Capítulo 3 : Un poco más divertido

Jessica

Estábamos todas reunidas en la mesa.

—Cuéntanos Jessica, ¿te gustó el recorrido por la universidad? —preguntó mi Tía Aura.

—Sí, es bonita—  respondí.

—Y una de las en mejores ciencias.

— ¿Cómo está Terrence? —preguntó Mamá, últimamente pregunta mucho por él.

—Casi no hablo con él mamá, pero está bien.

—Tienes que hablar con él hija, ahora está pequeñito y tienes que establecer lazos con él.

La miré, se está yendo lejos otra vez.

—Sí, mamá aunque te sorprendería lo rápido que está creciendo.

—Espero que su mamá lo mande pronto para jugar con él, y de paso podrías conocer a su otro hermano, mmm ¿Cómo se llama? Siempre olvido su nombre.

—Joshuad, se llama Joshuad, lo conozco es el mejor chico.

—Sí, es un buen niño.

Terminamos de cenar y fui a tomar una ducha.

Mientras el agua caía por mi cuerpo desnudo y pasaba mis manos quitando la espuma del jabón no pude evitar pensar en Joshuad.

Su boca en mi cuello, sus manos en mis pechos, su cuerpo, su cercanía, la forma en que besa, su lengua, su pelo. Cerré la llave del agua y respiré. Lo necesito.

Me puse unas bragas y mi bata de dormir.

Tomé mi celular y le envié un mensaje.

Toc toc

A los pocos minutos me contestó.

¿Quién es?

¿Puedo pasar?

Tú, siempre. ¿Cómo estuvo tu día amor?

Agotada, fui a ver la universidad, las clases comienzan este lunes.

Uys, me mantendrán a mi niña ocupada.

Esta niña te extraña y no sabes cuánto.

No creo que lo haga más que yo a ti.

¿Quieres apostar?

A ver.

Cada vez que me baño no puedo dejar de pensar en ti,

Tocándome, besándome, haciéndome tuya en posiciones

Que no imaginas, me urges, no sabes cuantas ganas te tengo.

Puedo darme una idea porque me pasa exactamente igual.

Mi teléfono está lleno de fotos tuyas y mi cabeza de cosas

Indebidas que quiero hacerte.

¿Cuáles cosas?

Joshuad

Estaba en el patio con Teresa cuando me llegaron los mensajes de Jessica.

No puedo dejar de pensar en ti.

Mi imaginación estaba respondiendo a las provocaciones de mi hermosa novia, haciendo vibrar otras partes de mi cuerpo.

— Papi, ¿vamos a jugar? —preguntó Teresa.

—Claro, princesa, solo necesito unos minutitos a solas, ven vamos adentro para prepararte tu merienda.

Entre a la casa con Teresa, encendí la televisión en su canal de caricaturas y saqué un juguito y un par de galletas de la nevera.

—Aquí tienes preciosa, papi irá un rato a su habitación, tiene una llamada importante, no te muevas de acá.

—Está bien, papi.

—Si pasa algo me tocas la puerta, ¿sí?

—Sí.

Entré a mi habitación le puse seguro y bajé la intensidad de la luz.

Estoy en mi habitación.

¿Qué sucederías si estuvieras aquí?

Comencé a grabarle una nota de voz—Me acercaría a ti, besaría tus labios, deslizaría mis manos por debajo de tu ropa, perdiéndome en tu cintura mientras nos recostamos en la cama lentamente.

Amor, ¿qué llevas puesto? —me envió una foto.

Que belleza.

La ropa me molesta deberías venir a quitármela.

Me harás tomar un avión y cogerte en el mismo aeropuerto.

Solo de imaginarte desnuda me pones mal.

Si vieras como me tienes ahora te enloqueces.

¿Cómo te tengo?

Me envío una foto de su mano dentro de su ropa interior.

Amor.

Mi miembro ya no soportaba más estar encerrado dentro de los pantalones, quiero hacerle el amor a esa mujer.

Jessica me envió un audio.

—Me urges, te necesito aquí haciéndome el amor y tocándome de la manera como solo tú sabes hacerlo, quiero que me folles duro y que me tiemblen las piernas al día siguiente, que me vibre todo de solo recordarlo, hazme tuya.

Mis oídos estaban bendecidos, mi nena se estaba dejando llevar y la tenía tan lejos.

¿Puedo verte? Hay unas cosas que necesito susurrarte al oído.

Videollamada entrante.

Desde ese día todo se volvió un poco más divertido y empecé a ponerle contraseña al celular.