Mientras regresaba a su refugio recordaba estos últimos meses, ya la habían secuestrado más de siete veces; claro que ella estaba al tanto de todo, es más, se diría que no era un secuestro, le parecía entretenido, se conocía muy bien y confiaba en sus habilidades, además tenía un gran ejército a su mando; sin importar donde estuviera, ellos siempre la respaldarían hasta que ella diera el tiempo de ejecución para terminar con el juego.
Pero le molestaba que todos los que vinieron en su contra, sabían sus intenciones de abandonar, si, era la mejor, pero no es como si ella hubiese decidido volverse así y mucho menos llegar a la cima del bajo mundo. Su determinación para sobrevivir la hizo lo que era.
A este paso se van a exterminar solos, pensó para sí misma. Era algo gracioso el hecho de que todos conocieran su otra vida de estudiante modelo en el instituto pero que ninguno se hubiera acercado en sus momentos más vulnerables, cuando no podía revelar su verdadera cara.
- ¡Sofy!, Grito un hombre al verla llegar, sacándola de sus pensamientos. Era alto, de unos cuarenta y tantos años, encantador, con una voz melodiosa y alegre, llena de vigor; aunque tenía algo en su andar que dejaba ver la experiencia de una vida entera -tu viaje fue algo corto, ¿está todo bien mi pequeña?
-No. La diversión se terminó muy rápido, estaban demasiado apurados por ganar, además es el mismo juego de siempre, empiezo a aburrirme.
- ¡Oh cariño! No sabes cuánto lo lamento, vamos que ya tengo tu habitación lista, al entrar, varios doctores empezaron a revisarla- la última vez duro bastante tiempo, pero al parecer empiezas a volverte resistente a sus torturas ¿esta eso bien para ti?
-Ya no lo sé, Jack. Soltó un pequeño grito cuando le reacomodaron el brazo dislocado.
-Sé muy bien a que te refieres, mi cuerpo soporta cada vez mejor las peores condiciones, pero no quiero que eso suceda, aunque debo admitir que al mismo tiempo me lleno de un sentimiento de orgullo de ser cada vez más fuerte y luego me desespera darme cuenta que prácticamente tengo tatuado en mi cuerpo entero, esta vida. Quiero irme, pero ya por fin he obtenido algo bueno.
-Tienes que irte, soltó un suspiro de cansancio -el peor error de alguien activa en este mundo es el amor, es la mayor debilidad, esos sentimientos, son las cadenas más pesadas de cargar.
Se acercó más a la chica -y déjame decirte algo, entre más tratas de avanzar, las cadenas van rompiendo cada vez más tu ser, hasta que destruyen por completo tu deseo de amar. Empiezas a odiar a la persona por la cual fingías ser bueno, y luego la destruyes a ella para que deje de causarte dolor.
-Pero no servirá de nada, ahora será tu propia conciencia la que te recrimine a cada segundo de tu vida, cada paso erróneo dado en un camino lleno de soledad.
Por un momento todo fue silencio -Te doy tres días para decidir mi pequeña, salió del cuarto dejando que los doctores pudieran terminar su trabajo.
-Tres días, repitió con la voz algo perdida la chica.
Ella no lo dudaba, siempre había querido alejarse de esa vida, de hecho, esta era la última etapa que había planeado con Jack para poder desaparecer ambos, nunca se imaginó que en un desahogo encontraría alguien que la hiciera dudar de alejarse.