Correr hacia ti

Capítulo 10. Imposible no enamorarse.

Durante toda la semana el joven cuidó de ella de manera muy especial, estar tan juntos sólo lograba que lo que ella comenzaba a sentir se fortaleciera por tantos actos de bondad y caballerosidad de su parte. Habían compartido muchas cosas, incluso anécdotas del pasado y cosas íntimas de ambos, los lazos estaban bien apretados. Kevin le había hecho la visita a Camila junto a los otros chicos, y la hicieron reír muchísimo e incluso se pusieron a jugar póker con ella y arrasó con todos, dejándoles sorprendidos. Cuando se fueron y volvieron a quedar solo ella y Dereck;  se sentaron en el sofá a ver una película de terror. Apagaron las luces para que hubiera más suspenso y le dieron play a la cinta. Acurrucados en el asiento veían con espanto la cinta, que de vez en cuando Dereck se insultaba al ver la estupidez de los protagonistas y cómo se dejaban matar sin poner apenas resistencia. Camila tomaba helado de chocolate, una cucharada tras la otra y Dereck se comía un trozo de pizza que mandó a pedir junto a una cerveza. Al terminar la película Camila pidió otra pero esta vez escogió ella, puso una de romance. Dereck se burló del gusto de la chica pero ella no se inmutó, y él cortésmente se quedó a verla a su lado. Sin poder contenerse, se retorcía de la risa.
—Eso es mentira— sentenció señalando a la pantalla, atrayendo la atención de la joven— eso no pasa en la vida real, y actúan extra mal.
—¿Y por qué no?— protestó ella llevándose una cucharada de helado a la boca.
—Un romance de verdad no surge de la noche a la mañana— explicó él como si le diera una lección- debe pasar tiempo para que el amor sea verdadero.
—Pero es una película... Imagínate que se conocen hace meses.
—Qué va— continuó él volviendo a interrumpir— está mal hecha, le hace ideas equivocadas a los más jóvenes, sobre todo a ustedes las mujeres.
Camila sonrió negando con la cabeza.
—Tranquilo que yo no espero un príncipe azul.
— Vaya— contestó volviendo a distraer a la muchacha— me sorprendes. ¿De verdad no sueñas con un príncipe azul?
Ella ni lo miró.
—Déjame ver la película en paz— protestó, enmudeciendo al joven que se acurrucó a su lado y cerró la boca. 

