PROLOGO

"Bennett, es hora de que te establezcas con alguien".
Miré hacia arriba desde donde estaba descansando en mi sofá VIG Chesterfield, a mitad de turno para evitar sangrar el material, como me había entrenado para hacer. Al pie de él estaba mi madre, quien me estaba lanzando una mirada de desaprobación tan profunda que casi, casi hice un movimiento para sentarme correctamente. Su expresión era la definición de decepción.

Nariz delgada hacia arriba, labios rojos diabólicos crispados. Ya sabía hacia dónde se dirigía esta conversación y dejé que mi mejilla cayera sobre el cuero frío con un suspiro.

"¿Esto de nuevo?" Yo dije.
"Tienes casi treinta, Bennett", dijo, cruzando los brazos sobre el pecho, las muchas pulseras forradas con diamantes en sus brazos tintinearon mientras se movía. Su cabello oscuro estaba atado en un moño apretado en la parte superior de su cabeza, lo que le daba un aura severa.
Le levanté una ceja. "Tengo veinticinco años. Realmente no creo que esté cerca de los treinta".
"Tu padre y yo nos casamos cuando teníamos veintidós años", dijo con total naturalidad. "Es hora de que dejes de hacer el tonto, crear escándalos y hacer que nuestra familia quede mal".

"No hago quedar mal a nuestra familia—"

"—Y es hora de que comiences tu propia familia para que podamos darle una ventaja al próximo sucesor de nuestro negocio", continuó.
Me puse en una posición sentada, asegurándome de alisar mi chaleco, no fuera a darle algo más de qué quejarse. "Entonces, ¿esperas que conozca a alguien hoy y me enamore de él, me case y tenga hijos? No funciona así.

Bueno, tal vez lo haga hoy en día con todas las aplicaciones de citas, pero estoy así no."

"Hay muchas mujeres jóvenes interesadas en ti. La hija de Cecil ha estado pidiendo tu mano en matrimonio desde que ustedes dos tenían cinco años. Ella también es muy hermosa".

Le levanté una ceja. "Los matrimonios arreglados legalmente ya no son una cosa en Estados Unidos.

Estamos en 2015, no en 1765. No quiero casarme con alguien solo porque eso ayuda a nuestro negocio".
"¿Quieres un matrimonio hecho de amor?" preguntó, su voz adquiriendo un tono duro. "Las familias ricas se casan con otras familias ricas para mantener su riqueza. Es lo que todos nuestros antepasados ​​han hecho antes que nosotros y lo que continuaremos haciendo. Así es como mantenemos vivo nuestro negocio".

Discutir con ella fue infructuoso. "No estoy interesado en el matrimonio en este momento, eso es todo".
Cerró la pequeña distancia entre nosotros, flotando sobre mí de manera intimidante. "Te he dado veinticinco años de libertad. Te he dado todo lo que siempre has querido. Todo lo que te pido es que me pagues con la promesa de mantener vivo nuestro negocio".

"Y lo haré, pero no ahora", respondí con firmeza. El negocio no iría a ninguna parte en mucho tiempo. Básicamente éramos los nuevos Hilton. ¿Qué le estaba comiendo? ¿Por qué de repente estaba tratando de imponerme esto?
"No tienes más opción en este asunto. Si no te calmas, tomaré tu auto y tu casa".
"Soy dueño de esta casa y de mi coche. No puedes amenazarme con eso".

Mi mamá sonrió con crueldad y sentí un escalofrío recorrer mi espalda. "¿Crees que no puedo encontrar una manera de evitar eso?"

Por mucho que deseara que estuviera bromeando, sabía que no lo estaba. Me levanté del sofá, colocando mi mano sobre mi bolsillo donde estaban las llaves. "Espera un segundo."

"¿Esperar para que?"

"¿No es esto un poco abrupto? Necesito tiempo para pensar en ello primero. No puedes simplemente irrumpir aquí y esperar que yo esté de acuerdo con esto".
"No debería ser una sorpresa, Bennett. Puedes agradecerle a tu hermano por eso".
Una oleada de calor recorrió mi cuerpo. Mordí mi labio, apretando mis manos con tanta fuerza que mis uñas se clavaron en la piel de mi palma.

No caigas en eso , me advertí. Ella solo quería que retrocediera.
Y sabía dónde le dolía más.
"Tu hermano no me daría tanta molestia."
"¿Cómo puedes usar a Lee en mi contra?" Dije con fuerza.
"Es tu elección, Bennett".

"Yo ... encontraré a alguien." No era como si tuviera elección. Solo tenía que pensar en una forma de salir de eso. Con rapidez.
"¿Podrías?"
"Sí."
"Bien."
"Sin embargo, quiero que me des un año".
Sus ojos se entrecerraron. "¿Un año? ¿Para qué, exactamente?

"Me gustaría encontrar a alguien por mi cuenta. Luego, cuando termine el año, te la traeré y hablaremos sobre el matrimonio. Realmente no puedes esperar que de repente conozca a alguien y me case con ella, ¿verdad?". ¿Tú? Al menos déjame conocer a algunos de los otros candidatos primero ".

La habitación estaba en un silencio sepulcral mientras mi madre contemplaba mi oferta.

Podía sentir el sudor formándose en la parte de atrás de mi cuello. Si tan solo estuviera de acuerdo con mi propuesta, entonces podría tener más tiempo para decidir qué hacer con el ultimátum que me había dado. Si decía que no ... ¿qué podría decir contra ella cuando usara a Lee como palanca?

"Seis meses", dijo finalmente.

"¿Seis?"

"Puede tener seis meses para cortejar a alguien", admitió. "Ni un día más. Cuando se acabe el tiempo, debes traerme a la chica que elijas y yo decidiré si se le permitirá casarse con un miembro de nuestra familia. Si fracasa, te casarás con quien yo elija".
Por supuesto, habría condiciones. Siempre hubo condiciones. "Bien," estuve de acuerdo, sabiendo que ella se saldría con la suya sin importar qué. Tuve que tomar lo que pude conseguir.

Las arrugas de su frente se relajaron y sonrió. "Bien. Puedes quedarte con tu auto. Asegúrate de venir a trabajar hoy. Hay alguien a quien necesitas despedir".

"Entiendo," respondí, mirando como ella giraba sobre sus talones y se alejaba de mí.
Tan pronto como se fue, me derrumbé de nuevo en el sofá, sintiendo un dolor de cabeza.¿Por qué se mostró tan inflexible sobre el matrimonio? Estaba perfectamente satisfecho con la forma en que estaba viviendo mi vida: satisfactoria y sola. No sentí la necesidad de una novia. E incluso si tuviera alguna de esas necesidades , podría encontrar un socio dispuesto en el bar local.