Narradora:
Jamás nadie de los presentes habían visto a Ethan tan desecho, no podían verla pero sabían que el alma de Ethan estaba rota en mil pedazos al igual que su corazón, acababa de perder al ser más importante en su vida y no pudo hacer nada para evitarlo.
A unos cuantos metros estaba la única persona que podía ayudar pero estaba igual o más destrozada que Ethan, no se movía, no parpadeaba, incluso se podría decir que dejó de respirar, estaba en estado de shock, se sentía culpable y no apartaba la vista del cuerpo sin vida que abrazaba Ethan desesperadamente mientras lloraba y gritaba desgarradoramente.
Entonces empezó el momento más conmovedor:
--vuelve, no puedes irte ahora, peleamos hasta el último maldito segundo justo para que esto no pasara, creí que lo habíamos hecho bien, Dalia dijo que funcionaría y yo confié plenamente en que si, no debiste moverte de tu lugar, no valía la pena, te dije que te protegería y al parecer no lo hice nada bien porque si no, tu estarías aquí, con tu hermosa sonrisa, tus ojos brillantes y tus adorables mejillas rosadas--decia entre lágrimas y sollozos, nadie ahí presente sabia que hacer para ayudarlo.
--Ethan..--solo eso pudo articular Fernando pero no pudo decir nada más y realmente no sabia que decir.
--No te vayas, te lo ruego, ¿no ves cómo estoy? ¿No ves mi llanto y mi alma rota? ¿No ves mi corazón muerto sin ningún motivo por el cual vivir?, mírame con tus ojos llenos de inocencia por favor, mírame que si tu mueres, mi corazón muere junto a ti y tu-tu le diste vida a mi corazón muerto--finalizó el chico totalmente destrozado, nadie veía indicios de que el se separara del cuerpo que yacía sin vida sobre el pasto.
Todos los presentes saben que un vampiro no llora al menos que algo realmente le afecte y el ver a su hermano llorar como nunca antes habían visto llorar a alguien era realmente desgarrador, es que realmente parecía que había muerto una parte de él, quizás no solo una parte, quizás en teoría si había muerto.
Daimon tuvo el valor de acercarse y tratar de alejarlo del cuerpo porque sabían que eso solo lo lastimaba más.
--DEJAME!, ustedes no lo entienden, perdí todo, estoy muerto, literalmente muerto, no hay nada que me importe en este mundo, ya nada tiene sentido para mi--dijo bajando la mirada mientras más lágrimas corrían por sus mejillas, de repente levantó la mirada hacia Dalia, a su lado estaba una espada de plata, la plata es incluso mortal para los vampiros, todos se alarmaron al notar lo que Ethan pensaba hacer, quería suicidarse.
Corrio hacia la espada y como Dalia seguía en un estado de Shock ni siquiera pudo intentar evitar que tomara la espada, todos podían ver como sus manos ardían con solo tocarla pero aún así la levantó en alto, todos gritaron horrorizados y empezaron a correr al mismo tiempo, todo pasó en cámara lenta y lo único que tenían en mente era evitar lo que se podía calificar como la peor tragedia, que Ethan terminara con su vida...