Capítulo 10: Secretos Revelados

Julián y yo acordamos que era necesario que él tuviera una conversación con Léa. Una conversación a solas. Por muy doloroso que fuera para mí, comprendía que este era un paso necesario. Así que, a pesar del nudo de ansiedad en mi estómago, lo alenté a que se reuniera con ella.

Al día siguiente, Julián la llamó y acordaron encontrarse en un pequeño café cerca del Sena, un lugar neutral, pero lleno de recuerdos. Yo decidí dar un paseo por las calles empedradas de Montmartre, tratando de distraer mi mente. Caminé sin rumbo, dejándome llevar por el encanto bohemio del barrio, pero mi mente estaba con Julián.

En el café, Julián se sentó frente a Léa, su postura rígida, indicando su incomodidad. El lugar estaba tranquilo, con el murmullo suave de conversaciones y el aroma a café recién hecho llenando el aire. Léa llegó poco después, su expresión una mezcla de curiosidad y algo más que Julián no pudo identificar.

"Gracias por venir, Léa," comenzó Julián, rompiendo el silencio. "Necesitamos hablar, y esta vez quiero que sea una conversación sincera."

Léa asintió, sus ojos fijándose en los de Julián. "Claro, Julián. Estoy aquí para escucharte."

Él respiró hondo antes de continuar. "Nuestra relación terminó de una manera abrupta, y nunca tuvimos un cierre adecuado. Eso ha dejado heridas abiertas, heridas que no he podido sanar del todo. He evitado enfrentarlas, pero ahora sé que es necesario."

Léa escuchó en silencio, su mirada suavizándose. "Yo también tengo cosas que decir, Julián. Cuando me fui a Estados Unidos, no planeaba enamorarme de otra persona. Pero sucedió, y no supe cómo manejarlo. Cuando te lo conté, no esperaba que reaccionaras tan bruscamente, y cuando regresé a París y te encontré con otra persona, me sentí traicionada."

Julián asintió, sintiendo el peso de sus palabras. "Ambos cometimos errores, Léa. Yo también me sentí traicionado y, en lugar de intentar solucionar las cosas, corté toda comunicación. No fue justo para ninguno de los dos."

Léa sonrió tristemente. "Ambos cometimos errores, Julián. Pero hay algo que no sabes."

Julián frunció el ceño, claramente desconcertado. "¿De qué estás hablando?"

Ella suspiró, tomando un sorbo de su café antes de continuar. "La noche antes de decirte que me había enamorado de alguien más en el set, descubrí algo. Algo sobre ti."

El corazón de Julián latía con fuerza, temiendo lo que vendría a continuación. "¿Qué descubriste?"

Léa lo miró con una mezcla de tristeza y determinación. "Descubrí que me habías sido infiel. Una noche, semanas antes de que yo partiera para los Estados Unidos."

Julián sintió como si el suelo se desmoronara bajo sus pies. Su mente volvió a esa noche que había tratado de olvidar, una noche de debilidad y confusión. "Léa, yo... lo siento. Fue un error, uno del que me he arrepentido cada día desde entonces."

Léa asintió, sus ojos llenos de dolor. "Lo supe, Julián, y eso me rompió el corazón. Pero no quise enfrentarlo. En lugar de eso, busqué consuelo en otra persona. Fue un acto de venganza, aunque en ese momento no me di cuenta."

"¿Por qué nunca me lo dijiste?" preguntó Julián, su voz apenas un susurro.

"Porque no quería admitir que nuestra relación estaba rota," respondió Léa. "Pensé que si me alejaba, si encontraba algo nuevo, podría escapar de ese dolor. Pero no funcionó. Ambos seguimos lastimándonos, incluso desde la distancia."

Julián sintió una ola de arrepentimiento y tristeza. "Léa, lamento tanto haberte hecho daño. No hay excusa para lo que hice. Pero si hay algo que puedo hacer para ayudar a sanar esas heridas, lo haré."

Léa lo miró con una mezcla de resignación y aceptación. "No puedes cambiar el pasado, Julián. Pero podemos elegir cómo enfrentarlo ahora. Necesitamos perdonarnos, para poder seguir adelante."

Julián asintió, sintiendo una liberación en sus palabras. "Tienes razón. Perdón, Léa. Por todo."

"Y yo te perdono, Julián," dijo ella, esbozando una pequeña sonrisa. "Es hora de que ambos encontremos la paz."