Confía en mi, Amor

Capítulo uno

Los Ángeles, California. Noviembre 2012 

Dylan 

Me pase la tarde completa en el balcón, tratando de pensar en una solución. Cuando empezaba la noche y me di cuenta que tenia un bloqueo de ideas me puse a tocar un poco a "Griss", mi guitarra favorita, ella y yo tenemos historia. Fue mi primer guitarra y con ella inicié mi carrera musical. 

Estar en el balcón y ver el atardecer me recordaba tanto a Connie, lo que pasó entre nosotros me dejó mal. Ella la pasó mejor que yo al terminar pero eso quedo atrás, ahora tengo mejores cosas en las que pensar. 

Mi móvil empezó a sonar con Bruno Mars. Pero ¿qué demon....? ¡Juliette! Esa mujer... El número era desconocido. Conteste. 

-¿Hola? 

- ¡Ah! Mi querido Dylan, no he recibido noticias de ti y me preocupo por mis amigos.- Era "El Fantasma", el tipo al que le debo hasta mi alma. 

-Fantasmita, cariño mío, como te he extrañado. Mi corazón sangra de tanto dolor que provoca tu ausencia. 

Se oyó que aclaraba la garganta- Dylan déjate de cortesías, ¿ya tienes mi dinero? 

- Veras fantasma, no tengo toda la cantidad completa pero si una tercera parte del total, ¿Que te parece eso eh? A que soy genial. Veras te tengo un trato. 

-Te escucho, muchacho, no hagas perder mi tiempo. Te lo advierto soy un hombre muy ocupado. 

"Claro, estafar debe ser el oficio por el cual siempre estas ocupado, Bastardo" pienso. Era mejor mantenerlo feliz. 

- Veras te daré esa tercera parte del dinero pero necesito como mínimo 6 meses para pagarte el resto, ¿Qué dices? Es la única forma estoy en  la puta pobreza.- Hasta podía oír a su pequeño cerebrito funcionar. 

-Escucha, muchacho, lo que me debes es mucho dinero tanto como para mi jubilación.- Suspiró- Eres amigo te daré 5 meses para reunir el resto, no mas ¿Entendido? 

- Demonios, gracias viejo, la próxima semana tendrás la tercera parte que te digo. 

-De acuerdo y ¿Dylan? 

-¿Si? 

-No me falles.- y colgó 

Maldición, cinco meses no era suficiente ni siquiera un año lo era. A este paso tendría que hacer la voluntad de mi madre. Todavía me acordaba de aquella conversación que se llevó mis esperanzas de que me ayudará. 

***** 

-No crees que puedas darme un préstamo, amada madre.- Me encontraba diciendo a mi tan comprensiva madre. 

-No, Dylan, tu padre dejó muy claro antes de su viaje que no se te dará nada hasta que nos digas en qué estas metido.- Si, mi bella madre era realmente adorable- Claro que si tu aceptas mi pequeñísima condición gustosa te daré un préstamo, ¿Qué dices cariño? 

-Umm... te escucho madre ¿cuál es tu pequeñísima condición?- No se porque tengo el presentimiento que no será tan pequeñísima su condición como me dice. 

-Bueno, amorcito, sabes que me preocupo por tu bienestar. Que ya no soy tan joven como hace unos años y que tu ya no eres un niño. Por ello quiero que sientes cabeza, que seas feliz con tu propia familia y que me des nietos.- Mi cara debía mostrar terror en su estado más puro porque se aclaró la garganta - Quiero que te cases. 

-¿C-casarme?- Demonios, esto debe ser una broma, no había forma de que estuviera hablando enserio.- Es una broma, verdad ¡¿verdad?! 

-No, mi cielo, lo digo enserio. O te casas o no hay préstamo- Suspiro- Pero no cualquier mujer, una que me agrade y que sea digna... 

Sip, esa no era una pequeñísima condición. Demonios, esto está jodidamente mal. No pensaba enamorarme mucho menos casarme y como el infierno que casarme era lo último que haría. 

