Capítulo 1: Paula - Una latina pelirroja

Pensamientos y hechos de Paula Mendes - 18 años

31 de Diciembre de 2017

¡Hoy es mi último día de descanso! Después de un largo periodo de vacaciones por las fiestas navideñas, año nuevo y mi pequeño incidente. Hoy es mi último día sin hacer absolutamente nada, sin poder ignorar mi celular, por fin ese sentimiento de impotencia va desapareciendo, va siendo reemplazado por felicidad y adrenalina. Siento que podré volver a tener el control de mi vida. 

Mientras mi familia se alista para la fiesta familiar por año nuevo de la que no estoy “para nada aburrida”, tomo las llaves de mi auto y me dirijo lo más rápido que puedo hacia la tienda de conveniencia más cercana para una misión. Gracias a la aplicación de mapas en el celular es imposible perderse y llego sin problemas, me dirijo a los pasillos pensando que es el último día que podré comer algunos bocadillos como donas o helados pero un sexto sentido me detiene en el pasillo de “Cuidado e Higiene”, ahi veo un anuncio sobre un nuevo tinte de cabello, no es muy impresionante, sin embargo lo que capta mi atención es el lema:

Busca un cambio más permanente

En ese momento lo decido, compro decolorante y un nuevo color para mi cabello. 

En el baño de mi casa sigo todas las instrucciones, me veo por última vez como la chica con tez pálida, ojos negros y cabello caoba. Demasiado normal. Dicen que para modificar al menos un poco el rumbo de la vida se tiene que empezar con un evento alocado. esta es mi locura por fin de año. Me decoloro el cabello y luego lo tiño de rojo. Si, rojo borgoña porque siento que me dará valor para lidiar con todo el dolor de cabeza que tendré en los próximos seis meses y porque me demuestro que puedo ser diferente.

Bajo a la sala para ver a mis padres Rebeca y Paulo, mi preciosa (un poco antipática) hermana menor Raquel (Rachel si hablas inglés), tíos y primos que vienen por la cena de Año Nuevo. Con mi vestido amarillo y mi nuevo look sonrío, solo atino a preguntar:

- ¿Que tal me veo?

- Te ves como chica mala de una película - responde Raquel con una cara muy pensativa.

- Es un cambio muy genuino - afirmaron los demás, un tanto sorprendidos.

Después de una cena llena de risas y mucho cariño familiar, pienso que a pesar de todos los malos ratos que he tenido en todo 2017, esta cena es un buen fin de año. Como casi todos los años salimos con nuestros abrigos y nos acurrucamos en el auto. Papá lo conduce y es así como tengo mi pacífica noche de año nuevo, viendo pasar las doce, en un auto con mi familia y viendo los fuegos artificiales. 

No imaginaba que esta noche sería como el mar calmado antes de la tempestad.

- ¡Feliz año nuevo a todos! - afirmo.