¿ Con ella? ¡ Jamás!

Capítulo 1: Cenicienta.

María.

Quizas no fue coincidencia encontrarme contigo… tarareé mientras me imaginaba una vida como de cuento de adas con mi príncipe azúl.

¡María De los ángeles López López…! ¿Me puedes explicar que rayos es esto?

La música quedó en segundo plano tras abrir mis ojos abruptamente y mi susto fue inmenso al ver a mi papá totalmente iracundo.

—Apa…

—Apa nada, María De los ángeles López López.

—¿Por lo menos me puede decir que hice?

Papá entrecerró sus ojos. Y un segundo después me dejo ver la razón por la que esta que mata y come del muerto.

Toda la algarabía que esta haciendo mi padre se debe al precioso vestido de lentejuelas que le he hecho a Jackie.

—Te parece poco cumplirle los caprichos a tu hermana de hacerle este tipo de trapos.

—Trapos… Apa, pare el tren hay porque si no tendrá que pedirle disculpas públicas a la gran Franchesca Ferrara.

—Este es un simple trapo y trapo se quedara para siempre.

Mi papá lanzo el vestido al suelo

—¡Gallo…! Entregueme el vestido.

—No me digas gallo… ¡Que soy tu padre!

—Entonces te dire gallina…

Papá golpeó con fuerza el suelo y se acercó peligrosamente a Jackie.

En tres minutos exactamente Jesús López López empezará su acostumbrado drama.

1.
2.
3.…

—Eres una ingrata Jackie. ¿Como te atreves a faltarme el respeto de esa manera? -papá se limpió una lágrima imaginaria. —Asi es como me tratas, aún cuando he dejado el pescuezo y mis pobres alas para criarlas.

Él y su drama.

Jackie rodo los ojos y posteriormente se agachó para tomar el vestido entre sus manos.

—Señor gallo le agradezco que haya dejado su pescuezo y las alas en la ferviente lucha por criarlos. Pero ya esta bueno…

—¡Mucho cuidado como me hablas…!

Nuestro apa entrecerró los ojos y ladeó la cabeza.

Jackie por su parte colocó sus ojos en mi y sonrió

—Muchas gracias por el vestido hermana… te prometo que esta sera la última vez que te pido que recrees un vestido.

—Eso espero, Jackie.

La mencionada asintió.

Y nuestro padre como es costumbre empezó a replicar.

—Usted señorita, no la sale ni de aquí a la esquina con ese trapo.

—¡Que no es un trapo…! Maria, dile algo por favor.

Me encogí de hombros, porque muy bien de se que cuando algo se le mete en la cabeza a Jesús López López nadie, absolutamente nadie puede hacerlo cambiar de parecer.

—¿Que parte de que hoy es el gran día para flechar a un millonario con mi cuerpo de sirena, no entiendes papá? ¿Es que te quieres quedar siendo pobre toda la vida?

—Si para tener dinero tengo que verte con ese trapo al que llamas vestido, prefiero mil veces quedarme vendiendo pollos todos mis santos días. -Apa trato de arrebatarle el vestido a Jackie pero falló en su intento. — Prefiero tener que desplumar, destripar y picar pollos que ver como te vendes a un idiota por un par de centavos.

—¿FLECHAR A UN MILLONARIO POR CENTAVOS? ¡NUNCA! Yo voy por millones papá, MILLONES. No por tres pesos como piensas…

—Peor aún hija…

Jackie enarcó una ceja.

—¿Se puede saber que pasa aquí?

Negue con la cabeza al ver al abuelo entrar en la habitación.

Porque la presencia del abuelo solo significa que otro drama viene en camino.

—Que bueno que llegas apa.

—¿Para que soy bueno gallo?

—Jackie te hara perder tus preciados centavos porque ira a parar directo a la cárcel. Y como yo no tengo ni un quinto tendrá que dar el dinero usted apa.

—¡ESO SI QUE NO…! Yo no dare ni un centavo de mi dinero.

Jackie abrió la boca indignada.

—Abuelo, ¿dejarías que una belleza como yo vaya a parar a una apestosa cárcel?

—Lo siento muñequita, porque no daría ni un centavo de mi dinero.

Al ver la cara de horror que colocó Jackie fue imposible no soltar una gran carcajada.

Pobre de ella.

—¡Expedito López López…!

—¿Qué…?

—Usted por lo que acaba de decir queda en la lista de personas no gratas.

—No me importa.

—Pobre de tí Jackie si te metes en algún problema.

Jackie apretó el vestido con fuerza.

—Calmate Jackie.

—¿Como quieres que me calme María?

—¿Crees que logres calmarte si te digo que Flavio tiene un regalo para tí?

Mi hermana coloco sus ojos en mi y estos tenían un brillo especial.

—¿Que regalo?

—Ve y descúbrelo…

Mi hermana me lanzó el vestido y posteriormente con una gran sonrisa en sus labios corrió hacia la habitación.

—No me gusta ese tipo de cercanía.

—A mi con tal de que no trate de gastar mi dinero con eso basta…

—Abuelo, deje el apegamiento con el dinero.

—Nunca angelito… -negué y él abuelo procedió a marcharse.

Papá trato de acercarse a mi. Pero justamente antes de que logrará su cometido retrocedí.

—Quieto hay gallo…

—Maria.

—Valla a ver si la pollita que dejaron en la puerta de nuestra casa no esta haciendo de las suyas…

—Pero…

—Nada de peros…

Apa se marchó no sin antes regalarme una mirada fulminante.

—Te estare vigilando jovencita…

Si como no.

—¿Le diste de comer a mi Paolita?

—Segun yo en este momento debería estar durmiendo su sienta. Pero como la conocemos esa chiquilla debe de estar escondida por algún rincón de la casa. O peor aún apa… expantandoles a sus mujeres, como ella solo sabe hacerlo.

—¡No, no…!

Sonreí.

Sin duda alguna todos en esta familia tienen serios problemas.

—María, María…

—¿Ahora que sucede Jackie?

—Me gusta, hoy comprobé que me gusta Flavio.

—No me digas que violaste al pobre muchacho, o peor aún descubriste que es millonario y por eso lo quieres cazar.

—No nada de eso. Aunque pensándolo bien las dos opciones que dices no estan nada mal.

Enarque una ceja.

—Ve al punto Jackie.

—Resulta y acontece que él me regaló un par de zapatos preciosísimos y yo como buena persona agradecida le iba a dar un beso en la mejilla, pero no se si fue el deseo que hizo desviará mis labios a la comisura de los de él y me fue imposible resistirme a no besarlo. Nos besamos y él como buen hombre me toqueteo, y me gustó María. ¡Me encantó…!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.