- ... una joven bella, educada e inocente.. 

-Espera ¿Inocente? O sea ¿Con su virtud intacta y esa mierda?- Pregunte por si no había entendido bien. Esta mujer lee muchas novelas que le han lavaron el cerebro. O ha perdido la razón . 

- Si, cariño mío, las virtuosas son las candidatas a ser las mejores esposas.- Dijo con ojos soñadores. 

- Pero mamá ¿qué mierda crees que soy?¿Un príncipe? Ésta no es la jodida edad media.- Grité, estaba fuera de mis casillas, mi madre se había vuelto total y irreversiblemente loca. 

-No me hables en ese tono y con ese vocabulario, jovencito, que no se te olvide que soy tu madre ¿Entendido? 

-Madre adoptiva, y ¿te estás escuchando? Quieres que me case, demonios, y con una virgen, una jodida virgen. Jodido cielo, solo tengo 22, ¡escucha bien! 22 jodidos años, soy demasiado joven y prácticamente un irresponsable como para "sentar cabeza". 

Esa mujer  acababa de perder la razón, yo ¿casarme? ¿Con una virgen? Demonios, no. Estoy más que jodido 

-Bueno, esa es mi condición tómala o déjala.- Suavizando su voz dijo antes de irse del departamento-Necesitas tomar responsabilidad, una esposa te la dará. 

***** 

Esa mujer estaba chiflada tanto como Juliette. Me levante del balcón, pase toda la noche en el y el sueño que no tuve anoche llegó con toda su fuerza, me dirigí a la cama pero antes guarde a "Griss". 

Me acosté en la cama y me puse a tararear, no supe cuando pero Morfeo llego por mi. 

Me despertó un molesto ruido. ¡Maldición! Déjenme dormir. Me cubrí la cabeza con la almohada, pero ese maldito ruido no pensaba parar. 

-Infiernos, ¿qué es ese molesto ruido?- gruñí y busque la fuente de mi sufrimiento. Estaba en la mesa de centro, mi móvil era un maldito por no me dejarme dormir, o mejor dicho él que llama es el maldito.-¿Qué jodido quieres? 

-Vaya, cualquiera diría que te interrumpí la follada de tu vida.- Contestó mi supuesto amigo. 

-No, pero estaba durmiendo ¿Qué es lo que quieres, Johan?- Pregunté para poder volver a dormir. 

- Bueno pues ya que me ruegas, te espero a las 9 en la feria de la avenida central. Adiós - El maldito me colgó. 

Suspire, no quiero salir pero talvez era lo mejor para despejar mi mente. Mire la hora en mi móvil, mierda, las 7:27. Genial, la avenida central me queda a una hora. Bueno será mejor que me duche. 

Me subí a mi auto, amaba este auto, es el mejor Mustang que podría alguien tener, aunque constantemente se descompone y me deja varado. Conduzco escuchando rock por el estéreo. 

Al llegar a la feria se me dificultó el estacionar. Le marco a Johan y me dice que lo encontré en los puesto de comida. 

Al llegar a los puestos de comida la primera en verme fue Hannah, la novia de Gabe, me recibió, como era típico para ella, con un abrazo muy efusivo. 

-Oh, me alegro tanto que decidiera acompañarnos.- Dijo una vez me deshago de su abrazo de oso. 

-Bueno, realmente Johan no me dejo muchas opciones. 

-No importa, hoy te vas a divertir y no hay excusas. 

Hannah me agradaba porque era el condimento que le daba sabor a la vida de Gabe (según) aunque éste loca  y sea una posesiva con mi amigo. No confío tanto en ella, pero no confío en ninguna mujer (excepto Juliette, en mi madre ya no confío), así que simplemente trato de pasar de ella. Simplemente tomarla como un "nada", aunque sea el todo de Gabrielle. 

Gabe, Johan y Darius se nos unieron, con algunos de los chicos  del equipo con sus novias o conquistas. Nos fuimos a dar una vuelta por la feria. 

