Llevo media hora escucharlo hablar de la maravillosa que será mi estancia en Estados Unidos, literal este hombre me va a mandar al otro lado de la esfera. Y no es que no viaje en mis misiones sino que este podría tener un no regreso a casa.
Después de que me diera mi baja salí corriendo de su oficina a estar sola un rato, hasta que me habló y dijo que tenía un vuelo esperándome y tenía que alistar maletas antes de irme.
—Vas a ver que estarás muy bien, verás a las estrellas y a Hollywood—dice alegre.
Baje mi mirada al boleto de avión que tiene como destino New York y me dio por plantearme seriamente si estaba seguro de esa decisión.
Volteé a ver a Cindi, la esposa de mi padre con ojos de perrito triste y confundido, ella trata de contener la risa. Es obvio de que le da risa sus comentarios y de las estrellas ya que mi destino está al otro lado del país, o sea muy lejos de Hollywood. Ella se convirtió en su esposa hace un año y están esperando un bebé que obviamente se han negado a conocer el sexo cuando yo moría de curiosidad.
No me llevo excelente con ella pero tenemos una buena relación... una donde no implica matarnos mutuamente. La verdad tengo un ligero trauma con las novias de Nick y cuando llego a la casa yo hice rabietas a más no poder y pedía misiones en el extranjero con tal de no verla, después de ellos conocerse por un año y yo estar fuera unos meses me dieron la noticia de que se casaron y ya no pude hacer nada.
Seguí escuchando su felicidad de cómo me iba a un lugar donde hay artistas y toda la cosa.
—¿Estás seguro de que tú me quieres mandar al otro lado del charco? ¿Sabes siquiera a donde me mandas?— obviamente que lo sabe, no es tonto.
—Ay Kate, no dejas disfrutar mi emoción— bufo molesto.
Llegamos al aeropuerto y me despedí de ellos, la única razón por la que no pongo tanta objeción es porque ellos se merecen estar solos, sé que no soy una arrimada ni nada, sé que les falta privacidad y aunque Cindi me quiera un poco, no soy su hija. Y admito que no deseo formar parte de su familia.
Tal vez sea una forma de cambiar y espantar a mis demonios, me despedí de ellos con la mano y entre a revisión, les di el pasaporte y papeles que mi padre me dio obviamente falsos y subí al avión.
Creo que esta será la peor misión que he tenido en mi vida, observe mi fotografía en ese pasaporte y hasta cierto punto me da risa.
En todas las tarjetas aparecía lo mismo, Catalina de Santiago. Vaya nombre que se inventó para mi nueva identidad.
¿Qué diferencia tiene Katerine y Catalina? Para mí, ninguna. Será un cambio horrible y no pude evitar derramas algunas lágrimas.
Vi la ciudad perderse entre las nubes y sabía que no había vuelta atrás, Estados Unidos me espera.
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Llegue a mi apartamento de dos plantas, bueno una y medio, cuando entras está el recibidor y al lado izquierdo, la cocina muy bien equipada y de un bonito color café, al lado derecho cerca de un ventanal con vista a los demás edificios el pequeño comedor para cuarto personas y a pocos metros de un sofá cama enorme con televisión enfrente. Del otro lado una puerta que da al baño con regadera y tina, al lado unas escaleras pequeñas que conducen a la cama y clóset.
Desde arriba en el barandal de vidrio la vista de todo el lugar es muy bonita y podía acostumbrarme a esto muy bien. Es preciosa, me gusta mucho.
Este departamento solo tiene una habitación por así decirlo y es especialmente para una persona o dos, hogar de soltera.
Precioso, con colores cafés, negros y grises, Nick tiene puntos a su favor aunque creo que Cindi lo eligió para mí. Está situado en el segundo piso de un edificio de cinco plantas en una zona aceptable y donde no llamaré la atención.
Resulta que me habían inscrito en una universidad no muy lejos del departamento, a comunicación especialmente. Mi padre sigue jodiendome desde Londres, yo no soy de las que se comunica con la gente. Vaya fastidio.
Entraba a primer semestre y no tengo nada para las clases y mañana empiezan, salí del departamento con la ayuda de mi celular y busqué algún lugar donde vendieran lo que necesito.
Ni poder ver la ciudad puedo porque se le ocurrió mandarme un día antes de que empecé el ciclo escolar, ¿recuerdan que dije que amo a mi padre? Pues ya no.
Compre una mochila, libretas, plumas y todo lo necesario, también mucha comida para llenar el refrigerador y las alacenas. Un poco de ropa, todo usando la tarjeta de mi papi.
Es mi venganza viejito, eso te pasa por mandarme lejos, obviamente él no sabe que la saque de su cartera y me la traje, se llevara una gran sorpresa cuando vea sus estados de cuenta.
Llegue a mi edificio gracias a la ayuda del taxista que me trajo junto a todas mis compras. Es un asco no tener auto propio, según Nick dijo que iba a comprarme una moto.
Deje todo en la entrada mientras subía de poco a poco... después de cinco viajes lo logré y me puse a acomodar todo en su lugar y a deshacer un poco la maleta así convirtiendo el cuarto en un caos.
Como ya era noche dejé todo sin terminar y me acosté a dormir, necesitaba descansar para tener energías en mi primer y maravilloso día de clases.