5

NARRA AMBER BECKER 

¿Me dirás que milagros puedes hacer?-Preguntó por décima vez Elian.

-No. ¿Ahora puedo ir con mis padres? Tengo mucho tiempo sin verlos y los extraño mucho-Confesé.

Elian se levantó y acercó a mi-No, no puedes hasta que me digas los milagros que puedes hacer. Además hoy vendrá, Kellen mi primo y deseo que estés presente-Dijo fríamente.

-¿Por qué tengo que ver a gente que no quiero? Es tu familia no la mía-Solté molesta.

-Porque eres mi mujer, además debes empezar a socializar con tu especie. Eso de que no sepas nada acerca de tu naturaleza e...-Lo interrumpí.

No dejaré que me ofenda.

-Sí, ya sé, soy una vergüenza para ti-Completé.

-Yo jamás me avergonzaría de ti. ¿Por qué pensaste algo como eso? Lo único que iba a decirte es que deseo que aprendas todo sobre nosotros, tu especie. Pero sino quieres hacerlo, lo entenderé-Explicó.

-Yo pensé que...-Elian dejó un beso en mi frente.

-No pienses por mí, yo estoy orgulloso de tenerte a mi lado-Susurró cerca de mi oído.

-¿Por qué me has elegido a mi?-Tengo tanta curiosidad de saberlo-No soy educada, tampoco se nada acerca de mi especie, soy desordenada y quizás un poco rebelde, soy lo que todo chico trata de no encontrar.... Un desastre-Dije con tono bajo.

-Porque eres tú, eres completamente sincera, no temes el comportarte como a ti te parece, o decir lo que quieras. Me encanta eso de ti, para mi eres la persona más extraña y loca que he conocido y con la que estaría encantado de compartir una eternidad-Explicó dulcemente.

-No estoy segura de que quieras compartir una eternidad conmigo. Las cosas al lado mío no son buenas-

-Nada es fácil ni lo será. Dejemos que todo fluya, dejemos a nuestros demonios unirse y ser un caos juntos-Dijo mientras me robaba uno que otro beso.

-¿Tú si me puedes besar? Pero yo no puedo estarte seduciendo, ¡eso no es justo!-Me quejé.

-¿Te han dicho que eres buena arruinando momentos románticos?-Preguntó divertido.

-Lo sé, ¿te han dicho que estas muy bueno?-Pregunté sabiendo que él se enojaría.

Elian hizo un gesto extraño, una sonrisa se formo en su hermoso rostro.

-Sí, todas las chicas con las que estuve me lo han dicho, que soy sexi y un Dios en la cama-Respondió.

El enojo invadió mi ser al escuchar su respuesta, si él quiere jugar, le enseñaré como hacerlo.

-No creo que seas mejor que Luis, él si era una bestia en la cama. ¿Para qué tener a un Dios? Si puedo tener a una bestia-Dije mientras reía.

Los ojos de Elian se tornaron negros, creo que mi vida corre peligro, yo y mi bocota, siempre metiéndonos en líos.

-¿Acaso existe alguna persona con la que no te hayas acostado?-Preguntó enfurecido-Te pasas presumiendome a todos los hombres con los que has tenido sexo, ¿no te da vergüenza?-

Duele.... Pero tiene razón. No permitiré verme vulnerable ante él, se que soy una puta y todo lo que él piense, pero llorona no soy.

-Aún existen unas cuentas, tú, Jack y Axel. Y respondiendo a tú pregunta, no me da verguenza, esto es lo que soy, si no puedes con ello, es tú problema-Dicho eso me marché.


 

-¡Yo mismo le partiré la cara al hijo de puta!-Jack trató de irse pero lo detuve.

-No, no vayas, el tiene razón-Dije despreocupada.

-Se que tiene razón, pero eso no le da derecho a ofenderte. Además siempre culparé al hijo de puta de Bresler  por jugar contigo, tú cambiaste desde ese día-Me recordó Jack.

El pasado, ese chico que un día me profesó amor es el causante de mi desgracia. A un mes de ser novios, me entregué a él, fue una relación muy tóxica e inestable. Digamos que yo era su sumisa y el mi amo.

-No me lo recuerdes, me costó mucho superarlo-Dije incomoda.

-Tranquila Amber, yo te protegeré de quien sea-Jack me abrazó y yo a él.

—Señor y señorita Koch, el señor Elian y su hermana ordenan que los esperen en la sala-Dijo una sirvienta interrumpiendo nuestro momento.

-Es mejor que vayamos-Tomé a Jack de la mano y me dirigí a la sala principal.

Seguramente esperaremos por el tal Kellen, me preguntó que tal estará. ¿Será guapo?.

-Me sentaré lejos de ti, no quiero que pienses mal, solo que Tessa se enojará si me ve a tu lado y yo me niego a ser castigado-Dijo Jack.

-Tú tranquilo, lo entiendo-Me senté en el sofá y esperé inquieta por Elian y su hermama.

El brujo seguramente me regañara por mi comportamiento. Pero no me disculparé.