Prólogo

No todas las coronas se reciben en palacios.

Algunas se entregan en silencio,

en lágrimas,

en noches donde solo Dios es testigo

Este libro no es solo una historia.

Es una tumba abierta.

Un altar edificado con pedazos rotos que el cielo restauró.

Aquí no encontrarás perfección,

encontrarás redención.

Aquí no leerás teoría,

leerás proceso.

No es ficción…

es fuego.

Este testimonio es para los que pensaron que ya no había esperanza.

Para los que cayeron mil veces y aún quieren levantarse una más.

Para las mujeres que han amado hasta quedar vacías,

y para los hombres que aún no saben cómo amar como Cristo.

Esta es la voz de alguien que fue desechada por el mundo,

pero elegida por el cielo.

No es un cuento…

es una corona forjada en medio del desierto.

Y si Dios lo hizo con Eliana, lo hará contigo.

Bienvenido al fuego que forma,

a las ruinas que adoran,

al testimonio que no muere:

Coronada en el Desierto.