Pasamos por todos los juegos mecánicos que parecían buenos ( cabe decir que fueron varios, en uno de ello vomito una chica por lo rápido e intenso del juego mecánico), comimos en los puestos de comida rápida que la feria tiene, para ser sincero lo único bueno del asunto fue la pelea de comida que hubo entre dos de las chicas-acompañantes, fue ridículamente divertido ¿Que edad creen que tienen? ¿4, 5?-y para terminar nos fuimos a al bar al que siempre vamos. 

-Hoy hay que tomar una buena ronda que tequila por la pequeña gira-ayuda-para-niños que viene en camino- Celebró Johan, el baterista estrella, así se llamaba él. 

-Menuda cosa, ni me acordaba que tenemos gira- Dijo Gabe dejando su cerveza en la mesa. 

La verdad con todo lo de mi deuda ni yo me acordaba. Además solo es unos cuantos conciertos y listo. ¡Cosa fácil! 

-Bueno entonces a brindar por eso que Gabe paga.- Bromeo para aliviar la tensión que tengo. 

-¿Yo?- Dijo Gabe. Le guiño un ojo. 

Eran las tantas de madrugada cuando decidimos volver a la feria. Las ganas de ir a casa eran grandes, demonios, tengo sueño. 

-¡Miren!- Grito Valeria o como sea que se llamará, no me acordaba. 

-Vamos, chicos quiero una leída de mano, vamos por favor- Suplica Hannah mientras daba saltitos. 

No entendí de que hablaba hasta que mire a donde señalaba, un puesto de una adivina, genial. 

Con todo y mis quejas, Hannah logro llevarnos a todos a ver a la "adivina". Esas cosas son tan falsas. 

Al entrar, mis pulmones de llenan de un intenso olor a canela. Demonios ese olor me revolvió el estómago ¿o es de lo borracho que estoy? 

Una mujer nos recibió. Su vestuario era el típico, una falda larga, blusa de gitana, pulseras hasta los codos, anillos en cada dedo, una pañuelo en la cabeza. Ja, falsa como todas. 

-Bienvenidos a casa de madame Marion, vidente y no, jovencito, no soy falsa como todas.- Dijo viéndome, pero qué demonios... bueno, talvez me impresiono un poco. 

-Queremos que nos lea la suerte.- Dijo Hannah con sumo entusiasmo. 

-Dilo por ti, yo no quiero.- Dije para que vea esa "vidente" que no creo en esto. ¡Ja! Bruja falsa. 

-Bueno, si no crees no pierdes nada si te leo la cartas y evita los insultos.- Demonios, ¿habrá leído mis pensamientos o solo era intuición? 

-Hazlo, Dylan, no pierdes nada- Me anima Hannah. 

- Si, no seas amargado y hazlo.- dijo Gabe. Oh si, mi fiel amigo siempre apoyándome. 

Y, como tengo una gran suerte de mierda, todos los demás se unieron a la petición. 

-Bueno, ya basta, lo hare.- Dije cuando ya me hartaron, haciendo que aplaudieron lo que causo que sonría ante su entusiasmo tan infantil. 

-Entonces siéntate.- Dijo la "vidente", extendió las cartas.- Toma ocho 

-Listo- Dije cuando ya tenía las ocho cartas. 

-Ahora colócalas en la mesa en el orden que quieras. 

Así lo hice, ella empezó a voltearlas. 

- Esta- señalo la primer carta.- Indica que vienen tiempos difíciles, problemas con viejos enemigos, aquí-señalo las siguientes cartas- veo malos ratos con amores del pasado que vienen a complicar un poco más tu vida. Una carta de aquí, indica que tus deudas se  te cobrarán muy caro si no pides ayuda. 

>>Pero no todo esta perdido. Esta carta anuncia el amor viniendo a ti y, con él, la solución a problemas que te persiguen. Espera... 

Se levanto y fue a un rincón de su tienda. Saco una caja y regreso a la mesa. Me ofreció la caja y me exhorto a sacar un cuarzo. 

