CAPÍTULO 4

Llegan las chicas y les pongo al tanto de lo que ha pasado, todas gritan porque dicen que cuando tengamos sexo no vamos a salir de la oficina por dos días, creo que ahora hasta ellas están más emocionadas que yo. Cuando llega Ymir, Ximena se tiene que ir con él hasta su lugar en el piso, lo mismo pasa con Maura cuando Dylan llega. Fancy espera y su jefe nunca llega hasta que nos llama diciendo que por hoy él no trabajará en la oficina, entonces que su secretaria se quede en mi puesto mientras yo voy con Hades mientras que Bryan no llega, lo dice con la excusa “no quiero que mi hijo se atrase”

—¿Cómo estoy? — le pregunto a Fancy que ahora está en mi silla.

—Mejor que buenisima, por favor tomale una foto cuando estén en…eso — hace unas señas con las manos y soltamos carcajadas.

—Cuando estemos en “eso” no me estaré preocupando por fotos, Fancy. Además debe pasar tiempo antes de tener sexo, necesito que se haga examenes, no quiero que me contagie con quien sabe que cosa — digo arreglando mis senos en el brasier.

—¿Cómo, cuánto tiempo? Digo, como para prepararnos y acostumbrarnos a un aura constante de tensión sexual y obviamente al inframundo que nos traerá nuestro queridísimo Dios Gobernante — su sarcasmo me hace reír.

—Un mes, mínimo.

—¿Un mes? ¿Por qué mejor no haces un sacrificio por toda la oficina y tienes sexo hoy mismo?

—Ya te lo dije, además eso perjudica mi plan de hacerlo rogar y se tiene que abstener a cualquier tipo de actividad sexual si quiere algo conmigo, no puede ser un polvo y ya — asiente con la cabeza a cada palabra.

—Eres inteligente, jamás me habría imaginado algo así de ti — dice sonriendo, suelto una carcajada por lo que acaba de decir.

—Bien, me voy — tomo mi celular y camino a la oficina de Hades.

Tomo la agenda y un lápiz desde el escritorio que le corresponde a su secretaria, llamo a su puerta y no responde, por lo que abro y lo veo en el sofá, está con la cabeza hacia atrás y con las manos cubriéndose el rostro, lo miro y es una auténtica obra de arte, está solo con camisa y puedo ver a través de la blanca tela, mientras que sus pantalones grises están en el mismo lugar y bajo ellos eso que tanto hace sufrir al pobre hombre.

—Tienes una reunión en una hora con tu papá y con Ymir sobre el presupuesto para las remuneraciones a los nuevos extras del último proyecto — se sienta y me mira durante todo ese rato en el que hablo, mantiene su mirada firme pero como si buscara más allá de lo que le digo y además mantiene las mandíbulas apretadas.

—¿Crees que eso me interesa? — pregunta aparentando tranquilidad — ¡no me interesa en lo más mínimo! Tengo una maldita erección que no baja porque ni siquiera puedo pensar en otra cosa que no seas tu.

—Tal vez y solo tal vez, si no hubieras revisado mi celular no estarías tan complicado como ahora — digo sonriendo con superioridad mientras me acerco a él y mantenemos contacto visual.

—¿Lo hiciste a posta? — pregunta dejando de mirarme y puedo ver su media sonrisa.

—No, pero puedo monitorear la actividad de mi celular y alguien revisó mi galería en el momento en el cual a mi se me había perdido.

—Por eso te preocupaba tanto haberlo extraviado — asiento con la cabeza y vuelve a mirarme — el que estés aquí me complica más las cosas, sobre todo si no dejas que te toque.

—Si tus manos o tu cuerpo no hubiesen tocado a tantas, las cosas podrían ser distintas — camino a su escritorio y dejo las cosas sobre él, me apoyo en el borde.

—¿Esto es por las mujeres que han habido antes que tú?

—No, es por la cantidad de fluidos que han pasado por ti, además de todas esas enfermedades y cuanta cosa. Yo tengo un cuerpo saludable y así mismo lo quiero mantener — digo con la misma media sonrisa que él mantiene.

—Entonces ¿Qué es lo que quieres? Porque sinceramente me confundes, hasta ayer nunca habías querido nada conmigo y ahora vienes aquí toda seductora pero no podemos tener nada por mi culpa…No lo entiendo — se rasca la nuca sin mirarme.

—Quiero comprobar todo lo que dicen, pero no quiero contagiarme nada. Es algo muy claro — digo alzando los hombros restándole importancia.

—¿Por qué ahora? — pregunta levantándose del sofá y caminando hacia mi.

—Porque ahora nadie puede decir que pagué mi carrera o mi auto solo por que esté teniendo sexo contigo.

—¿De eso iba todo? — pregunta con incredulidad frente a mí, levanto la cabeza para poder verlo a los ojos.

—Pues, sí. Y es que tu nunca te preocupaste por lo que dijeran las personas sobre esas chicas a las que desechaste luego de conseguir lo que querías. Yo no quería ser una de ellas, no quiero ser una de ellas.

—O sea que si tendremos sexo, ¿Pero tu vas a decidir cuando?

—Sí — asiento con la cabeza.

—¿Durante ese tiempo no tendré que tener sexo con nadie? — asiento — dime por favor que será poco tiempo.

—Un mes no es mucho — abre los ojos y la boca — y si te llegas a acostar con alguien lo sabré. Y si lo haces, pues olvídate de todo lo que hemos hablado y jamás existirás para mi.

—Pero ¿Cómo se supone que viviré con esto? De alguna manera tengo que bajarlo y no es algo simple — se queja señalando su entrepierna y evito la risa que quiere salir de mi.

—Pues, eso lo solucionas tú, puedes usar tu mano.

—Eso no sirve si pienso en ti ¿De verdad me vas a tener vigilado? — entrecierra los ojos.

—Sí y si llegas a hacer algo, a parte de castrarte voy a hacer que te arrepientas de haber estado con otra teniéndome a mí esperando por ti — digo lo más amenazante posible.

—Aquí tengo secretaria y en el departamento que compartiré con Landon no creo que lo tengas a él vigilando — señala ahora divertido, está viendo que le voy a responder, de seguro está probando si de verdad tendré sexo con él o solo es broma.

—Aquí yo controlo todo el piso y bien puedo conseguir una anciana como secretaria para ti, no creo que vayas con Abuelitas. Y a Landon lo puedo convencer de ser mi espía o también queda la posibilidad de que me vaya a vivir con ustedes — abre la boca sin poder creerlo — conmigo no se juega, Hades.