Corazón sin ley

CAPÍTULO 4. ¿Fabián Ríos?

Después del altercado con el doctor bonito guardé la caja en mi auto y me fui almorzar. Las cosas en mi departamento esta semana no ha estado marchando muy bien, mi jefe ha estado de un humor de perros, ayer tuve que frenar a Federica para que no le dijese sus cantas cositas.

Me siento cansada y agotada física y emocionalmente. Estar en un departamento como rayos x no es nada fácil, en momentos de broma y se puede ir al baño, si te descuidas se llena la caja, estas facturando y pasando el punto de venta se llena la caja, respondes el teléfono un momento y ya la cola llega a la recepción. Me hago una idea porque la mayoría no dura como operadora de caja. Se necesita mucha paciencia para atender a los pacientes, algunos son tan intransigentes y te tratan a las patadas, que provoca ahorcarlos. Y a pesar que uno quiere explotar, siempre, pero siempre se debe tener una sonrisa y hablar como si no pasase nada.

Para desestresarme y divertirnos un rato, he quedado con Federica de ir a Rainbow Night, una discoteca en playa Concorde. Quedamos en encontrarnos en mi edificio y de aquí nos iríamos juntas, ella telefoneó a sus primas y éstas se apuntaron a nuestro plan.

Trato de mantener la mente ocupada para no pensar en cierto doctor de ojos azules. Aún no puedo creer su descaro.

¿Cree que por ser doctor me le voy arrojar a los brazos? Que siga soñando. Además, no me pasó desapercibido la forma en como Zulianny se lo come con la mirada, lo que me da intuir que allí pasó algo.

Como diría mi abuelita vulgarmente. “yo no nací por el culo”.

Y sé notar cuando un hombre y una mujer han tenido relaciones sexuales.

Me halo de los pelos una vez más por estar pensando en él. Necesito una noche donde no me atormente en sueños.

Mis músculos consiguen relajarse al pasar un buen rato en la bañera, que solo uso cuando estoy cansada, y el agua tibia ayuda a relajarme. Quisiera pasar toda la noche, pero no puedo. Agarro una toalla y la envuelvo a mí alrededor, me voy a mi armario indecisa en que ponerme.

No sé si la braga azul turquesa floreada con mis sandalias de tacón cuadrado beige o el vestido rojo con escote en v y las sandalias negras de plataforma. Comienzo primero a rizarme el cabello y aplicarme un maquillaje suave para que combine con cualquiera de los dos atuendos, después de 10 minutos me decido por el vestido, me coloco accesorios que no llamen tanto la atención y ya estoy lista.

Federica llega exactamente a las diez y está de infarto con sus botas y falda de cuero. Guarda su auto en el estacionamiento y vamos en el mío. Mi amiga debió haber sido modelo con sus piernas de infarto y su pelo rubio. Voy conduciendo mientras vamos hablando de trivialidades; en cuanto llegamos visualizamos en la entrada las primas de mi amiga.

Diez minutos después ya estamos dentro y me enamoro de los colores son tan llamativos que alegran con solo verlos, hay dos ambientes uno cerrado y el otro abierto da hacia la playa, dividiéndonos solo por un barandal.

Primero vamos a la barra y solicitamos un servicio de Roberto Cavali y Grey Goose, después nos sentamos en una mesa cerca de la barra por si acaso y por último brindamos con el vodka que sabe a dioses.

—Porque esta noche sea inolvidable —dice Estefanía, una de las primas de la rubia de mi amiga.

—Y colosal —dice otra mientras sonríe pícaramente.

—Porque sea ardiente —añade Federica.

—¡SALUD! —decimos las cuatro al mismo tiempo.

Dos horas después el alcohol está bullendo en mi sangre, desde que llegamos no hemos dejado de bailar al ritmo de Enrique Iglesias, Marc Anthony, Pitbull, Jlo. Mi cuerpo se siente tan relajado a pesar de los tacones que tengo puestos. Miro hacia nuestra mesa desde la pista de baile y encuentro Fede hablando con un hombre alto y musculoso, me sonríe picara y sigo bailando con sus primas.

A eso de 1:20 am decidimos tomar aire fresco e ir al otro ambiente, nos hacemos paso con la multitud enloquecida y nos recostamos del barandal que separa la discoteca de la playa. Al sonar Bailando de Enrique Iglesias grito como loca con Fede y comenzamos a contonear las caderas de un lado a otro. La rubia choca con alguien y cuando nos volteamos encontramos Arnaldo viéndonos con cara de pocos amigos. 

—¿Ustedes qué hacen aquí? —sisea molesto.

—Divirtiéndonos ¿o es que no se puede? ¿no es eso lo que tú estás haciendo? —responde mi amiga irritada.

—Hey, por favor no vayan a pelear y compórtense como dos adultos —trato de mediar entre los dos.

Al pasar media hora se evapora la tensión entre Federica y Arnaldo y por fin comienzan a divertirse juntos.

Vuelvo a recostarme del barandal mientras reviso mis redes sociales y escucho sonar La Mordidita de Ricky Martin, comienza a moverme con sensualidad, veo las chispas que saltan entre mis amigos.

Me llega una notificación de Instagram y me sorprendo al ver un Direct del doctor bonito.

¿Divirtiéndose?”

Mis ojos no pueden creer lo que estoy leyendo. No puede saber dónde estoy, si aún no he publicado fotos. Escaneo mi alrededor y no lo veo, así que respondo:

No sé de qué me habla Dr. La Cruz




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.