- Aquí esta, el amor vendrá a ti en gris, toma quédate tu cuarzo y una cosa más cariño... ten cuidado, sigue tus presentimientos y no comas los chocolates ajenos. 

Esto último lo dijo con burla y complicidad que me hizo gruñir.  

Trague saliva, dijo muchas cosas, ¡Demonios! ¿Cómo supo de mis problemas? 

No había notado que cayo un silencio mortal hasta que yo lo termine. 

-Bueno, gracias por la advertencia.- Le puse un billete en la mesa y me levante, le lancé una mirada que gritaba “Al Diablo tus predicciones y me comeré todos los putos chocolates que quiera”.- Chicos, estoy cansado me voy. 

-Claro, mmm... maneja con cuidado ¿vale?- Me advirtió Hannah. 

Salgo del puesto de madame Marion con mis pensamientos confusos. ¿Un amor en gris? Por Dios que estafadora ¿Que infiernos significa eso? Además yo no pienso cambiar la vida que llevo y mucho menos por amor. Porque, demonios, una relación seria vuelve todo monótono y aburrido. 

Jodidamente necesitaba una distracción urgentemente. Saque mi móvil y marque a una buena distracción. 

-¿Bueno? ¿Becca? Cariño ¿Crees que mi sexy cuerpo y yo podemos verte?.- Becca-sexo-casual es la mejor opción para olvidarte de todo, sencillo y sin complicaciones. No es algo rutinario, mas bien solamente ocasional. Cualquier diría "Jodido bastardo, solo la utilizas" y yo diría "¡Oigan, mundo! Ella se deja utilizar" 

-¿Dylan? Por supuesto, amorcito, ven a mi departamento. Te espero cariño.- Lo último lo dijo con voz seductora. Me encanta esta mujer, siempre tan dispuesta, por no decir fácil. 

-Mi trasero y yo vamos para allá linda, llego en diez.- colgué. 

Ninguna "vidente" ni cartas iban a decidir mi futuro. No existe ninguna jodida manera que haga que Dylan Dawn ofrezca sentimientos. Para ser sinceros las mujeres son creaciones del Diablo. 

******* 
Decir que Becca fue fogosa y salvaje es decir poco, la chica tiene una gama de variedad que ofrecer, además me evito el ir a bares a conseguir mujeres, las cuales, por suma y experimentada desgracia, solo ocasionan que tenga problemas. 

Mujeres igual a problemas. Graves problemas. 

Becca se fue a tomar una ducha, yo me quede en la cama todavía disfrutando de esa excepcional sesión de placer. 

Luego me bañaré para ir a casa. Becca salió del baño y sin perder tiempo entro en el. 20 minutos después, salgo de lo más feliz. 

- Dylan - Me llama Becca con un ronroneo- Quédate a dormir conmigo, te prometo que la pasarás genial mañana. 

-Becca, mi vida, ya sabes que nunca me quedaré a dormir. Lo siento belleza pero eso no va conmigo. 

Becca me mira enojada, odia cuando le digo no. Jamás me quedo a dormir con ninguna mujer y si paso la noche es porque no dormimos precisamente. La única mujer con la que hice todo eso de romanticismo fue con Connie y después de ella ninguna volverá a ver a ese Dylan. 

Eres un romántico mi querido hermano-había dicho Juliette- y nunca dejarás de serlo, solo podrás ocultarlo. 

¡Ja! Estupideces. 

Al final, tras prometerle visitarla más seguido, me despido de Becca y me voy a mi departamento. Son más de las 7, entro de la forma más escandalosa, ¡Yeah! Vivo solo ¿Que esperaban gente? Obviamente un chico con suma libertad. Me quito los zapatos y la ropa, quedando en bóxer me voy a dormir. 

Hoy fue un día loco, que me dejo agotado, me recuesto y veo mis vaqueros, de ellos salió el cuarzo gris. Ja, ya quisiera ver al "amor de gris llegar a mi". 

············· 

Sentado en el pasto, con el viento por mi cabellos y mi vista perdida, siento un tranquilidad perfecta. Escucho unos pasos pero no les tomo importante, es más, hasta siento la libertad de recostarme en el suelo. 

