XXII

(Antes de empezar.. Quisiera recomendar que la canción la reproduzcan al final del capítulo para mejor experiencia.)
Espero disfruten, ahora si comienza.

SARA...

Hoy me había despertado de lo más temprano y justo en la playa y todo po Lucy. Se levantó a las seis de la mañana para despertar a Jett, yo fingí estar dormida pero escuche como Jett se arreglaba y se iba de nuestra habitación, en el momento en que se fue, Lucy se acostó de nuevo en la cama y yo me levante curiosa.

—¿A donde fue?—pregunte viéndola con curiosidad.

—A despedirse de Elía, hoy ella se va temprano a su hogar y nosotros dentro de unas horas también. El la extrañaba y lo anime para que se fuera a despedir.

Ay.. Si es cierto, no me acordaba de eso, además ahora que lo pienso Jett ha de estar muy desanimado, por primera vez a mi hermano tan animado por una chica.

Mire a Lucy que se encogio de hombros y volvió a la cama y yo me levante para ir al baño. Me ate mi cabello en un moño, me puse unos shorts de jeans, una blusa blanca de tirantes y unas sandalias café.
Lucy al verme relativamente alegrará me miro con confusion.

—¿Y tu que haces?

—Hacer lo mismo, ir a despedirme de Clark.

—Ayy ternuritas... —dijo en un tono burlón y sonrió—Mis hermanos son unos cursis.

—Ya te veré.. Ya te vere—entre cerré los ojos viéndola.

—Ay mi niña, ya quisieras. —sonrió y se acomodo en la cama—Ya vete mi Julieta, ve por tu Romeo.

Puse los ojos en blanco y fui hacia la cancha donde la otra vez lo vi cuando nos reencontramos y como no lo vi decidí ir a preguntarle a un chico de cabello castaño que estaba haciendo figuras de animales con papel.

—Disculpa la molestia pero... ¿Conoces a Clark Bynes? Juega aquí, creo.—dije con vergüenza y duda.

El chico me miro y sonrió amablemente.

—¡Claro que lo conozco! ¡Si ese chico es mi gallo!—se levantó y se cruzó de brazos—Supongo que entonces tu eres la famosa Sara ¿no?

—Eh.. ¿Famosa?

¿El habla sobre mi a sus compañeros? ¿Que les dirá? ¿Y si les dijo cosas vergonzosas?

—Si, bueno es que me habla mucho de ti—me volvió a sonreír algo avergonzado—Pero si, mira, el esta en los vestidores. —me indicó por donde y al darle las gracias decidí ir.

Fui hacia los vestidores y por andar buscándolo choque con una chica de cabello color castaño y puntas rubias que tenía atada una coleta que casualmente por accidente le tire el agua encima de su uniforme lo cual como resultado me miro increíblemente molesta.

—Fijate por donde vas... Tonta.. —trato de secarse su ropa con una toalla que tenía alrededor de su cuello.

—Disculpa.. Enserio perdón—me disculpe dándome un poco de pena mi torpeza.

—Disculparse no va a secar mi ropa ¿O si?—soltó un suspiro y me miro—La próxima, fijate.

Paso a lado mio, chocando su hombro con el mio a propósito ¿Que le pasa? Solo le tire agua no es para tanto.

Fui a los vestidores y afortunadamente lo vi acomodandose el cabello y sacar una botella de agua de su casillero. Decidí sorpenderlo pero obviamente no entre así que solo me aclare la garganta haciendo un ruido para que me notará. El se tiró hacia a mi y sacó una sonrisa nerviosa al verme.

—Sara... ¿Que haces aquí?

—Pues vine a despedirme.

—Pero.. ¿Para qué? Si nos vamos a ver dentro de tres días—río levemente.

Bueno eso era muy cierto, dentro de tres días el iba a regresar a casa por sus partidos que tiene acá, estaría por primera vez sin un vecino tan cursi y amable con aspecto de chico rudo.

—Bueno entonces me voy si quieres.—me di la vuelta y camine a lo que el me jalo de mi muñeca atrayendome hacia el.

Si lo admito me puse un poco dramática y exagerada para ponerle diversión al asunto aunque no me esperaba que me jalara hacia el, de pronto sentí su aroma en mis narices, olía una combinación entre sudor y a menta.

Ya teniéndolo muy cerca paso su otra mano por mi cintura y sonrió con dulzura mirándome a los ojos. Por un momento, que digo un momento, me estaba poniendo nerviosa tenerlo cerca de nuevo.

Clark siempre tenía ese efecto en mi entre hacerme sentir nerviosa y que pudiera ser yo misma con el. Ya han pasado casi ocho meses desde que lo conozco y cada momento que he vivido con el ha sido una aventura.

—Ya deja de ser dramática, gracias por venir Sara..—me sonrió con ternura y se fijó en mis ojos y yo en los suyos.

Los dos nos quedamos mirandonos un rato muy largo, se sintió algo muy especial, sus ojos azules verdosos sobre los míos que brillaban con intensidad, su mano en mi espalda y su sonrisa dulce que parecía ser para mi. Sentí como mil mariposas aparecían de repente sobre mi estómago volando por todas partes.

Si, yo toda una cursi

—Sara, antes de que te vayas ¿puedo darte algo?

—Si claro

Se separó de mi y fue a su casillero donde saco un mini reproductor de música y unos audífonos para después ir hacia a mi y agarrar mi mano, poniendo el reproductor en ella.

—hay tres canciones aquí, quiero que escuches una canción cada noche.—cerró mi mano con el reproductor dentro—Y cuando vuelva me dices que es lo que opinas. ¿te parece?

—Eh.. Si.—dije nerviosa.

—Bien, ahora vete y ten un buen viaje ¿si?—me despeino logrando quitarme la pinza que sostenía mi chongo logrando que cayera mi cabello.

La verdad es que no entendía lo del reproductor ni las canciones, pero si el decía que las escuchará entonces lo haría. Aunque me parecía muy muy raro.

Le sonreí y me fui de ahí para irme al hotel donde estában mi hermana arreglada viendo su celular, papá estaba acomodando sus cosas y mamá se ponía perfume, vi a mi alrededor y era obvio que Jett no había vuelto.

Salimos del hotel donde los empleados y papá se encargaron de meter las maletas al coche, mire mi celular un ratito al ver qué tenía un mensaje de Valeria esperándome, sonreí.