Concubine Omega

Capítulo 2: Perdida

El día en el que Lucía Stowers huyo de su hogar, fue el mismo día en el que terminó de leer su novela romántica favorita.

Había pasado por tantos problemas por leer estas novelas románticas.

Leonardo, su marido, le había prohibido leerlas pues fomentaba el absurdo romanticismo que él no quería promover en su mujer.

No hacer crecer las expectativas en ella…

El club de lectura de su vecindad era animado. Lucía había conseguido el permiso para poder asistir ahí. Además, también tenía permitido aprender sobre letras, cálculos y demás. Pero en cuanto al romance en los libros, eso era estrictamente prohibido por Leonardo.

¿Cómo lo había llamado él? Libros estúpidos y sin sentido.

Lucía no podía contradecirlo. Rara vez ella podía dar su opinión sobre algo.

Además, el matrimonio era tan roto y lleno de oscuridad que ella se aferraba a sus libros de romance como podía, era lo único que la ayudaba a soñar bonito por las noches… Cuando Leonardo la… tocaba.

Lo único que hizo mal ese día fue olvidar ocultar bien el libro.

Debajo de los leños de la chimenea. Las sirvientas por lo general la ayudaban en ello, pero…

Mientras los esposos tomaban la siesta en la alfombra de la chimenea, el libro encendió como llamas incandescentes…

Haciendo una leve explosión de fuego intenso.

Lucía rápidamente tomó el atizador para mover los leños y dejaran de quemarse, todo en un estado de nerviosismo.

Leonardo le arrebató el atizador y la empujó detrás de él pues el fuego era demasiado intenso. Sacó el libro medio quemado del fuego de la chimenea. Inmediatamente reconoció las letras en su portada…

Su mujer estaba leyendo algo que estaba estrictamente prohibido.

¿Cómo lo había desobedecido? ¿Hace cuánto pasaba esto? ¿Desde cuándo Lucy no obedece mis órdenes? Pensó furioso.

¿Acaso sus palabras nunca eran tomadas en serio por su mujer?

Ese día Lucía fue golpeada con el palo de hierro (atizador) en la pierna, provocándole una herida profunda. Luego él la abofeteó en el rostro y la arrastró a la habitación metiéndola en la bañera para…

Luego de aquello, el hijo de la compañera del club de lectura de Lucía la ayudo a escapar. Pero ese joven también fue herido de gravedad ese día.

Y de esa manera Lucía termino llegando al refugio de mujeres.

Más tarde, se enteró que estaba embarazada y cuando al fin sintió que las cosas mejorarían, paso aquello tan doloroso que ella ya no quería recordar… fue brutalmente asesinada por su marido… perdiendo también al bebé que llevaba en las entrañas…

•••

Lucía no sabía la razón por la que recordaba ese episodio doloroso de su vida; sin embargo, en estos instantes, justo en este preciso momento… Ella se hallaba sentada frente a un espejo, mirando su reflejo como si no pudiera mirar a otro lado. No pudiendo reconocerse a sí misma.

 Ella había muerto ahogada. Podía recordarlo, y sinceramente ella no quería hacerlo.

Y sin embargo podía sentir la suavidad de su piel pálida. Podía percibir el aroma dulce en su cabello y piel…

Lucía estaba en el cuerpo de alguien más. Ese bello rostro infante, en aquel espejo viejo y oscurecido, le ofrecía una inexpresividad de muñeca sin vida. Pero ella estaba dentro… dentro de ese cuerpo ajeno.

 




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