Capítulo 18: Paula

21 de enero

Hoy fue un día normal dentro de clases, de momento estaba logrando mantener el balance entre mi vida escolar y mi vida deportiva. Algunas cosas de mi lista de quehaceres estaban tachadas, lo que me causaba bastante satisfacción personal. Las cosas iban bien con Dominic como mi colega y amigo, habían aceptado mi solicitud para las universidades que había contemplado. 

Estos días fueron viento en popa y agradecia la tranquilidad que me daba sentir ese avance. Al menos eso creía hasta que reviso mis mensajes a la hora del almuerzo en la escuela.

Estaba sentada con Liz y una chica mas, Tiffany, debatiendo sobre la calidad en la comida de la cafetería cuando veo mi teléfono.

- Hola P, ¿podría recogerte de la escuela hoy?

- Hola, ¿pasó algo?

- Te quería comentar algo antes de que alguien más lo haga pero es mejor que sea en persona.

- De acuerdo, hoy salgo a las 4.

- Gracias, nos vemos.

Le explique a Liz que me recogerían hoy y gracias a los cielos se ofreció a dejar a mi hermana en mi casa. Obviamente, también le pagaría el taxi de regreso a su casa por el favor.

Ese mensaje me dejó un tanto ansiosa. Debe ser algo importante para que no haya podido esperar a la práctica del sábado. Veo a mi hermana y a su grupo al otro lado de la cafetería, me acerco pidiendo que me acompañe un momento y le comento de manera rápida.

- Dominic pasará por mi, así que hoy no iremos a casa juntas. Le dejaré a Liz las llaves del auto, ella te llevará.

- ¿Liz?, podría haberme ido con alguien del equipo de porristas.

- Ya le dije y no seas mala gracia. Por esta vez hazle caso a tu hermana mayor - alzando los ojos me contesta que si acepta.

Hago una nota mental para checar un poco mas a mi hermana estos días, su actitud antes no fue tan altanera como ahora.

Llega mi hora de salida y siento un poco de deja vu porque siento como si se repitiera la vez que paso por mi para comer pizza y hablar antes de que comenzaran los entrenamientos.

- Hey - le digo.

- Gracias por aceptar verme sin tanto aviso.

- No te preocupes.

Aparcamos en el estacionamiento de un restaurante chino, cercano a la escuela. El trayecto no fue mucho, pero lo que me sorprendió fue que me pidió que me quedara en el auto. Lo vi ir por unas sodas y volver.

- Aquí tienes, el tuyo es envase de soda pero tiene té verde. 

- Gracias pero ¿por qué nos estamos quedando en tu auto? - le pregunto.

- Quería una conversación privada contigo como colega y como amiga es mejor que lo sepas de mí ¿recuerdas a Danna? - me dice mientras mira a la nada tomando un poco de su soda. No me gustaba el giro de lo que estaba diciendo. Tampoco estábamos en el punto de ser amigos que se cuentan sus nuevos intereses románticos.

- Si, es una de las patinadoras patrocinadas por Hervies - le respondo. 

- Quizás te diste cuenta de que …

- ¿Te gusta? - le pregunto con la intención de tener la charla mas corta posible de ese tema.

- Rayos, no P. Si me di cuenta de que me miraba como un caramelo pero te iba a decir que no es mi tipo.

- Si me di cuenta en como te miraba D, pero tranquilo, cuando se de cuenta que eres un cabezota te dejará de fastidiar.

- Es aquí donde viene mi confesión… 

- ¿Tu confesión?

- Si, en año nuevo, pues me acosté con ella. Estaba pasado de copas y la verdad no lo recuerdo muy bien pero la cuestión es que ella está usando eso para que acepte salir con ella.

Me quedo impactada, definitivamente era mucha información que no necesitaba saber, sin embargo ahi la tenia como balde de agua fría en el cerebro. Seguía procesando qué podría decirle en respuesta.

- ¿Quieres decir que te esta chantajeando?

- Si.

- ¿Te acostaste con una menor?

- Si.

- Eres un idiota.

- También lo sé.

- ¿Y porqué me lo estas contando? Claramente esto es tu problema, no el mío - en eso pensaba que tenía un punto a mi favor, ya que era un hombre soltero consciente de sus decisiones.

- Ayer recibí una llamada de ella, de veras es una pequeña loca, quiere que entrenemos juntos algunos días y salir a citas, de lo contrario se lo contaría a sus padres y ellos atacarian a los míos. Además insinuó que ya no quiere hacer patinaje como solista, lo que me alarmó aún más de hasta dónde quiere llegar.

- ¿Me estas botando? ¿Ya no vamos a patinar? - lo interrumpo.

- No Paula, déjame terminar. En este momento, Yulia y tu son mis mas grandes aliadas.

- ¡Te has metido en un lío a lo grande, me involucras a mi y ahora quieres meter a Yulia en el mismo costal!

Después de los minutos más incómodos del dia le digo.

- Por ahora, quiero irme a mi casa. Ni en un millón de años esperaba esto. En este momento no se como ayudarte.

- De verdad siento meterte en este lío.

- No solo lo lamentes, piensa en soluciones. Lo repito, eres un idiota.

- Me merezco eso.

Dominic me lleva a mi casa y salgo de su auto con un fugaz “Nos vemos luego”, estar en este momento a su lado resultaba muy sofocante.

Entro a mi cuarto y las lágrimas empiezan a caer. Ya no estabamos juntos, entonces ¿Porque dolía?