De repente siento una presión suave en mi pecho, pero estoy muy cómodo como para importarme. Pero la sensación persiste y, no sólo eso, también se extiende. Es como una caricia, suave como la seda pero no tan ligera, me recorre desde el pecho, torso, los brazos, cuello, hasta llegar a mi rostro y es ahí donde me preocupo. 

Abro los ojos y me encuentro con una ligera casi imprescindible masa gris. La masa se adhiere a mi como si fuera mi segunda piel. Me desespero por quitármela pero el intentarlo solo ocasiona que se adhiera más. 

-¡No, suéltame! Aléjate, maldita seas.-El aire se escapa de mi, no puedo alejar la masa de mi. Estoy atrapado y no puedo escapar... 

··············· 

Despierto, sobresaltado, sudando, con el corazón a mil y la boca seca. Solo ha sido un sueño, solo ha sido un sueño, solo ha sido un sueño. Me repito una y otra vez. 

Poco a poco la tensión en mi cuerpo sede al igual que la agitación emocional. 

-¡Putada está! - Grito frustrado. Salgo de la cama directo al gimnasio personal (que ya venia incluido en el departamento) sin ver atrás ni prestar atención a nada más. Solo llegar al gimnasio comienzo a correr en la caminadora. 

Dios ¿Que ha sido ese sueño? Maldición, Maldición, Maldición, seguro como el infierno que las palabras de esa estafadora se han impregnado en mi mente. Sólo ha sido eso, nada más, es más esto no significa nada. 

Cansado del ejercicio subo a ducharme. El agua corre por mi cuerpo. Limpiando los rastros del extraño sueño, de la actividad física y de algo más. 

Tengo ensayo. Recuerdo justo al momento de haber salido de la ducha y ver que son casi las 16:00 horas. Por lo cual tomo unos vaqueros negros, una camisa blanca y mi chaqueta favorita. Arreglo lo mejor que se puede mi cabello y estoy preparado. 

-Nos vemos luego- Anunció a Duque que está echado en el final de las escaleras, adoro a ese perro. 

Lo encontré un día de fiesta, fue en el cumpleaños de alguna modelo. Fui, bebí, fume, folle y me largue, eso era todo lo bueno que podía obtener de esas fiestas, no vale la pena entrar en detalles, bueno... tampoco recordaba muchas cosas. Regrese al departamento pero a unas cuadras de él, casi, choco contra un bulto. 

Santa mierda, había sido mi primer pensamiento. Y como no iba hacerlo, si casi atropello a eso, bueno "eso" era un pequeño cachorrito. Prácticamente fue amor a primer casi-choque. 

Lo lleve a mi departamento, lo seque (por alguna desconocida razón estaba mojado) y ajuste unas sabanas como cama provisional. Al día siguiente, lo lleve directamente al mejor veterinario de Los Ángeles o eso decía el Google. El doctor su-apellido-siempre-se-me-dificulta, hoy en día sigue siendo su veterinario, dijo que este pequeño amigo debería tener un tratamiento completo (vacunas, revisión, documentación, mierdas, mierdas y más mierdas buenas para MI perrito, obviamente lo adopté, pues nadie lo reclamo ni tenía collar. 

Después del tratamiento mi pequeño canino estaba mucho mejor, es pequeño pero lleno de energía, amigable y leal, prácticamente puede sustituir a Juliette, aunque ella insista en lo contrario, Duque, aunque mi hermana insistía en ponerle Patch (Según ella por su pelaje color negro ¿Quién es ese? No tengo la más jodida idea) es mejor que ella. Solo hace dos meses que esta conmigo pero ya es mi jodido todo. 

Subo a mi Mustang y enciendo el reproductor de música. 'Breathe' de RHODES, vaya es bueno. Tarareando llego al estudio, aparco en el estacionamiento. Dispuesto a ir directo al estudio hasta que unas fans me acorralan para pedirme unos autógrafos. 

