Medir la temperatura corporal correctamente es fundamental para evaluar el estado de salud de una persona. A continuación, se describe la metodología para hacerlo:
1. Preparación
Asegúrese de contar con un termómetro limpio y en buen estado (puede ser digital, de mercurio o infrarrojo).
Lávese las manos antes y después de medir la temperatura.
Si usa un termómetro de mercurio, agítelo para que la columna de mercurio baje por debajo de 35°C.
2. Selección del lugar de medición
Elija el lugar adecuado para medir la temperatura:
3. Procedimiento según el lugar
a) Axilar
Coloque el bulbo del termómetro en el centro de la axila.
Asegúrese de que el brazo esté firmemente apoyado contra el cuerpo.
Espere entre 3 y 5 minutos (para termómetros de mercurio) o hasta que el termómetro digital emita un pitido.
Retire el termómetro y lea la temperatura.
b) Oral
Coloque el bulbo del termómetro debajo de la lengua.
Pida a la persona que cierre suavemente los labios (sin morder el termómetro).
Espere entre 3 y 5 minutos (para termómetros de mercurio) o hasta el pitido (termómetro digital).
Retire el termómetro y lea la temperatura.
c) Frontal (infrarrojo)
Coloque el termómetro a unos 2-3 cm de la frente.
Asegúrese de que la piel esté seca y libre de sudor.
Presione el botón y espere unos segundos para obtener la lectura.
4. Interpretación de resultados
Temperatura normal: 36.1°C - 37.2°C.
Febrícula: 37.3°C - 37.9°C.
Fiebre: 38°C o más.
5. Limpieza del termómetro
Limpie el termómetro con alcohol isopropílico o agua jabonosa después de cada uso.
Guarde el termómetro en un lugar limpio y seco.
Siempre consulte a un médico si la temperatura está fuera del rango normal o si la fiebre persiste.