Corazones Estrellados

-10-

Harry

Todos se ven increiblemente felices en la pista de baile, la musica suena y entre toda la multitud veo a una chica extremadamente hermosa.

Observo a Abby bailar en la pista de baile con mucha energía, se mueve al ritmo de la música y mueve sus caderas de una forma  sensual y delicada. Baila como si no hubiera un mañana. Ella se ve radiante que podría ser confundida perfectamente con un ángel. Luce una sonrisa de felicidad que nunca había visto en toda mi vida. Se ve relajada. Siempre se ve tan fuerte, y seria. Sino hubiera sido porque nos fuimos de la universidad, quizás ella estaría mucho peor. Se nota que lleva varios tragos desde que llegamos. Al principio se negó a beber, pero después bebió tanto que no para de divertirse, y yo a pesar de que me preocupa su salud, no quiero ser tan egoísta de darle la oportunidad de olvidar sus problemas. Aunque sea por una noche. Y es lo único que deseo, consolarla y poder hacerle pasar un buen rato.

Aún no podía creerme como alguien podía ser capaz de lastimar a una persona de esa manera, y ¿por qué hacerlo? Nadie gana nada al hacer eso, lo veo una gilipollez como mi casa de grande.

Estoy intentando buscar al culpable de todo eso. Y, tratando de no mezclar mis sentimientos con el plan que tengo respecto a Abby, pero, definitivamente no puedo controlar lo que siento, o deje de sentir... porque esa chica no sale de mi sistema y tengo miedo de que cada vez vaya a más. Se que no soy bueno para ella, y no debería andar cerca. Pero, cuándo se trata de ella es algo inevitable.

Ella se ve como un ángel, una chica que ha sufrido bastante y que trata de forzar una sonrisa para que nadie le haga preguntas. Pero sin embargo, cuando la miro a los ojos yo puedo ver la realidad, y es así como la veo, una chica valiente, que lucha por lo que quiere y sabe que quiere hacer con su vida, comete errores como todos y no juzga sin dar oportunidades.

El móvil comienza a vibrar en mi bolsillo trasero, espero un rato a que deje de sonar, pero una vez se desconecta. Vibra una y otra vez, y otra más. Lo cojo y deslizo la pantalla aceptando la llamada sin saber de quién se trata.

— ¿Aloh?

—Harry, ¿dónde estás? Me dijiste que vendrías a la cena familiar esta noche.  Tus primos no paran de preguntarme por tí y Wyatt para colmo se ha encerrado en su habitación y no quiere recibir a nadie... —su voz parece desesperada y cansada, da un leve suspiro.

—Ahora mismo estoy ocupado. Lo siento —contesto en tono seco.

—Pero Harry, no me puedes hacer esto...soy tu madre. La mujer que te dió la vida, solo te estoy pidiendo un favor. —cuelgo la llamada en seguida y me llevo las manos a los ojos. Había olvidado por completo la cena familiar, hoy tendríamos un reencuentro con personas que no había visto desde que tenía unos 14 años, y ella pretendia que asistiera que me quedara de brazos cruzados y cerrada mi maldita boca como si nada hubiera pasado.

Ella pretende volver a casa hacernos la cena, cuidar del abuelo y cuidarnos a nosotros como si ella no se hubiera ido nunca de casa. Como si fuéramos una familia perfecta, feliz y respetada. Pero, a quien vamos a engañar el respeto hacía ese ser despreciable desapareció hace mucho tiempo por mi parte.

Y Wyatt aún tiene esperanzas de que haya cambiado. Sin embargo, Billy y Logan se han quitado de en medio porque le es indiferente. Y Karen, ni siquiera forma parte de la familia pero en cambio, le hace la pelota a mi madre porque sabe que al fin y al cabo, ambas son iguales, y para mi madre ella es la hija que nunca tuvo. Así que ella aprovecha para ir de compras con ella, al spa y a hacer cosas que suelen hacer las chicas para entretenerse.

—Abby —me acerco a ella quién está hablando con un chico a mis espaldas. En seguida reconozco que se trata de Christian, ambos están demasiado cerca y él me mira con una sonrisa burlona, se acerca a Abby y la besa. Mis sentidos se centran en un único objetivo, mis puños se cierran y entonces cuando estoy a punto de darle un puñetazo a Christian, alguien se pone por medio haciendo que le un golpe.

En ese momento juro que me quise morir. Todo se nublo, Christian se agacho el primero para ayudarla y yo no podía a penas mantener la respiración.

Abby estaba plantada en el suelo con la nariz sangrando, y un ojo medio morado. Su vestido estaba empapandose de sangre y de repente ella se aleja a hurtadillas con Christian. En ese momento, me siento perdido sin rumbo y de repente siento un golpecito de alguien en mi hombro.

—¿Abby?-pregunto atónito. —¿Cómo has...? Tu nariz... ¿Qué rayos acaba de pasar?

— Harry, ¿te encuentras bien? —pregunta —.No paras de delirar, ¿qué pasa con mi nariz?

—No sé. Olvídalo, me había parecido ver algo... supongo que habrán sido imaginaciones mías.

Ella frunce el ceño y eleva una ceja. Después me toma de la mano con una sonrisa divertida y me lleva hacia la pista de baile. -Vamos es hora de divertirnos, te veo un poco estresado. Y muy gruñón. -me guiña un ojo-. Pero, yo se cuál va a ser la solución.

—¿Cuál? —digo mirandola fijamente y contemplando sus perfectos ojos verdes que lucían muy chispeantes.

—¡Bailar! —dice levantando mis manos junto a las de ellas y suelta un gritito de emoción. Yo ruedo los ojos y río divertido. Estar con ella me hace olvidar todo lo demás, y me transporta a otro universo. Es como si en el centro de la pista solo estuviéramos ella y yo

Suena una canción muy rítmica. Es de Selena Gómez, Cardi B y Ozuna llamada Taki Taki.

Su cuello se mueve al ritmo de la música y se divierte alejándose un poco. Me hace una señal de que me acerque con su dedo. —Con qué tienes ganas de bailar, eh nena. —Ella se muerde el labio y asiente. —Entonces bailemos, ven sígueme.

Me muevo moviendo los brazos. Doy una voltereta y una pirueta moviendo mis piernas y brazos. Ambos nos movemos de un lado a otro, la tensión sexual es inevitable. La veo con ese vestido blanco, y juro que me están entrando ganas de arrancarle la ropa, se ve tan bella y deliciosa. Sus labios se ven muy carnosos.




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