Lucy
Ese día comenzó como de costumbre, sonó la alarma a las seis de la mañana y la apagó enseguida. Llevaba despierta desde el día antes y aún no podía dormir, pero luego de apagar la alarma que se suponía debía despertarla se sintió todo un desastre. Se levantó de la cama, fue a la cocina por un vaso de agua y se acostó a dormir. Se obligó a hacerlo.
Volvió a despertar, esta vez sin alarma, se quedó mirando al techo, sintiéndose una inútil, se levantó de su cama, fue al baño, se contempló al espejo; se veía desaliñada, con ojeras y pálida por no salir. Sonrió como si nada pasara. Regresó a su cuarto, se sentó en su cama y agarró su teléfono; en la pantalla apagada vio su reflejo. «Estúpida», suspiró y encendió la pantalla. Tenía mensajes en Whatsapp.
Adrien:
¿Puedo hablar contigo?
Ese era el primero de los mensajes, había sido enviado a las doce y once. «¡Volvió! ¿De qué querrá hablar?»
Adrien:
Hablemos, me preocupas :(
¿Cómo está Adam?
«¿Le preocupo? ¿Adam?» inhaló profundo y exhaló; «había pensado que no volveríamos a hablar, pero lo ha hecho, ¿por amor? ¿Ha llegado mi momento de vivir un momento de película con un reencuentro que termina en un beso apasionado?... No, contrólate, solo se preocupó un poco, tal vez se acordó de mí de casualidad y quiso saber si estaba bien»
Ella quería equivocarse, que no fuera simple preocupación trivial o hipócrita, aunque a la vez sentía no merecerlo, por el momento, por lo antes hecho, por todo. Aun así, se decidió a responderle.
Lucy:
Perdón por no contestar, estaba dormida
Sí, dime ¿de qué quieres hablar?
Escribió y se quedó mirando al chat. Pasaban los segundos y se impacientaba «¿Qué querrá decirme?… Tal vez viene a decirme que me odia y que todo lo que hice estuvo mal… Tendría razón». No era común en ella sobre pensar las cosas, pero sin Adam ella tomó su papel, sobre pensando y creando escenarios ficticios. Estaba sumida en sus pensamientos; de la nada se volcó su tren de pensamiento. Al escuchar la notificación de un mensaje, brincó un poco del susto.
Tomó su teléfono y, entrecerrando los ojos para evitar ver, con miedo, revisó de qué se trataba. Era un mensaje de Adrien.
Adrien:
¿Dormías a esta hora?
«Lo sé, soy patética...»
Lucy:
Sí, lo sé, soy un desastre
Adrien:
¿Te sientes bien?
«No, pero no te lo quiero decir, no quiero que acabe como la última vez».
Lucy:
Dime de qué quieres hablar, estoy ocupada, tengo una cita
Adrien:
Me alegro, ¿estás saliendo con alguien?
«¿Qué? ¡No! ¿Qué dije? Solo quería parecer ocupada, tonta, tonta, tonta».
Lucy:
Si
Se llama Dor y de apellido Mir
«Listo, arreglado, eres un genio, Lucy»
Adrien:
No está bien dormir tanto
«Ojalá durmiera "tanto"»
Lucy:
Sí, sí, ¿no querías hablar de algo?
Adrien:
Si
Quiero saber ¿cómo estás?
¿Ya comiste?
¿Cómo has estado estos días?
«Awww, qué atento, no quiero mentirle y decirle que estoy mal, como a deshora y que así ha sido todos estos días».
Lucy:
Viva, ayer comí; he estado
Adrien:
Cuidado, es ilegal portar armas
Lucy:
¿Eso a que viene?
Adrien:
Es que están muy cortantes esos mensajes :/
«¿De verdad quiere que sea cariñosa y este bien con mi mejor amigo en coma?...»
Lucy:
¿Y qué quieres que te diga? ¿La verdad? ¿Qué estoy mal, no he comido porque estaba durmiendo de más como un despojo humano y he estado así últimamente?
«Tal vez solo le intereso de forma superficial y su preocupación es solo por lastima...¿Por ese estúpido beso verdad?»
Lucy:
No quiero tu lástima; ese beso no se repetirá porque te preocupas por mí y que yo me sienta bien no cambiará que Adam está en coma
Lucy se sentía frustrada, inestable emocionalmente y, por qué no, enojada, pero con ella, sin embargo, ahí estaba, volviendo a alejar a las personas. Aunque no quería que se alejara, quería que le dijera que no era lástima sino preocupación real. Tampoco estaba segura de no querer que se repitiera el beso, era cierto que había sido el causante de todo, pero parte de ella quería enamorarse, no lo estaba, pero tal vez con él sí podría.
Adrien estaba escribiendo, ella se sentía casi completamente segura de que había sido muy dura con lo que dijo y él se alejaría de ella, pero no quería solo cambiar de opinión de repente, no se sentía orgullosa del caos en su mente.
Adrien:
Perdón por todo, de verdad, pero no es lástima; quiero apoyarte, no para besarte, sino porque genuinamente me preocupo por ti. Que estés bien no cambiará la condición de Adam, por desgracia, pero estar así tampoco lo hará y si me permites que te lo diga, a Adam le dolería verte así por él
«¿Lo dijo? ¡Lo dijo! ¡No es lástima! pero... No quiere besarme... Auch, me lo busque» iba pensando mientras leía «"A Adam le dolería verte así..."» Se quedó mirando esas palabras, sin saber cómo sentirse, ni que decir ahora.
Adrien:
Podemos ser amigos. Sé que no tienes otro aparte de él.
«Bueno, eso está muy bien»
Adrien:
Perdón por mencionarlo, ahh, soy un tonto.
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Editado: 20.11.2024