¡Feliz cumpleaños a ti!-cantaron al unisono todos los invitados.
Era la 1 de la tarde cuando llegue de la preparatoria; estaba tan exhausta que no me percate de que mis tios se encontraban en la cocina hasta que deje mi mochila en la sala, no vienen muy amenudo, asi que me acerque para saludarlos cuando derrepente escucho un "¡SORPRESA!". Mis papás, tios, primos y abuelo estaban del otro lado de la mesa con un pastel de banana fish con un 18 en medio, no habia esperado esto, solo sonreí sin pensarlo y agradecí a todos por acompañarme ese día.
Una semana antes mi mamá me habia preguntado si queria festejar mi cumpleaños, pero me límite a pedir algo porque estaba tan atareada estudiando para el examen de admisión que solo dije que hiciera mi comida favorita; papas fritas con milanesa de pollo empanizado. Mi mamá dio de comer eso y aparte compro ensalada de frutas que vendía mi vecina. Doña rosa es tan linda conmigo, lleva toda su vida viviendo en el vecindario, le toco cambiar mis pañales cuando mi madre tuvo que ir de emergencia al hospital por un accidente que mi abuelo sufrió, es como de la familia. Hizo más de 5kg de ensalada y ella misma la repartio entre todos los invitados.
Estuve tan feliz.
Estaba apunto de anochecer, todos se fueron a sus casas, mi papá y hermano se quedaron limpiando la casa. Mi mamá me llamó al cuarto y dijo que habia una caja especial para mi en la cama, me acerque a abrirla, era nada más y nada menos que una saga de libros que tenia bastante tiempo queriendola leer, la abracé y a mi mamá también.
Ya eran las 10 de la noche cuando sali de la ducha, me puse una pijama negra con blanco, me aventé a la cama y comencé a leer el primer libro.