En la mañana, mi madre me despertó abriendo las cortinas de la ventana haciendo que la luz de la mañana me despertará. Me fui a bañar para estar lista para bajar a desayunar en el restaurante del hotel. Cuando me terminé de alistar, me había puesto un suéter por el frío del aire acondicionado del hotel. Cuando llegué al restaurante, Alexander me estaba guardando el campo a su lado.
— ¡Buenos días! —saludo mientras tomaba asiento.
— ¡Buenos días Joisbell! Ibas bastante dormida en el viaje para llegar al hotel —comentó la señora Nora.
—Hasta roncando ibas en el carro.
— ¿Qué? —volteo a ver a mi madre con los ojos muy abiertos.
—Son bromas, no es verdad —riendo— debiste haber visto tu cara.
— ¡Ay, mamá! Con eso no se juega.
—Su desayuno —dijo el mesero colocando mi desayuno en la mesa.
— ¡Gracias! ¿Así es el desayuno británico? Huevos, pan tostado, jugo de naranja, una arepa y té.
—Nunca falta el té —dijo Alexander.
—Es cierto, no tomas té —se deja mi madre mi té.
—Joisbell, que lugares quieres conocer para llevarte y ser tu guía. Me sé todas las calles de Londres, necesito saberlo para ubicarme y que rutas tomar.
—Conocer el Palacio Westminster, reloj Big Ben, Tower Bridge, subir al London Eye y subir al segundo piso del bus británico, quiero ir a cualquier parque pero que sea bonito, ir al Palacio Buckingham y Palacio de Kensington.
—Mmmm —pensó—. Quién sabe si logramos ir a todos esos lugares en un solo día pero te prometo lograrlo.
—Bueno, si no se puede, no importa.
—Ya hablaste y no nos vamos de Londres hasta que conozcas los lugares que quieres ir.
Golpea la mesa provocando que se regara su té.
— ¡Alexander! —se asusta su madre.
—Ups —se ríe.
Ya estábamos listos para irnos a turistear en Londres, la señora Nora nos iba a llevar y de paso mí mamá también lo vería en persona. Nos fuimos por la calle Rotherhithe St, la mayoría de las casas son de alto, las calles estaban vacías al ser las siete de la mañana. En la calle Salter Rd, había un lago Surrey Water, habían personas en botes dándole de comer a los patos, hasta incluso me dieron ganas de estar allí. Mientras íbamos en la rotando en la calle Brunel Rd, había un parque que me gustó mientras pasamos por ahí, se llamaba Southwark Park, me aprendí el nombre para no olvidarlo para venir a este parque. Había una calle en donde empezaba la señora Nora a conducir, se llamaba Jamaica Rd, me recordó al Parque El Retiro de Madrid, tenía caminos con nombres de países. Mientras íbamos en la calle Tower Bridge Rd, había una cafetería llamada Hej Coffe Bermondsey, en donde nos detuvimos a comprar unos cafés y unas donas para quitarnos el antojo. Mientras seguía el recorrido, en la calle St George's Rd, había un parque con un nombre peculiar, se llamaba Imperial Dog Park, ya tenía dos parque que me gustaría conocer.
—Mamá, déjanos aquí en el puente Westminster Bridge. De aquí nos iremos caminando.
—De acuerdo, cuídense chicos.
—Lo haremos, adiós —baja Alexander del auto.
Me despedí de ambas y baje del auto, caminamos hacia la acera y nos acercamos al barandal a ver la vista.
—Este es el Río Támesis y estamos al frente del London Eye —me toma de los hombros y me voltea—. Y allí cerca el Big Ben junto el Palacio Westminster.
—Se ven tan increíble en persona. ¿También puedes entrar al palacio gratis?
—Ahhh no, eso es solo en España, en Inglaterra la familia real son más estrictos, pero si conozco porque un día mi tío me invitó a una reunión de reyes de toda Europa.
—Que dichoso eres, debió ser tan fresa.
—Lo fue. ¿A dónde vamos primero?
—Vamos al London Eye.
—Okey, vayamos.
Caminamos un poco para llegar al London Eye ya que estaba cerca de donde estábamos, el tiquete valía veintisiete euros, eran 17 359 colones por persona, pero hoy estaba dos por uno, en mi punto de vista, fue una salvada pero para Alexander no era nada ya que podía pagar con billete de veinte y uno de diez euros para recibir tres euros de vuelto.
—Puedo sentir la adrenalina cuando empiece a moverse y estemos arriba.
—Yo te agarro si te desmayas.
—Ay, claro que no me voy a desmayar.
El London Eye empezó a moverse y entre más llegaba arriba, más mariposas en el estómago sentía. La vista era espectacular, se veía el Big ben y el Palacio Westminster. Alexander me tomaba fotografías con la grandiosa vista detrás de mí, luego le ayudé a Alex a tomarle fotos a él. Las vueltas se acabaron, nos bajamos y empezamos a caminar por el puente Westminster Bridge para ir a ver el Big ben y el palacio.
Mientras íbamos caminando, Alexander me contaba sobre como conocía todo Londres, que hubo un tiempo en donde su abuelo buscaba la forma tener el derecho de ser Rey, entonces su madre se había regresado a España pero mientras eso pasaba, sus padres y él se vinieron a vivir por dos años a Londres del 2011 al 2012, pero como su abuelo no pudo arreglar nada, se regresaron a Costa Rica en enero del 2013.