-Eres tan genial, Dylan- la chica rubia me regala una sonrisa baja-boxer o eso pretende. ¡Ja! Ingenua. 

-Nena, me tengo que ir-me sacudo sus garras pero cuando voy rumbo al estudio doy media vuelta- Aunque talvez te llamé. 

Tomo el papel que me tiende y lo guardo en el bolsillo. Quién sabe, talvez si sea tan buena en la cama como se ve. Llego al estudio, y, para mi desgracia, ya todos están ahí. ¡Demonios! Eso significa que... 

-¡Jodido cabrón! ¿Por qué llegas tarde? ¡¿Quién te crees que eres para hacer que espere por tu jodido culo?! 

Todo mundo pensará "Diablos, ¿Quién te trata así? Bueno nada más ni nada menos que... 

- ¡Oh! Pero si es mi bellísima sustituta temporal de representante. Dale alegría a mi corazón y dime ¿has estado esperando por la hermosura de trasero que tengo? 

-Jodido bastardo- me gruño pero luego plasma en su cara una sonrisa. ¡Oh, oh! Se avecinan problemas - Cariño no tengo tiempo para tus cosas, así que mueve tu bastarda existencia y haz magia. 

No me moví ni un centímetro. Estoy paralizado. Me hablo cariñosamente, bueno al menos, lo más cariñoso que la he oído hablarme en estas tres semanas. 

-Pero ¿qué diablos esperas? Ve a cantar pedazo de escoria-. No me grito pero utilizo su jodida voz autoritaria. 

Mejor salgo de mi parálisis, pensé. Moviéndome ligeramente en el estudio llegue al micrófono, mi lugar, y empecé a cantar. 

Amanda Quiñónez. La nueva sustitución que nos dejo nuestro representante. Dante Quiñónez. Y talvez exista la pregunta de por qué es la "sustituta temporal de representante" bueno fácil porque... 

Un día, donde los pájaros cantaban y las flores nacían, llego Dante a decirnos las palabras más horrorosas que uno puede escuchar durante una resaca. 

-¡Me tomaré unas merecidas vacaciones, chicos! - Prácticamente escupidos todos la bebida que teníamos en la boca. 

-¡Jodidamente tienes que estar bromeando! - Gabe, un pobre ingenuo, que no conoce a nuestro malvado representante. 

-¿Y se puede saber a que se debe esa putada de decisión?- Darius, nuestro bajista, y más "centrado" hombre que puedes encontrar en ANOTHER SPACE, incluye a todo el equipo (sonido, vestuario, etc.), pregunto con su habitual calma. 

-Verán, jodidos niños, yo estoy estresado y según ordenes del doctor si no me cuido, ¡Boom! Muerte a Dante Quiñónez. 

-Puto exagerado - murmure, causando una oleada de carcajadas por parte de todos. 

-Ya en serio, perras, tengo que tener vacaciones.- Dante argumento una vez que paro de reír- Ordenes médicas, es más, no lloren nenas, solo serán dos meses. 

-Pero... pero... ¿qué haremos sin ti? 

-Nuestro sensible Gabe tiene razón, qué haremos sin ti en ese tiempo-. Al parecer mi palabras sorprendieron a Dante porque enseguida aclaro la situación. 

-Me iré por dos meses pero dejaré a mi amable y dulce hermana para cuidarlos. 

-¡Maldición, no! Por dulce y amable quieres decir una perra engreída y mandona. 

- Johan tiene un punto, seguramente es una perra que nos hará portarnos como niño bueno- Dije, mientras me levantaba del suelo, los putos de mis compañeros ocuparon todos los sillones. El dolor disparo por toda mi cabeza. 

-Bueno... es un poco estricta, pero los mantendrá en orden.- Se alboroto el cabello.- Los dejaré en buenas manos, chicos. Nos veremos en dos meses. 

Prácticamente el infeliz salió huyendo. Al día siguiente conocimos a nuestra propia penitencia, que vino en envuelta en una blusa de seda blanca y una falda de tubo oscura, con unos impresionantes tacones negros. Las indicaciones del técnico me sacaron de mis pensamientos. 

