El corazón no tiene la culpa de tener deseos de ser amado así como la luna y el sol se aman así como amamos la vida y lo que hay en ella.
Pensamos que seríamos eternos pero no fue así con el tiempo nos volvimos polos opuestos y nos alejamos más y más hasta que llegó un momento en que no quedó más rastro de nosotros y de aquello que alguna vez tuvimos.