Corazón desfigurado

CAPÍTULO 6

—¡Papi! —gritó Danika con entusiasmo entrando en la oficina de su progenitor.

—Mi niña hermosa, ¿qué te tiene tan entusiasmada? —contestó con cariño, dejando a un lado los documentos que revisaba.

—Por fin Lucien será mío. —Empezó a saltar como una niña.

—¿Cómo lo has conseguido? —Thelonious Harmon se acomodó mejor en su sillón; le interesaba en gran medida lo que había hecho su amada hija y más lo que podía obtener con ello.

—Pues… —Danika se acomodó en el gran sofá, cruzó sus piernas y brazos, con una actitud más demandante que la mimada del inicio—. Te lo resumiré, Lucien necesita un heredero y me ofrecí a llevarlo en mi vientre. 

—Eso quiere decir que se casará contigo. —Se levantó emocionado, no fue una pregunta, él solo lo afirmó por lo que su hija le dijo, Thelonious estaba recibiendo la mejor noticia de su vida.

—Por el momento no, él solo quiere un vientre para su hijo —profirió Danika con fastidio.

—Al menos te acostarás con él, así lo conquistarás.

—Tampoco…

—Entonces, ¿por qué afirmas que será tuyo? —El mayor volvió a sentarse, desanimado—. No te casarás con él ni tampoco te lo llevarás a la cama, pero llevarás a su hijo.

—Si él me llama y dice que sí a mi petición, sé que lo hará —dijo segura.

—Déjame entender. —El tono del señor Harmon era sereno, ocultando el enojo que en verdad sentía—. Me estás diciendo que te ofreciste a llevar al heredero Fornax, pero que ni siquiera te ha dicho que sí, ¿estás segura de que él aceptará? —Él lo veía dudoso—. Sé que son amigos desde hace muchos años, pero… 

—Papá. —Danika lo interrumpió con voz seria—. Si te digo que Lucien será mío, es porque será así, verás cómo mañana mismo me llama para aceptar mi propuesta, ahora… —Se incorporó con elegancia del sofá, se acercó a su padre y le depositó un beso en la mejilla—. Me iré a dormir, debo estar fresca como una rosa para mañana, ya que será el comienzo de mi nueva vida junto al hombre que amo.

Lo único que Thelonious sabía era que si su hija había conseguido la brecha que necesitaba para entrar más en la vida de Lucien, él tenía que sacar provecho de eso. El día antes de que el patriarca de los Fornax falleciera, tuvo una reunión con Lucien para presentar un proyecto de agua potable para el complejo de casas que su compañía constructora estaba haciendo, pero este lo rechazó de inmediato, alegando que no tenían presupuesto para ello.

La idea era buena y lo iba a hacer ganar mucho dinero, y vaya que lo necesitaba, pues su empresa estaba en números rojos, pero no fue aceptada. Entonces, si su hija conseguía que él la eligiera para llevar al heredero que necesitaba, tomaría provecho de eso, solo debía esperar.

Danika fue directo a su baño para quitarse el maquillaje, luego se limpió con sus productos que le dejaban la piel suave. La joven tenía un cuidado muy especial con ella misma, mantener su belleza era muy importante y eso la hacía ver superficial, una de las razones por las que Lucien la dejó cuando ellos eran más jóvenes.

Se bañó con una gran sonrisa, secó su cuerpo y se colocó el pijama con el que dormía sin eliminar la expresión de que había ganado de su cara. Como estaba loca porque llegara el día siguiente, tomó una pastilla para conciliar el sueño mucho más rápido, quedando rendida a los pocos minutos de tomarla.

Un nuevo amanecer y una alarma que sonó despertaron a Danika, quien vio todo más brillante, todo más perfecto. Se levantó sintiéndose la princesa de un cuento, en donde al final del día se encontraría con su príncipe amado.

Fue al baño para cumplir su rutina matutina y, con el mismo pijama, salió de su habitación hacia el comedor, donde el desayuno a esa hora siempre estaba listo sobre la mesa por sus sirvientes.

Cuando llegó allí, su padre ya bebía su acostumbrado café mientras leía las noticias en su iPad.

—Muy buenos días, querido padre —dijo, sentándose a su lado derecho—. ¿Y mamá? 

—Continúa durmiendo, ayer salió con sus amigas y regresó tarde.

Lya entró en la habitación antes de que Danika siguiera conversando con su padre, dijo buenos días en voz baja y se sirvió café en su vaso térmico para llevarlo al trabajo. Ella se debía marchar de inmediato, pero antes de que volviera a salir, su hermana le habló:

—Hermanita, para que te vayas enterando… —Su tono era pretencioso—. Tienes ante ti a la próxima señora Fornax. —La joven estaba muy convencida de que conseguiría ese título.

—Felicidades —manifestó Lya simplemente y se retiró del lugar sin aportar más nada.

«Desde hace dos años esa es tu frase, hermana», pensó Lya sin darle importancia mientras salía de la mansión.

—Papá, hoy no iré a trabajar, quiero estar completamente disponible para la llamada de Lucien —le informó mientras comía sus frutas.

—No hay problema, mi niña, espero me llames apenas termine su reunión.

—¡Claro! —Su sonrisa se extendió más si era posible—. Serás el primero en enterarte.

No se dijo nada más, cada persona se concentró en algo. El padre seguía observando las noticias en su iPad y la joven sus redes sociales en su teléfono, allí revisaba que sus seguidores estuvieran aumentando, que sus fotos fueran envidiadas, le encantaba que las personas la adoraran.



#2744 en Novela romántica
#271 en Thriller
#124 en Misterio

En el texto hay: secretos, dramas, sufrimientos

Editado: 21.07.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.