43. Nina

Publicado Originalmente: 11 de Febrero de 2022

Nuevo Capítulo publicado. Espero que les guste.

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«Había tomado una decisión»

—¿Podemos ir al hospital de Woodville? Me gustaría que el Dr. Roberts me revisara el pie. Tiene mis peores historiales y quiero irme a la segura —pidió Nina luego de un rato en el que ninguno de los dos dijo nada sobre lo que pasó.

—Si así lo quieres podemos desviarnos. El hospital no está tan lejos y Kelly no dudara en atenderte —respondió Walden con simpleza.

Nina se acomodó en el asiento y decidió mirarlo.

—¿Conoces al Dr. Roberts desde hace mucho?

—Su hermano fue quién atendió mi parto —respondió Walden sonriendo—. El Dr. Roberts es parte de la vida de todos nosotros. Mis padres y los Hiltmoose se conocen desde la juventud. Es en ese tiempo en que conocieron a Kelly. Son todos buenos amigos y el tío Kelly siempre está muy pendiente de todos nosotros.

»Puedes escribirle. De esa forma él sabrá que vamos para allá. ¿Se te alivió el dolor del pie?

—Un poco —respondió en voz baja—. Walden eres un chico tan recto que sé que sientes que deberás dar explicaciones o que incluso deberás alejarte. Yo... no quiero que te sientas responsable por lo que pasó. Fue un accidente.

«Un accidente que llevaron a más» pensó, era evidente que no diría eso en voz alta.

—De todas formas, le prometí a Helen que te llevaría en una pieza —dijo tratando de no sentirse culpable. Era inútil. Debió haberle avisado sobre el escalón.

—Me llevas en una pieza. Qué dramático eres —se quejó.

Llegaron al hospital al poco tiempo. El Dr. Roberts no estaba de turno, pero llegó al hospital solo para atenderla.

—Tú comienzas a amar mucho este lugar, ¿verdad, Nina? —preguntó el Dr. Roberts mientras revisaba su tobillo. Se encogió de hombros y suspiró sintiéndose cansada.

—No diría que yo lo ame. Creo que mi subconsciente es el que ama venir aquí.

—No lo veas de forma tan dramática. Quizás y es un llamado del destino que te dice que deberías considerar trabajar aquí.

Nina comenzó a reír. Si el destino la quería en un hospital, le iba a dar una patada en el trasero. Porque ella no tenía ese ademán. Se dejó caer en la cama mientras cerraba sus ojos y trataba de serenarse.

—¿Necesitare un yeso? Porque el color que cogió me preocupa y me duele horrible.

—No te preocupes. Haremos todo lo posible para que eso no sea necesario. Siempre y cuando comiences a hacer caso a lo que te digo.

—Lo intentaré, esta vez pondré todo de mi parte, lo prometo.

El Dr. Roberts le puso nuevamente el vendaje y le hizo unos estudios para determinar si necesitaba el yeso o no. Luego de estar una hora y media, le indicó los medicamentos que tenía que comprar y los cuidados que debía de hacer.

Nina se alegró de que realmente no tuviera que tener otro yeso en su vida. Le traía malos recuerdos. Cuando hubo terminado salió del cuarto caminando con lentitud, pero sin apoyarse en nada. Walden la esperaba fuera y de inmediato se acercó para ayudarla cuando la vio.

—¿Todo en orden? —preguntó Walden al ver a Kelly salir. El hombre asintió.

—Con varios días de reposo se pondrá bien. Pudo ser peor si no la hubieras logrado sujetar a tiempo. Esas escaleras en el bosque de Wood son peligrosas.

—Viste, estoy perfecta. ¿Podemos irnos ya? No me gusta estar más de lo necesario aquí.

—Tú eres la que al final elige —respondió Walden—. Gracias, tío Kelly. Por haber venido.

—Nina es de la familia y Arturo no me hubiera perdonado no haber acudido al llamado de una de sus hijas. Estarán bien, pero tengan cuidado.

Regresaron al auto y Nina sacó su celular para enviarle un mensaje a Alexa.

Nina: Debemos hablar con urgencia. Aunque no me llames ahora, yo te llamo cuando llegue a la casa.

Le escribió sin poder contenerse. Toda esa situación era extraña. Aún le resultaba extraño ver cómo todo iba avanzando y ella no podía ponerle un freno. Y es que ni siquiera quería ponerle el freno.

Alexa: De acuerdo, al menos dime una pista de lo que está pasando, tonta. No puedes dejarme con la intriga. ¡No podré concentrarme en el trabajo!

Le respondió al poco tiempo de haberle enviado el mensaje.

Alzó la mirada para solo encontrar a Walden sumergido en sus propios pensamientos y con la vista centrada en el camino. Así que aprovechó para responder el mensaje de Alexa. Era de esperarse, eran dos pares de chismosas que siempre querían saber más de la cuenta. En esos momentos necesitaba soltar lo que estaba pasando a su mejor amiga.

Nina: Bueno, puedo darte varias pistas. Entre ellas está que Walden y yo nos besamos y que ahora tengo un tobillo lastimado. ¡Pero en serio no me llames ahora! Aún estoy con Walden. Te escribo luego. Voy a usar mi última carta de la noche.

Sabía que ese último mensaje la volvería aún más loca. Así que silencio su celular para prevenir que no la llamara.

—Walden, aún es temprano y honestamente aun no quiero llegar a la casa. Mi pie puede sobrevivir si decido ir al muelle de la bahía a caminar un rato. A parte de que la banda de tu amigo Ezra toca hoy y realmente quería ir a escucharlos. ¿Vamos? No observes mi pie. Es aguantable. A parte de que si tienes cosas que hacer puedo tomar un taxi sin problemas e ir sola —dijo cruzando sus brazos.

Lo de ir al muelle era solo una excusa que se estaba inventando porque realmente quería pasar más tiempo a su lado. Por supuesto que no era tan valiente como para decirlo en voz alta y de forma directa.

Comenzaba a conocerlo lo suficiente como para saber que después de su beso se iba a ir y desaparecer. No iba a enfrentarse a la realidad de los sentimientos que estaban compartiendo. Podía verlo en sus ojos. Todas esas dudas y pensamientos sobre lo que es ser la trilliza menos parecida de su ex y por la que siente algo.