Conquista en el Hielo

Capítulo 19: Dante

28 de enero de 2018

Era el día elegido, y me había preparado, compré ropa nueva. Una remera de color negro, jeans, zapatillas grises. Me sentía confiado, ahora solo faltaba una sola cosa.

 

- Tia Rita, vuelvo en la noche.

- ¿Impresionando a la vecina?

- Eso espero.

- No corras con ella. Es de esas chicas que necesita su espacio.

 

Luego de prestar atención a sus palabras, me despido. Salgo de casa y solo me toma unos pasos llegar a su puerta. Antes de que toque el timbre, la puerta se abre y aparece mini Mendes, con una mirada de águila, muy característica de ella. Me hace la mueca “te estare observando” y grita en español.

 

- ¡Hermana ya llegó el vecino!

 

Veo salir a una radiante Paula, llevaba unas botas que resaltaban sus lindas piernas y una blusa que la hacía ver muy perfecta. La veo ponerse su abrigo caqui y eso fue el inicio de la tarde.

Vamos escuchando música mientras nos dirigimos hacia el cine, con ella al volante de su auto.

 

- ¿Cuál es tu tipo de música preferida? - le pregunto

- Diría que no tengo un tipo de música preferido … pero de momento me gusta el violín.

- ¿Violín?

- Si, hay una violinista que tiene música muy entretenida, no es sosa ni lenta. Es electrificante, te la recomiendo, es L.S.

- Lo tendré en cuenta.

- Yo te recomiendo Gun and Roses y Nirvana. De regreso los podemos escuchar si quieres.

- Esta bien.

 

Ya en frente a la boletería, ambos no nos decidíamos si ver una película de drama o de terror. Al parecer ella le tenía miedo a las de terror pero no lo iba a admitir, argumentando que la trama de “El juego de Molley” era mejor. En ese momento, pensé en una idea muy atrevida, insistí en la película de terror, si ella se asustaba con algo, podría abrazarla. 

Jugamos piedra, papel o tijera y el destino me sonreía, gané el juego y la película de terror ya estaba por comenzar.

Tenía que admitir que fue una muy buena película. Mi objetivo fue cumplido, le asustaban los demonios que aparecían y me agarró por el brazo, a veces un poco fuerte pero no me quejaba. Esta película, definitivamente estuvo con la mejor compañía.

Me quedé sorprendido cuando me dijo:

 

- Vayamos por unos tacos.

- ¿Taco Bell?

- Hoy se rompe la dieta. Más o menos.

- Vamos entonces.

 

Y me di cuenta que cuando podía, Paula tenía buen diente, ambos teniendo 3 tacos dobles rellenos de carne en el estómago.

 

- Te apuesto un taco más.

- No, creo que ya estoy llena.

 

Nos quedamos hablando de muchas cosas después de los tacos, de sus clases, de lo que nos gustaba hacer en el tiempo libre.

Me sentí un poco bruto (debí haber leído un poco más durante la secundaria), ella, a pesar de no aparentarlo era muy inteligente, sabía muchas cosas de historia y ciencias, simplemente se sentía genial estar junto a ella. Nos reímos mucho.

Tal y como le dije cuando empezó la cita, regresamos escuchando Sweet Child o mine, reproduciendola un par de veces. Sabía que le gustaría esa canción.

Llegamos al vecindario y nos quedamos estacionados. Ella apagó su auto y me dijo.

 

- A pesar de que no soy fan de las películas de terror, la pase muy bien. Prometo darle una oportunidad al rock.

- Yo prometo darle una oportunidad al violín.

 

Por primera vez, sentí que no decía nada incorrecto. Y en unos segundos, me incline y le di un beso. Fue uno rápido pero se sintió muy bien.

 

- ¿Puedo ir a recogerte de tu entrenamiento?

- Sí - esa respuesta aceleró mi pulso.

- Entonces nos vemos luego.

 

Salgo del auto y llego feliz a mi cuarto. Creo que si le gusto a Paula.

 




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