Corazones Palpables

Capítulo 8

Maldito corazón traicionero...... Tocó mi pecho agitado, y le doy unas cuantas palmadas.

Había salido corriendo como una niña asustadiza de ese momento de novela cliché, jamás pensé que me pasaría algo así. Tengo esa sensación de emoción y rabia.

Y por salir corriendo no le pregunté donde diablos estaba mi hermana metida. Miro la sala y es enorme y llena de lujos, una chimenea donde veo encima de ella un cuadro familiar enorme, y hay estaba el idiota que quedó como una estatua en la puerta. Miro hacia mi alrededor buscando a mi hermana antes que el llegué a mi de nuevo, y no quiero quedar sola con el otra vez.

Escucho unas risas que provenían........ ¿ La cocina? . Me acerco y si era mi hermana platicado con su amiga muy sonriente. Apuesto lo que sea que hizo la tarea desde temprano y se quedó hasta tarde platicando tonterías mientras que su hermana mayor la hace pasar por un momento incomodo y vergonzoso.

- Hola querida, de seguro eres la hermana de valeria ¿ Cierto?- No me había percatado que había otra persona y era una señora morena de unos 40 años, pero muy hermosa, sus esos ojos verdes resaltaba su cara.

Solo asiento un poco nerviosa y mi hermana voltea y se le salen los ojos y yo frunci el entrecejo cazando con la mirada.

- Hermanita, ya me iba, solo que estábamos platicado unas cosas y.... Mira.... Como pasa las horas de rapido- habla titubiando en su defensa.

Trato de ocultar mi enojo con ella porque hay personas aquí que jamás había visto mis nervios y mi torpe timidez se apoderan de mi- Me envío la abuela, ya es tarde..... Y... Estaba preocupada.

- Hola Soy Catarine la mejor amiga de Valeria y ella es mi mamá Casandra- Habla muy cantarina, que solo sonrió.

- Mucho gusto soy Emma .

- Parecen dos gotas de agua, no crees mamá, gemelas- Mi hermana y yo nos miramos con el cejo fruncido.

- ¡ No nos parecemos en nada- decimos las dos al mismo tiempo y ellas rompen de la risa.

- Hasta hablan igual- Sonríe Casandra y yo relajo un poco los hombros, porque de un momento incomodo se convirtió en un ambiente de risas.

- ¿Porque no se quedan a cenar? Les cocinare algo rico y luego le digo a mi hijo Leo que las lleve a su casa- Ni loca.

- Muchas gracias Sra Casandra pero nuestra abuela nos espera para cenar, y debemos acompañarla.. En este momento esta sola con mi otra hermana menor que necesita muchos cuidados, y mi mamá hoy trabajará muy tarde, pero gracias, otro día con gusto.

- Mi hermana siempre de aguafiestas- le dice mi hermana Valeria a su amiga recogiendo su bolso y despidiendo de ellas.

Aquí viene mi momento más incomodo ( La despedida).

A diferencia de mi hermana que se despide con entusiasmo y confianza en sí misma yo solo les sonrió a las dos y me despido con las manos pero no sé qué más que hacer.

Salimos de esa casa y gracias al cielo no lo vi por ningún lado. En todo el camino mi hermana y yo caminábamos en silencio.No quise recriminarle nada,.para eso está la abuela que la espera con ansias.

- A que hora saldrás mamá de su otro nuevo trabajo- rompe el silencio y yo me encojo de hombros.

- Creo que mañana, pero cuando lleguemos a la casa la llamamos sí- Le sonrió.

- Porque mamá trabaja tanto, si trabaja en un banco de lunes a viernes y ahora también en un hospital los fines de semana.

- Solo quiere lo mejor para nosotras Valeria, sabes que se acerca tu graduación y las medicinas de mi hermana son carisimas- Su mirada entristecida, me pone nerviosa, no quiero que se preocupe.

- Mañana iremos a donde trabaja papá y le diremos que cumpla como padre, yo necesito y Emy necesita sus medicamentos- Sonríe mi hermana esperanzada- y así nuestra madre no tendrá que trabajar los fines de semana y disfrutar un poco de ella.

- Está bien Valeria mañana vamos- No quiero matarle las esperanzas y que un día me culpe.que yo no la dejé hablar con mi padre, y no le di la oportunidad, ella sabe que siempre ha habido una tensión entre el y yo. Pero lo que ella no recuerda lo que le hizo a mamá,.esa parte oscura de papá, que quisiera olvidar, Mis hermanas eran muy pequeña para recordarlo, pero ya es una adolescente.

Abrimos la puerta y escuchamos unos llantos que provenían del cuarto de la abuela. Salimos corriendo y veo a mi abuela calmando a mi hermana que de nuevo le dio esa crisis de llorar por todo.

- ¿Emy que tienes? - le tocó sus mejillas húmedas preocupada y se las limpio con delicadeza.

- Ma....ma..ma, quiero a mamá- habla un poco calmada cuando me ve y me abraza y se sienta en mis piernas.

- Pronto llegará mamá, tranquila, está trabajando para comprar muchos dulces para la consentida de la casa- le pellizco el puente de su nariz y sonríe y eso hace que mi abuela se tranquilice.

- Voy a poner la mesa para cenar, y tu- mira con seriedad a mi hermana- Acompáñame señorita y así hablamos de unas cositas.

Los ojos de mi hermana son digno de tomarle una foto de lo asustada que está,.sabe que la regañara por llegar tarde, la abuela por esa parte es muy estricta y sobreprotectora y no confía en las persona porque es una anciana que también a pasado por mucho y no quiere vernos sufrir.

Todavía recuerdo que en la fiesta de graduación de bachillerato no me permitió que fuera. Y como mi mamá respeta mucho a la abuela no dijo nada y ese día recuerdo que llore tanto.

- Emm dame las pastillas, me siento malita- (Cuando dice así, significa que le está comenzando las convulsiones).

-Porque lloraste mucho Emm no deberías llorar tanto sabes que mamá tiene que trabajar - Busco sus medicina abro la nevera ejecutiva que hay en el cuarto por agua y se la doy a tomar.

Desde muy pequeña a pesar de su condición aprendió a decirle a mamá cuando sentía que se le iba a paraliza medio cuerpo, y esa debilidad que la bloqueaba por completo, y cuando sucedia un ojito se le colocaba en blanco. Pero gracias al cielo, aprendió a decirnos y ya no pasa eso porque le damos la medicina a tiempo.




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