activa su Sharingan, alguien capaz de sujetar esa espada tan fácilmente (vamos, que el tipo la tiene colgando de un hombro como si no fuera la gran cosa), no debe ser tomado a la ligera.

El recién llegado comienza a sudar y tiene una mueca desesperada en su rostro, mientras intenta evitar sus ojos —No hay necesidad de ser tan hostil en la mañana, Sasuke. Mira que es un bello día, es mejor que comencemos a movernos ¿sí? ¡No hay necesidad de derramar sangre innecesariamente! ¡Nop! ¡No hay razón!—

¿Moverse hacia dónde?

Sasuke lo examina un poco más; el tipo parece aterrado de él, y aunque puede ser solamente una estrategia para hacerle bajar la guardia, también le habla con cierta familiaridad que le desconcierta.

¡Si es que nunca lo ha visto en su vida!

El ninja frente a él tiene casi su misma estatura, es más bien flacucho y posee una apariencia extraña similar a un pez. No porta insignia de ninguna aldea, por lo que supone que es un renegado.

Mierda, bien podría estar a punto de morir y de Kakashi, ni las luces.

Piensa fugazmente en Sakura y en que (como si no hubieran perdido suficiente valioso tiempo ya), tendrá que esperarles un poco más.

Una presencia más, salta para quedar a sus espaldas, se trata de una mujer pelirroja, de la estatura de Sakura, supone, un poco extraña y con una de esas miradas que le lanzan varias chicas en Konoha. Sin embargo, a diferencia de las otras chicas, ella no duda en arrojarse hacia él y Sasuke desenvaina su katana, listo para usarla, aunque no sepa cómo.

Pero extrañamente, y muy a pesar de lo que ha pensado en un principio, la espada se siente... bien.

Casi como si el peso en sus manos fuera reconfortante.

Se observa a sí mismo, esta vez con un poco más de claridad; sus manos son enormes y sus piernas se ven más largas, en su frente no siente el usual metal de su banda de Konoha y definitivamente sus brazos son mucho más anchos. Sasuke está confundido, y no es para menos, el cuerpo en el que está no le pertenece, es mucho más musculoso, alto, y (por lo que pudo notar al desenvainar la espada) más rápido; su sharingan también se siente diferente, más agudo, su visión es mejor.

Pero si es tan diferente, ¿por qué el tipo con cara de pez le ha llamado por su nombre?

¿Qué demonios está pasando?

Las quejas de la mujer se sienten molestas en sus oídos y voltea a verla, con la mirada más envenenada que puede. Ella guarda silencio al instante con el rostro pálido y retrocede.

No es que no disfrute del silencio, pero en condiciones normales, los ninjas adultos (como los dos que están allí) no retroceden ante la mirada de un muchachito de trece años.

Todo es tan confuso.

Y la cosa se pone peor (todavía peor, como si no tuviera ya suficiente) cuando un hombre muchísimo más grande que él salta de un árbol para aterrizar junto al tipo de pelo blanco que sostiene a la mujer pelirroja (¿ella realmente está llorando porque la ha mirado ligeramente mal?); él aún les apunta con su katana y no quiere pensar demasiado en la postura que tiene, demasiado cómoda y experta. —Sasuke-sama, es bueno que se sienta más recuperado de sus heridas, pero deberíamos comenzar a andar. Una tormenta se avecina desde el sur.—

¿Sasuke-sama?

—Déjalo, grandulón. Sasuke no se siente bien hoy, creo que al fin el chakra podrido de la perra le ha comenzado a afectar.— Dice el otro, soltando con rapidez a la chica, a sabiendas de la patada que va a soltarle segundos después. Sasuke no puede evitar levantar una ceja en consternación; nunca ha visto que sus enemigos se atacaran entre sí, esta gente está resultando de lo más rara y mira que él convive con un adicto al ramen con el cerebro de una nuez, un adulto que lee pornografía frente a menores de edad y una chica que puede reiniciarte el día de un golpazo (que afortunadamente él nunca recibe).



#3567 en Fanfic
#21414 en Novela romántica

En el texto hay: fanfic, sasusaku, fanfic de naruto

Editado: 06.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.