Corazón bajo fuego - Changbin Skz

Capítulo 21

Desperté sintiendo un ligero mareo y algo de confusión. Al abrir los ojos, reconocí el familiar entorno del área médica. Sentí una vía en mi brazo que me suministraba suero. Instintivamente, intenté levantarme, pero una mano firme pero gentil se posó en mi brazo, deteniéndome.

—No te levantes todavía —dijo una voz que reconocí al instante. Era Changbin, sentado a mi lado en una silla.

—Espera a que Seungmin u otro médico llegue para revisarte —continuó, mirándome con preocupación.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy aquí? —pregunté, aún algo desorientada. Pude ver a Félix en la camilla de al lado dormido y nada más, no habían otros soldados o médicos.

Changbin me observó con sorpresa, como si no pudiera creer lo que estaba oyendo.

—¿No te acuerdas de lo que sucedió? —preguntó, sin apartar la mano de mi brazo. De alguna manera, su contacto me reconfortaba.

Intenté hacer memoria, pero todo estaba borroso, entonces Changbin comenzó a hablar.

—Anoche fui al área médica a recoger los documentos del día. Cuando Seungmin fue a darme los papeles, —hizo una pausa— recibió una llamada en la que se escuchaban claramente tus gritos.

De repente, todo volvió a mi mente en un torrente de recuerdos. Las imágenes de la noche anterior se agolparon en mi cabeza.

—Ah...ya—dije mientras recordaba con claridad lo sucedido. Sentí una pesadez en el pecho.—¿Qué pasó con el chico? Está vivo, ¿verdad? ¿Lo atraparon? —pregunté, temerosa de la respuesta.

Changbin se cruzó de brazos y apartó su mano de mi brazo, lo cual me dejó una sensación de vacío.

—Ese estúpido está ahora mismo bajo nuestra custodia. Está en una pequeña área del edificio central destinada para prisioneros. Lo tienen allí para, en cuanto recupere fuerzas, empezar a interrogarle.

No respondió exactamente lo que quería saber, así que pregunté con urgencia:

—¿El chico está bien? ¿Su herida está bien?

Changbin se mostró visiblemente molesto.

—¿Por qué te preocupas por ese chico que casi te mata? —dijo con un tono que denotaba frustración.

Fruncí el ceño.

—Porque, al fin y al cabo, es un ser humano y yo soy una doctora. Sea quien sea, siempre me preocuparé por su salud como humano.

Changbin suspiró, evidentemente molesto.

—Está vivo, Seungmin se encargó de curar y cerrar la herida. La bala no le dio de lleno, así que solo fue un rasguño. ¿Tú cómo estás? —me preguntó entonces, cambiando el tema.

Tomé un momento para pensar y comprobar cómo me sentía. Me dolían un poco la barriga, el cuello y la cara. Fui a tocarme la cara, pero Changbin agarró mi mano con suavidad y negó con la cabeza.

—No te toques. Por suerte no son heridas graves, pero tocarlas puede infectarlas.

Sonreí ante su comentario. Era tierno que me cuidara así después de todas las discusiones que habíamos tenido hasta el día de hoy.

—Gracias, Changbin —dije, mirándolo a los ojos.

Este soltó una pequeña risotada.

—Últimamente me tuteas mucho eh, voy a tener que empezar a hacer lo mismo —soltó sonriendo de lado.

Changbin abrió la boca para decir algo más, pero se detuvo al ver entrar al moreno por la puerta. La sonrisa que se dibujó en el rostro de Seungmin al verme despierta fue inmensa. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia mí y me dio un abrazo tan fuerte que apenas podía respirar.

—¡Dana! —exclamó, sujetándome con fuerza—. ¡Gracias que estás bien! Estaba tan preocupado... ¡Te juro que casi me da un infarto cuando me llamaste!

Me soltó finalmente y comenzó a hablar rápidamente, apenas dándome tiempo para procesar sus palabras.

—No sabes lo asustado que estaba. La próxima vez que te vayas sin decir nada, te mataré yo mismo. ¿Cómo pudiste hacerme esto? —me dio un suave puñetazo en el hombro, haciéndome quejarme mientras me sobaba el lugar golpeado.

—Seungmin, lo siento mucho. La próxima vez avisaré a alguien antes de salir, lo prometo —dije, tratando de calmarlo.

Pero Seungmin no estaba listo para perdonarme tan fácilmente.

—Eres una gran tonta, ¿sabes? —su voz se quebró y sus ojos comenzaron a brillar y pude notar sus lágrimas, pero esta vez las contuvo—. No vuelvas a hacerme esto nunca más.

—Lo siento de verdad —repetí, sintiendo una mezcla de culpa y alivio por su preocupación.

Changbin, que había estado observando en silencio, intervino.

—No deberías salir sola en ningún caso. La próxima vez, llámame a mí o a alguno de tus amigos, pero jamás vuelvas a salir sola. ¿En qué estabas pensando? —dijo con firmeza.

Fruncí el ceño, molesta por su tono, pero no tenía fuerzas para discutir.

—Seungmin, ¿puedes ir al escritorio y coger el papel que hay doblado en el cajón? — le pedí

Este hizo lo que le pedí sin preguntar, y cuando me entregó la nota, extendí el brazo y se la di a Changbin.

Changbin leyó la nota en silencio, y vi cómo su expresión cambiaba de sorpresa a furia.

—¡Pero será...! ¿Cómo pudiste creer en esto? —me recriminó—. Yo habría hablado contigo directamente, jamás te citaría a esa hora de la noche fuera del área militar. ¿Qué clase de capitán militar sería si pongo en peligro a los civiles a los que tengo que proteger?

Sentí que mi cara se calentaba de vergüenza y frustración.

—Yo también lo vi extraño, quise preguntarte en el comedor en la hora de la cena, pero no te encontré, así que pensé en reunirme contigo "tal y como me escribiste en la nota"—intenté justificarme.

Changbin suspiró, visiblemente molesto, pero intentó calmarse.

—Dame tu móvil—dijo sin más, extendiendo su mano.

Yo miré a mi al rededor, pero no sabía donde estaba. Seungmin volvió al escritorio y me trajo el teléfono.

Yo suspiré.

—Chan me lo entregó, estaba tirado donde arrestaron al chico— comentó.

—Aquí está— dije a la vez que le daba el móvil a Changbin.

Este se puso a teclear algo y luego me lo devolvió.

—Ya tienes mi número en tu agenda, que no se te ocurra volver a hacer eso. No sé porqué no lo guardaste el día que te lo apunté en un papel—dijo en un suspiro bastante molesto.




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