A mitad de película se quedó dormido recostado de las piernas de ella. La chica acarició su cabello mientras dormía y perdió el hilo de la trama entretenida en sus pensamientos. Cuando terminó lo pensó varias veces antes de despertarlo pero sólo se detuvo a mirarlo unos segundos más. Dereck abrió los ojos y sus miradas se hicieron una sola, por unos segundos se quedaron así mirándose sin decir o hacer nada, como bobos; el corazón de Camila se aceleró tanto que Dereck pudo sentir sus latidos y se sentó de golpe. Supo entonces que ella se había enamorado de él. Cuando iba a decir algo para romper el silencio, el perro se le subió encima y gracias a eso no tuvieron que decir una palabra. Emmett se encargó de alejar la tensión que se había generado entre ellos. Luego la ayudó a subir por las escaleras y mientras lo hacía pensaba en muchas cosas, sobre todo, que le gustaba que ella lo mirara de esa forma. La dejó en la cama y se recostó a su lado.
— ¿Cuál fue el final de la pelicula?— preguntó curioso— Lo perdonó y fueron felices— él mismo se respondió y sonrió al ver a Camila asentir— Es lo mismo, el mismo final de todas. Tan predecibles...
—Pero déjalos — dijo ella haciendo pucheros— ¿por qué no pueden ser felices?
Dereck hizo una mueca y cerró los ojos, realmente no quería irse de su lado y fingió quedarse dormido. Ella no hizo el esfuerzo por despertarlo, en definitiva él estaba en su casa pensó ella, como para obtener su aprobación. Se recostó a su lado y se volvió a perder en su rostro, mirando detalladamente las facciones masculinas, luego cerró los ojos y el sueño sí se apoderó de su ser. Dereck abrió los ojos y la vio rendida con la boca entreabierta y sonrió, se acomodó y buscó el sueño también. No hizo ningún esfuerzo por alejarse.
En la mañana llegó Kevin, era sábado. Entró y buscó a su amigo, buscó en su cuarto y no lo halló, luego revisó las demás habitaciones y los encontró a los dos dormidos en la misma cama, volvió a cerrar la puerta y bajó a la cocina. No sabía en qué pensar, sólo en que al final había hecho lo inevitable y al conocerlo tan bien sintió lástima por Camila, por haber caído en las 'garras' de Dereck. Como a la media hora, su amigo bajó y se sorprendió al verle allí y protestó por no avisarle. Sin aguantarse lo confrontó  para salir de dudas.
—¿Dormiste con ella?
— Sí... No, no como tú piensas— aclaró algo nervioso— estábamos conversando y nos quedamos dormidos, sólo eso.
—Entonces no cruzaste la raya?
—No— afirmó Dereck, convenciéndole.
— No la lastimes ¿Sí?—le pidió— es evidente que le gustas, y es muy chica para que se lleve un chasco en el amor.
Dereck refunfuñó.
—¿Acaso siempre lastimo a las mujeres?
— Bueno.... Sí, seamos sinceros—respondió su amigo, haciéndole enojar— no te enojes, pero eres un sinvergüenza. ¿o no te acuerdas del desfile de mujeres que salían llorando de tu dormitorio porque ya había otra contigo?— Dereck chasqueó la lengua —Aunque... —admitió Kevin— debo reconocer que esta niña te hace bien.
—Ella y yo sólo somos amigos— repitió.
—No me vengas con que la ves como amiga que te conozco de sobra McDowell, no la miras como amiga, te gusta y tú eres libre pero lo que te pido es que lo pienses mil veces antes de tomar una decisión de la cual con el paso del tiempo puedas arrepentirte. No la hagas llorar.
—Eso nunca.
—Cuánta seguridad— observó — ¿Te enamoraste ya? ¿Te sientes en el paraíso, la tienes metida en el corazón ya?... claro que sí, ¿mírate?, faltaste una semana a la facultad sólo por ella, sí creo que te enamoraste.

