La vida y la muerte están atadas por un fino hilo llamado: Tiempo. Aveces es largo, otras muy corto. No cree en el bien, tampoco en el mal, su pocisión ante los humanos es neutral. Todos los que se enfrentan a él terminan muertos. Tarde o temprano, sus vidas se acaban.
Las maldiciones perduran por generaciones enteras, hasta que nace la magia. Esa que puede liberar el destino y perdonar las almas culpables para que vuelen libres hasta un nuevo futuro. No importa cuantos paguen condena, ninguno lo entiende, nadie puede vencer al Tiempo. No se destruye porque es eterno, no se hiere porque no tiene cuerpo.
“El Tiempo es vida, también es muerte, es el olvido junto al recuerdo.”