Contigo, hasta la luna

ALEXANDER

Este día iba perfecto, con Niall de viaje y la casa prácticamente sola, no había nadie que me dijera nada acerca de mi salida con Emily.

La última vez que la vi fue esa mañana en química y pasamos toda la clase discutiendo razones para no volver a ver la película del lunes, puede que sea tonto, pero realmente me divertí con ella.

 

No me arreglé mucho en la tarde, ya que solo quedamos para ir al parque de diversiones, me vestí con una simple playera blanca y pantalones de mezclilla y salí a caminar antes de ir por ella.

 

Cuando saqué el coche del garage y justo vi como Emm gritaba algo por lo que estacioné frente a su casa e intervine en la pelea que tenía con el idiota de su ex.

 

Luego de llegar al parque ella me jalaba del brazo entre los juegos y yo solo reía y la seguía.

 

–¡Vamos! ¡quiero un peluche de panda Alex! no es tan difícil.– decía obligándome a jugar con unos dardos en uno de los puestos.

 

–Eres demasiado terca e impaciente para estas cosas.– contesté volteando a verla y sonreí al notar lo concentrada que estaba en mis movimientos. Luego de dos segundos viéndola ella notó que no estaba jugando y tomo mi brazo.

 

–Como digas, pero juega, ¿quieres?– insistió y la dejé ganar.

 

Tiré el último dardo y el chico del puesto nos entregó un estúpido peluche del estante, se lo di a Emily y sonrió

 

–¿Nunca habías ganado uno?– pregunté y ella negó con la cabeza.

 

–A Gregory no le gusta jugar este tipo de juegos, dice que son una pérdida de tiempo y eso.– se encogió de hombros y sonaba algo decepcionada y la tomé de los hombros.

 

–Gracias a dios que yo no soy Gregory.– dije y ella sonrió– por cierto, ya que gané tu panda, me debes algo– ella negó y yo sonreí

 

–Imposible.– dijo señalándome con su dedo índice pero acercándose a mí.

 

–Pues yo lo veo posible.– declaré acercándome más a ella y notando como se ponía tensa.– además se ha vuelto un hobby para mí el mostrar que te equivocas, princesa.– giró los ojos y yo sonreí.

 

–Eres un idiota.– dijo escondiendo una sonrisa.

 

–Debes dejar de hacer eso Emm.– me miró confundida.

 

–¿Hacer qué?– respondió casi en un suspiro.

 

–Decir cosas que hacen que quiera besarte.– dije acercando mi cara un poco más.

 

–¿Y por qué no lo haces?– sonaba nerviosa y yo sonreí.

 

–La cosa es que si te beso ahora...no sé si voy a querer parar después.– cerró los ojos y terminé de llenar la distancia que nos separaba.

 

Luego de eso ella se separó de mí y me miró a los ojos.

 

–Emm....¿quieres ir a la rueda de la fortuna?– preguntó aún sonrojada y asentí tomando su mano.

 

–Contigo iría a cualquier lugar.– sonreí recordando lo que dijo en la fiesta la vez pasada.

 

–¿Hasta la luna?– añadió casi como si leyera mi mente y apreté su mano.

 

–Hasta la luna gremlin– despeiné su cabello y reímos camino a la rueda.

 

Luego de una hora más siguiéndola por todo el lugar decidimos que era hora de irnos, tomamos los 5 peluches que conseguí y los metimos en la parte de atrás del coche.

 

–¿No me dejarás quedarme ni siquiera uno?– dije y ella negó con la cabeza.– vamos, solo dame la jirafa, no pido más.– se lo pensó y al final asintió.

 

–Vale, pero la próxima iremos a donde yo elija.– besé su frente y le dije que sí.

 

Todo estaba resultando perfecto, incluso conseguí una jirafa para Aisha, mi hermana. Justo cuando creí que nada podía ir mal tenían que arruinarlo.

 

Llegamos a la casa de Emily y estaba dejándola en la entrada, pero mi celular sonó, realmente no quería contestar así que lo dejé sonar, hasta que llamaron por tercera vez y Emily lo tomó.

 

–¿Quién insiste tanto?– preguntó y miró la pantalla– creo que deberías contestar Alex, es tu madre.–

 

Miré la pantalla del celular y vi el nombre de mi mamá por lo que le pedí a Emily un segundo para contestar. Me alejé pocos metros y ella estaba al tanto de mí a la distancia.

 

–¿Qué pasa? ¿Tu nuevo novio te abandonó en Cancún?– dije al contestar la llamada y mi madre suspiró al otro lado de la línea.

 

–También te extraño cariño.– giré los ojos y ella siguió– solo quiero avisarte que iremos a una cena con unos amigos de Niall el domingo.–

 

–No pienso ir.– respondí cortante.

 

–Vamos Alex, no tienes que arreglarte mucho, solo cenaremos y volvemos a casa, además tienen a una hija de tu edad, podrás hablarle, incluso va en tu escuela y sus padres están muy interesados en que se conozcan.– eso fue el colmo.

 

–¿En serio? Además de voltearnos la vida de cabeza a Aisha y a mí, ¿también se toman el lujo de decidir a mi posible pareja?.– ella solo respiró y Emily se acercó un poco, pero le pedí espacio, lo último que quería era meterla en mis peleas familiares.– no tengo tiempo para esto madre, pensaré lo del domingo, pero no prometo nada.– colgué y volví con Emily.

 

–¿Estás bien? te veías algo enojado ¿quién era?– se veía preocupada, pero estaba demasiado enojado para responder a todo.

 

–Nada, solo problemas familiares, no necesitas saber.– contesté algo distante y su expresión cambió.

 

–Alexander, te marqué estando en mi punto más bajo como para que vengas a decirme que no confías en mí.– gruñó

 

–No dije eso Emily, pero no estoy de humor, solo entiende eso ¡no todos tenemos los padres perfectos y la vida planeada!– solté sin más y ella me miró sorprendida con lágrimas amenazando con salir de sus preciosos ojos verdes

 

«Mierda»

 

Me di cuenta de lo que salió de mi boca y me acerqué a ella, pero se alejó despacio.




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