Después de horas de ensayos y perfeccionamiento, los chicos y yo fuimos a un almuerzo tardío. 

-Joder, vamos por una hamburguesa.- Johan estalló en un berrinche cuando discutíamos sobre que almorzar. 

-Hagamos caso a la niñita, no quiero lloriqueos de la nena.- Dije tomando las llaves y el celular. 

-Muevan sus culos, comeré mi hamburguesa.- Johan hizo un baile raro mientras Darius y Gabe me seguían, ignorándolo. 

Johan subió junto conmigo al Mustang. Fuimos directo a un restaurante donde servían las mejores hamburguesas, palabras de Johan, no mías. Gabe y Darius nos siguieron en sus respectivos autos. 

Conocíamos el pequeño restaurante desde hace tres años. La comida es exquisita y el servicio muy bueno. Al llegar Linda, nuestra oficialmente camarera, nos llevo a nuestra mesa, por que sí, ya tenías una mesa propia. 

-Me alegro de vernos, chicos. No venían desde ¿qué? ¿Octubre? Bueno... Lo importante es que mis celebridades ya están aquí. 

-Veo que extrañaste nuestra maravillosa presencia. 

-Oh, mi dulce Dylan. Lo extrañe por que es bueno para mi restaurant el tener a ANOTHER SPACE, nos da buena publicidad. 

Linda junto con su esposo, Gary, abrieron este pequeño local hace ya más de 20 años. Linda es bajita, cabello rubio y muy guapa, una señora muy buena, en ambos sentidos. Su esposo Gary era todo un caballero, bueno en realidad está chapado a la antigua. El pequeño restaurant iba bien pero, desde que Johan lo descubrió, se ha convertido en nuestro restaurant favorito, si lo admito su comida es muy, muy buena, atrayendo así a muchos clientes que fueron por probar la comida o tomarnos fotos y conseguir autógrafos. 

Linda tiene razón somos publicidad gratis pero más que eso simplemente somos como familia para ellos, una jodida familia malhablada, idiota y escandalosa pero familia al fin de cuentas. 

-Oh, y nosotros extrañamos al Bizkaia tanto o más que él a nosotros.- Dije 

-Bueno y qué van a pedir. 

-Yo quiero... mmm... esto se ve bueno... esto también.- Johan siempre un jodido indeciso 

-¿Lo de siempre? 

-Lo de siempre 

-Talvez "lo de siempre" sea nuestro siempre.- bromeó Linda. Aunque no entendí el chiste. 

Una vez que todos ordenamos Linda se fue para pedir nuestras órdenes y checar a las demás mesas. 

-Entonces... ¿qué opinan de la gira para la caridad?.- Darius me recordó la pequeña pero exigente gira que se estaba organizando para el siguiente mes. 

Dante nos propuso una gira dentro del país para fomentar una campaña para la ayuda de los chicos de la calle, es increíble como es que queremos un mundo mejor y no haces ni mierda para ayudar a las nuevas generaciones que son los que van a crear el mañana. Lo que quiere esta organización es crear conciencia de lo importante que es la juventud y en que tipo de hogar viven, por que de ello depende como serán en un futuro (también ayuda a los chicos drogadictos y alcohólicos). La pequeña gira empezará en Connecticut y terminara aquí, en los Ángeles. La mayoría de los fondos son para la campaña, solo se pagará los equipos y toda esa mierda, lo restante va para ellos. 

-Yo opino que es algo bueno que hagamos esta mierda, nadie merece ser maltratado y jodidamente no es justo que no apoyemos a la nueva generación, quiero decir, nosotros somos una mierda que no cambia ¿porqué cojones no ayudar a los que viene a mejorar las cosas? 

-Vaya, con que nuestro Johan tiene su lado inteligente y reflexivo. 

-Vete a la mierda, Gabe.- Dijo Johan con fingido enojo. 

Así entre risas y reflexiones empezamos el conteo de un mes para la pequeña gira. 
 




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