Capítulo 1
El día estaba soleado y radiante, los cielos despejados de cualquier nube blanca que se hubiese colado en el azul… Las calles, casi vacías por ser más del mediodía pasado la hora pico, por lo que solo la paz reinaba en el centro de la cuidad en la que había pasado los tres meses más largos de toda su vida.
Y ese era un día acorde con las emociones de Lucia, ella creía que no podía ser más luminoso como el día que tuvo su primer beso…
Y ¡No puede ser!... pensó.
¿No era tiempo de olvidar el pasado? Se preguntó a si misma…
Tratando de no recordar el pasado, de mala gana, pero su mente no cooperaba con ella haciéndole recordar como aquel joven la besaba apasionadamente a escondidas de las profesoras del orfanato, Lucia dejo que un sentimiento nostálgico la consumiera. Pero eso no debía ser, sus amigas se lo habían explicado…
No se debe amar a un hombre que se convirtió en un monstruo…
Así es, Lucia Stowers estaba decidida a divorciarse de su marido.
Y por eso este día radiante era la prueba de que el mundo le decía que lo que hacía era lo correcto.
Ya había preparado un lugar al cual mudarse del refugio de mujeres en el que se alojaba.
Ya tenía un empleo nuevo asegurado gracias la carta de recomendación, la cual obtuvo gracias a sus amigas del refugio de mujeres en el que había pasado los últimos meses.
Y de esa manera al fin había terminado con los tres años más tormentosos de su vida.
El divorcio había sido lo mejor del día y de su vida. Sus amigas del refugio, Teresa, Olga y Rita, la habían apoyado tanto para armarse de valor y determinación a hacer las cosas importantes rápidamente…
Y cuando Lucia caminaba por un cruce peatonal…
Es cuando un coche que conducía como loco se dirigió a la distraída Lucia… y, afortunadamente fue salvada por una joven adolescente que pasaba por su lado. Parecía ser una estudiante, pues vestía un uniforme de colegiala…
— Kyaaa*grito*
Lucia estaba aterrorizada, una persona acababa de ser arroyada justo al lado suyo, incluso esa misma persona la acababa de salvar.
— ¡Hey, ¿T-te encuentras bien? *pánico* ¡oh, no puede ser es-está muerta!!
Lucia sostuvo a la joven y la sacudió alterada, y mientras eso pasaba un hombre alto con un semblante imponente se bajaba del auto que la acababa de arroyar a aquella desdichada joven…
— Lucy, Lucy ¿creíste que te daría el divorcio fácilmente?
Era el marido de Lucia, en ese momento ella sintió el peligro y miro a los ojos de su marido.
— ¿Qué? ¿Qué?
Estaba confundida, muy desesperada y aterrorizada a morir.
Lucia sabía que Leonardo no se andaba con juegos. Es más él podía arrastrarla, violarla y matarla fácilmente en medio de esta calle. Lucia se sintió defraudada por la orden de alejamiento que en estos momentos no serbia de nada…
Incluso estaba a punto de arrodillarse y pedir perdón para que no la golpeara pero…
Sin siquiera poder reaccionar, Leonardo la arrastro de los cabellos hasta el auto y con un golpe en la cabeza la dejo inconsciente.
Más tarde el infierno empezó.
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Leonardo Stowers, un hombre agresivo y con problemas de ira no era precisamente el esposo ejemplar pero ¿Por qué su mujer no lo entendía? Ella era su mundo, se había aferrado a ella después de la muerte de sus padres. Habían pasado tantas cosas juntos, en el orfanato en el que se conocieron, en la escuela secundaria, en la universidad y en su vida de casados…
Leonardo estaba fuera de si cuando se enteró que ella buscaba dejarlo.
Solo eran problemas de trabajo y estrés nada más. Por qué rayos ella no lo entendía, pensaba Leonardo en su interior.
¿Acaso no había contribuido al matrimonio? Además de proporcionarle una mansión como hogar, lujos y un estilo de vida que él nunca tuvo la meta de conseguir… todo había sido por ella.
Es así que incluso pensaba tener un bebe para que el matrimonio pudiera salvarse… habían más razones por las que él se esforzó tanto. Y de la nada ella sale con la ridícula idea de un divorcio y una maldita orden de alejamiento.
¿Había alguien que le impidiera estar con ‘’su mujer’’? No, no y ahora se lo demostraría…
— Iremos a casa. Después reflexionaremos sobre tu comportamiento—Dijo Leonardo cabreadísimo.
Esas palabras hicieron que Lucia se estremeciera. ‘’Reflexionaremos sobre tu comportamiento…’’
¿Quieres decir que recibiré una paliza por querer irme lejos de ti?
Lucia entro en pánico.
No quería ser golpeada. No quería ser golpeada, no quería ser golpeada, ¡Por los dioses, no quería ser golpeada!
— sniff* sniff*
Lucia sollozo en silencio. Sabía que llorar ante Leonardo era inútil. Incluso fastidioso para él. Solo le daría más razones para hacerlo enfurecer y entonces ‘’reflexionaríamos sobre mi comportamiento’’…