Con El Paso Del Tiempo

1612~

Corre- logré escuchar; era casi un susurro entre los gritos y el llanto que el momento traía consigo. 

Corre- repitió esta vez más fuerte,  hice lo que me fue pedido pues yo no era quien para en tal momento hacer lo contrario, le amaba pero entendía a la perfección que para seguir haciendolo debía continuar con vida.

Y corrí lo más rápido que pude hacerlo, comprendía al igual que ellos que mi fuerza no duraría para siempre y que en algún momento descansaría, o incluso que intentaría volver, lo sabíamos bien. Pensé en ello, en volver e intentar darnos un buen final pero no podía hacerlo.

Desperté del sueño entre un grito ahogado y un llanto que sabía bien no cesaría; recordaba todo como si todavía sucediera. No era así, y recordar esos sentimientos  me ponían aún peor.

Alexander entro muy calmado a la habitación preguntandome si había sido  la misma pesadilla que tenía siempre. Y a sabiendas de la respuesta que le daría simplemente me entregó de la  palma de su mano una taza de té de manzanilla, esta siempre me tranquilizaba en tal situación.

Gracias- dije sorprendentemente ya sin lágrimas en mis párpados y con una gran sonrisa en mi rostro; su presencia simpre me ponía de buen humor. Le había contratado hace ya dos años y seis meses como mi guardaespaldas pero siendo sincera solo fue porque él me traía buenas vibras y realmente para esos días necesitaba bastante de esa harmonía que desprendía.

De buena manera le pedí que saliera pues me cambiaría para dar un paseo al jardín y obedeciendo se dispuso a salir sin antes darme una mirada de preocupación.

Existen lapsos de tiempo en los que no tengo presente dónde me encuentro; como aquella vez en el bosque frío y tenebroso donde alguna vez corrí con desesperación al ser llamada de mil maneras vulgares, al ser tratada peor que un animal por mi color de piel y por las habilidades que siempre he poseído; pues para un humano normal el poder manipular la mente y tomar energía de la naturaleza era considerado una aberración del universo, yo no debía ocurrir; eso no debía ocurrir.

Aún después de cuatro siglos sigo sin lograr consiliar el sueño; tengo el mismo deseo de regresar y hacer todo diferente. Eso es algo que a pesar de mis incontables habilidades nunca he podido o podré realizar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.