V

Quien diría que ver estrellas en un patio junto con el olor de el pasto y con la persona que te produce paz. Sería una experiencia única y marivillosa.

—Esa estrella, la de la derecha junto con la más brillante es increíble. Muy radiante. —Sonrió Clark de una manera muy tierna.

—Y esta también —Señale con mi dedo feliz— esta hermosa.

—Si... Hermosa.. —Sonrió de nuevo.

Mientras sonreía, voltee a verlo y tenía algo en la mejilla, era como un puntito negro pero caminando, me acerque lo suficiente que ni me di cuenta que estábamos muy cerca.

—Sara...? —Se sonrojo y era la primera vez que lo vi así.

—¿Que? —deslice mi dedo en su mejilla y era una pequeña hormiga y sonreí. —Que linda.

Clark simplemente se alejó y se puso de pie repentinamente.

—¿Todo está bien? —Pregunte alzando la ceja.

—Si te lo digo ¿Prometes no burlarte? —Dijo nervioso jugando con sus dedos.

—Claro, dime.

—Me dan miedo las hormigas... —Dijo apenado y poniendo una mano atrás de su cuello.

Abrí los ojos sorprendida—No me esperaba eso— mientras también lo analizaba y lo observaba y solo solté una pequeña y leve sonrisa.

—Mira, si. —Se cruza de brazos y me evita la mirada— Es ridículo enterarse de un chico que le encantan los riesgos pero que le dan miedo unas hormigas.

—No, suena muy tierno. —Sonreí de manera tierna y divertida —Yo le tengo miedo a los payasos.

—¿Por qué? —Me miro confundido.

—Tuve una mala experiencia ¿Tu porque a las hormigas?

—Cuando era pequeño, me senté en el pasto donde había muchas yerbas así que apoye mi mano sobre el pasto y comencé a sentir hormigas subiendo mi brazo y me empezaron a morder.

Mientras me contaba, lo veía detalladamente, sus ojos rasgados color azul con verde. Sus pupilas dilatadas, sus manos —Nunca note sus manos, se le veian marcadas las venas_ mi debilidad.

—Me asuste, pensé que me estaban comiendo así que me las quite y sali corriendo, estaba llorando —Sonríe de manera muy tranquila— Abrace a mi mamá y ella comenzó a reírse.

Solo rei muy tranquila —Estar con el era de manera tan tranquila, pacifica y divertida. — Camino hacia mi columpio y empezó a moverse de un lado a otro despacio.

—Me hubiera gustado conocerte de niño, seguro eras muy adorable.

—¿Yo? Adorable, por favor—Río irónicamente —Era el típico niño con brackets y lentes solo me faltaban los granos —Se quedó pensando un segundo —No, espera, si los tuve pero hasta secundaria.

—¿Tu? Intento imaginarte de esa manera y no puedo hacerlo, me es difícil. Eres tan lindo ahora que imaginarte así, no puedo. —Me quedo callada y me sonrojo.

¿Le acabo de decir que es lindo? Bueno, tranquila Sara, seguro ni lo escucho.

—Asi que... ¿Tu piensas que soy lindo? —Se separó del columpio acercándose a mi con una sonrisa maliciosa. Hasta tenerme tan cerca como la última vez.

—Clark... Estas muy cerca.. —Me sonrojo pero tampoco me Alejo.

—Antes me aleje, porque tenías un novio que no te valoraba para nada, pero ahora que no lo tienes, tengo el derecho de acercarme —Se acercó aún más, estábamos a un centímetro de cortar toda distancia— Y... Tu tampoco pareces querer alejarte... Sara.

Jamás pensé que mi nombre sonara tan bien al menos en el tono en como lo dijo en como su voz cambio de repente. Me estaba ruborizando, claro que no me iba alejar, quería que el lo hiciera.

—Simplemente no me quiero ver intimidada. —Genial, ni mentir se.

Ya nos dimos cuenta, ya acéptalo, te gusta clark.

¡No! Bueno... Si, si me gustaba, no, no, no ¿Que estoy diciendo? Solo estoy confundida.

—Sara. —Otra vez mi nombre sonó tan bien —Yo no quiero intimidarte, no quiero que pienses que quiero hacerte de mi propiedad, ni nada de eso. —Su mirada cambio, sus ojos brillaron sin apartar la mirada y al final sacar una sonrisa tierna.

—Y... ¿Entonces que quieres? Clark... —Dije en voz baja y no quite mi mirada de el aunque quería hacerlo, jamás fui buena con el contacto visual. —Si no quieres que sea una mas del montón como dices ¿Por que te acercas así?

—¿Por qué crees? Pensé que ya era obvio —Saco una media sonrisa.

—Bueno... No soy buena captando indirectas. —Dije nerviosa.

—Entonces... ¿Tengo que ser directo? Bien... —Sonrió maliciosamente—Me gusta la idea.

¿Por qué estoy tan nerviosa? Siento que las piernas y los brazos me están temblando.

Por un momento sentí de todo con Clark hasta que abrieron la puerta de mi casa y tanto como el y yo, nos alejamos uno del otro y actuamos con naturalidad.

—Hermana, ya tienes que entrar, ya está la cena —Ve a Clark y le sonríe amablemente— ¿Quieres a venir con nosotros? Hice donas —dijo orgulloso hasta que sacó su niño interior— Ahora soy el nuevo chef de la casa además, están rellenas ¿No quieres? Rellenas de dulce, chispas, chocolate, mermelada, a una la decore como Lucy. Son iguales de feas. —Mostró su sonrisa angelical.

Tanto como Clark y yo los vimos comenzamos a reirnos mientras Jett nos miraba confundido.

—¿Qué? ¿Ahora que dije? —Fruncío un poco el ceño y se cruzó de brazos.

—Nada, es que eres muy tierno —Dije contenta.

—Jett, me encantaria quedarme, pero me debo ir —Sonríe amablemente y luego se tira para verme a mi y me toca la barbilla —Tu y yo tenemos algo pendiente, bueno, buenas noches, descansen.

Y así, se fue a su casa y yo voltee para irme a la mira cuando Jett me detuvo poniéndose enfrente mio.

—¿Que es eso que tienen pendiente? —Pregunto curioso creo demasiado.

—Nada Jett, solo estaba bromeando. —Entró a la casa con una pequeña sonrisa, al subir a mi cuarto, no lo puedo evitar.

Me tiro encima de mi cama y sonrió, realmente sonrió, siento que esta realmente amplía mi sonrisa.

—No me puedo creer que estuve a un centímetro de besarme con Clark.

Comienzo a sonreír más hasta que miro el techo y sin razón alguna, siento mariposas, siento emoción y ya estoy pataleando de la felicidad.