Corazón Dorado

La recuperación del deseo

Durante los días que le sucedieron a la violación de Chusmita por el misterioso Caníbal, Antonella no se encontró con el Capitán. El hombre se adentraba en la selva durante el día con un grupo de hombres armados y por las noches arrullaba a la niña entre sus fuertes brazos. No coincidían y eso le permitió a Antonella dedicarse a su pequeña paciente que evolucionaba dia a día.


Después de una semana aquella rutina terminó con la llegada del Capitán una mañana , había pasado la noche rastreando al criminal sin lograr atraparlo.

—Se nos escapó el hijo de puta

Antonella y las mujeres que trabajaban en la cocina silenciaron su cháchara de las mañanas para ver al poderoso hombre. Se le veía abatido y furioso. Las ojeras se habían apoderado de su rostro. Estaba claro que lo que había pasado con Chusmita lo había marcado.

—Lo siento, Capitán — dijo Antonella tocándole el brazo.
—¿Desea comer algo? Lleva días sin comer bien—preguntó Pancha.
—No, mujer. Solo vine a ducharme y me voy a la mina.

Cuando el hombre su fue las mujeres comenzaron a cuchichear.Todas estaban preocupadas por que aquel criminal desalmado siguiera suelto y también porque el Capitán no pudiera levantar cabeza después de lo sucedido, ya que entre él y la niña existía un lazo especial,  como lo notó Antonella desde el principio .


A la semana la pequeña paciente seguía en la cama por órdenes de Antonella, no quería arriesgarse a que a la niña se le soltara algún punto y extremó los cuidados físicos. En el aspecto psicológico Chusmita seguía sumida en un estado que pasaba de la somnolencia al trance y se negaba a hablar con nadie. Por las noches despertaba presa de fiebres y terrores nocturnos donde recordaba el horror que vivió a manos del criminal.

Asi que durante la semana que el Capitán estuvo en la selva, Antonella acompañó a la pequeña paciente y la calmó por las noches ocupando el puesto del Capitán.

Asi se sucedieron noches y días hasta la mañana en la que llegó el Capitán . Esa misma Antonella se topó con el saliendo de la ducha y, al encontrarselo así, solo cubierta por la toalla, se puso muy nerviosa.


El Capitán la miró con gesto cansino y sin decir nada se metió en el baño. Antonella se apresuró a vestirse y salió de alli como bala.


Esa noche el hombre llegó muy entrada la noche y prefirió acurrucar a Chusmita quien aun sufría de pesadillas. Y así continuó por dos semanas. El Capitán se comportaba con Antonella como si fueran compañeros de habitación. En ocasiones amanecían en la misma cama sin llegar a tocarse, de hecho, Antonella se fijó que el minero evitaba tocarla. Como si su líbido se hubiera esfumado y el trauma de lo vivido lo mantiviera en un hilo.

Hasta el día que el Capitán escuchó la risa de Chusmita . Fue una tarde que la niña se encontró más despierta, mostrando su personalidad y saliendo del cascarón en el que se mantuvo atrapada debido al shock traumático.


—Quiero abrazar a mi cerdo Fulgencio y a mis gallos y gallinas y a mis perros y a mi gato Espantapájaros —dijo la niña saliendo del shock.


Antonella quien en ese momento le daba la sopa se quedó muy sorprendida de que la niña hablara, sin embargo bajó la cara y ocultó su sorpresa fingiendo que meneaba la sopa porque quería que continuara.

—¿Así que te gustan mucho los animales?
—Sí. Me gustan grandes y pequeños.Peludos y feos. El cerdo Fulgencio es feo pero divertido y mi gato Espantapájaros es muy estúpido. Siempre se mete en líos.
—Cuéntame más.
—Es un idiota, siempre se queda atrapado en la cerca pero lo vuelve a intentar ¿ acaso no ve que no cabe por el hueco?El Capi ha tenido que cortar la cerca para rescatarlo mas de una vez.
— Entonces a él también le gustan los animales como a ti ya que tiene tantos y los cuida.
—El Capi es muy bueno. Me regaló a Fulgencio y a Espantapájaros y a mi perro Pepe y Bola de polvo. Pero yo los cuido como mi Capi me enseñó.
—¿Cómo te enseñó?
— Con un pollito. El pollito más bonito. Lo puso en mi mano y se veía tan pequeño.


Yo lo iba apretar con el puño y él me dijo: no. Es inocente, cuídalo y será tu amigo.Y lo cuidé y se puso muy grande—la niña rió recordando sus travesuras— ahora correteamos un montón.


—Y juntos vuelven la casa un culo —dijo el Capitán quien había escuchado toda la conversación — y sabes lo que pasa cuando la casa está de culo.


La niña soltó una risotada feliz al ver al minero.


—Sí — contestó la niña ampliando la sonrisa—Pancha se vuelve loca y comienza a corretearnos, mi Capi,¿recuerda cuando Pirolo le brincó en la cabeza y ella se puso muy loca? Eso fue muy divertido.
—Pero peligroso, Pancha pudo perder un ojo por las garras del animal.
—Y ahora tenemos mas cuidado—acotó la niña con seriedad—Porque el Capi siempre dice que es mejor cuidar que lastimar.

Sin poder contener más la emoción que lo embargaba por ver a Chusmita recuperada la abrazó de forma tosca y espontánea haciéndola reir más.

Ese dia el Capitán volvió a la vida.

                                                 ***

—Buenos días, mi reina.

Antonella parpadeó saliendo del sopor. La última vez que estuvo consciente se encontraba velando la cama de su pequeña paciente. Quería asegurarse de que Chusmita había salido de lo peor y que no sería atormentada por sus pesadillas. Al aclararse la vista se percató de que a su lado, compartiendo la sábana, se encontraba el Capitán.

¿Cómo llegué aquí?, se preguntó Nella arropándose hasta la barbilla.




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