 Dereck no supo cómo responder, sólo quedó pensativo.
—¿Y Halley? Ya la terminaste?
El joven frunció el ceño y abriendo el refrigerador le dio una cerveza.
—Esto es para que me calle— dijo Kevin tomándola en la mano, Dereck asintió y él encogiendose de hombros la abrió—Ya eres mayorcito, tú sabrás lo que haces.
Cuando Camila abrió los ojos y buscó al joven, al no hallarlo sonrió y se estiró con libertad, se sentó y observó su rodilla, ya no estaba tan hinchada, sólo le quedaba un poquito de dolor. Se puso en pie y tomó el bastón que le había conseguido Dereck y sola pudo llegar hasta el baño. Al estar lista se dispuso a bajar lentamente. Cuando el joven la vio la regañó por no avisarle y ella le dijo que ya estaba bastante mejor. Desayunaron los tres juntos junto a la piscina, y de pronto una chica trigueña de cabello rizado corto subió por las escaleras con una radiante sonrisa. Kevin fue a su encuentro, era su novia, se pasaría el fin de semana ahí junto a ellos. La chica saludó con entusiasmo y en seguida instaló conversación con la menor; hablaron por horas sin aburrirse, tenían muchas cosas en común. En una se acercó a Dereck y tocándole con el codo le dijo que era una buena chica, que no la alejara de él. En la noche fueron a la playa, se sentaron sobre la fina arena, el foco de la casa hacía que un leve resplandor los abrazara, sin contar el cielo inundado de millones de estrellas resplandecientes. Melissa entró al agua junto a su novio. Dereck se recostó de la arena a mirar el cielo nocturno que era una de las cosas que más lo impresionaban en todo el mundo. Camila estaba junto al perro que en esos días se había acostumbrado a ella y la reconocía como su ama también. Se recostó junto a Dereck y lo miró. Charlaron un rato hasta que el perro se tiró encima de él en son de juego y el joven haciéndole caso terminó en pie lanzándole ramas para que las fuera a buscar. Cuando salieron los novios del agua, Kevin envolvió a su chica con una toalla y después se envolvió él. Melissa se sentó junto a Camila que veía embobecida a Dereck jugando con el canino.
—¿Te gusta él?— le preguntó de pronto en un susurro.
Camila se sonrojó y de primera intención lo negó, pero Melissa la chocó con el hombro.
—Vamos— sonreía— si se te nota a la legua. No te culpo, él es muy atractivo.
Camila se tapó el rostro de la verguenza, Melissa le hizo cosquillas por el costado.
—No seas tonta, que te guste un chico no es un delito.
Camila hizo pucheros.
— No le digas por favor— le pidió y la otra hizo una seña de silencio y negó con la cabeza.
—Nadie se lo debe de decir, él no es tonto, se dará cuenta por sí solo, si es que ya no lo sabe que eso lo dudo.
—Ay noooo— la joven escondió su rostro entre sus manos haciendo que la otra riera.
—Boba—declaró—¿ Ya has estado con algún chico?—preguntó curiosa y se asombró cuando su nueva amiga negó— y...— se tocó los labios con el dedo varias veces como preguntando si había besado a alguien y soltó una carcajada que luego trató de disimular cuando la otra volvió a negarse— pero si estás nuevecita— sentenció asombrada.
—Crecí en un orfanato— se defendió Camila—tengo ciertas creencias cristianas como base.
—Aaaah...— soltó Melissa— entiendo. Así es mejor. Kevin fue mi primer hombre—le contó entonces— había estado con otros chicos pero fue con él con quien decidí tener mi primera vez y ya ves... se quiere hasta casar conmigo— ambas chicas rieron y Melissa continuó— estuve enamorada de él durante mucho tiempo hasta que  al fin se dio cuenta... Me costó trabajo hacer que notara que estaba enamorada— volvieron a reír — pero Dereck es más astuto— aclaró—se dará cuenta pronto si es que no sabe ya—rectificó.
—Pero no quiero eso...
—¿Por qué?
—No lo sé...
—Boba, no sabes de qué te pierdes— reiteró con una mueca chistosa poniéndose en pie y ayudándola a levantarse— ya es tarde y ya siento frío, entremos.
Camila asintió y ambas entraron a la casa. Dereck y Kevin se quedaron en la playa bebiéndose unas cervezas y conversando.
Cuando Camila se fue a acostar, le llegó un mensaje de texto, tomó el móvil y era Dereck, se ruborizó y sonrió idiotizada al leerlo 'que descanses preciosa'. Su corazón latía como unas manos tocando un tambor con fuerza. "Piensa que soy linda" se decía para sí y recordó ese momento en que por milésimas de segundos sus miradas se conectaron y comenzó a sonreír dejándose caer sobre la cama. Tomó el móvil y quería mandarle un mensaje a él pero no sabía qué decirle, al final se decidió y le envió un sticker con la carita sonrojada y un escrito que decía: 'preciosa yo jjjj, no me lo digas mucho que me lo creo', le dio enviar y comenzó a morderse las uñas de puro nerviosismo. Cuando Dereck recibió el mensaje se mordió el labio inferior y quería seguir el juego pero movió la cabeza en negación y apagó el móvil guardándolo en el bolsillo de su pantalón. Se echó el cabello para atrás y suspiró, volteó la cabeza en dirección a su casa y sonrió.
Al amanecer Camila se puso en pie, su mejoría iba avanzando, aún le dolía un poco el pie al apoyarlo pero era un dolor soportable. Tenía hambre, había un silencio sepulcral en la casa, señal de que todos aún dormían. Bajó a la cocina a comer algo, extrañaba su casa y quería estar en ella pero los deseos de permanecer al lado de Dereck le ataban los pies a esta. Emmett apareció en escena y empezó a menearle la cola y se acercaba a la puerta y con la pata la tocaba, ella entendiendo le abrió y el canino salió. Cuando se dio la media vuelta chocó con el pecho de Dereck que estaba justo detrás de ella.
—Volviste a bajar sola— el regaño fue el saludo de buenos días.
Ella se encogió de hombros.
—Cuídate para que puedas andar de nuevo sin dificultad— dijo dando la vuelta y caminando hacia la cocina a coger algo para comer. Ella se tocó el pecho... "cálmate" pensó "te va a descubrir si te pones así", suspiró y caminó apoyada del bastón hasta él. Se sentó a la mesa a su lado.




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