Capítulo 14. Cumpleaños y malentendidos.

—Ya confirmé, tenemos este fin de semana la reservación de todo el lugar.

Dereck observó por un momento a su amigo. 
—Perfecto. Dile a Melissa que invite a Camila... y recuerda que la recoges tú— le dio una palmada en el hombro a Kevin— y me voy que no quiero llegar tarde.
Según lo acordado, Melissa contactó a Camila y la invitó por el cumpleaños de Dereck a un pequeño hotel cerca de una reserva, la chica aceptó pero no de primera instancia, se suponía que era él quien debería invitarla, pero decidió no darle demasiada importancia.  Melissa le dijo que iría a su casa por tres días que tenía libres, porque quería pasar tiempo con ella para conocerse mejor. La joven emocionada le pidió que no faltara, que le haría deliciosos platillos de comida. Era la primera vez que tendría a una amiga con ella, con las chicas de la secundaria no es que tuviera mucho en común. Las chicas estuvieron esos días de plácemes y la estadía de Melissa, consolidó la amistad entre ambas. El viernes al mediodía ya lo tenían todo listo para el fin de semana en el hotel; Camila sentía ansiedad por ver a Dereck y su amiga le dijo a su novio que no era necesario que las fuera a recoger, que irían por su cuenta y tomando a Emmett, salieron juntas a la gran aventura. El diminuto hotel era bastante lujoso y se alzaba desafiante en medio de un paisaje precioso, el color verde sobreabundaba enseñoreándose. Había muchos árboles frutales, caminaron un poco y entraron por la puerta principal dándoles el portero la bienvenida e invitándolas a seguir. Fueron conducidas a una pintoresca cabaña en las afueras, muy cerca de las cascadas. A la caída de la noche aún Dereck y su pandilla no habían llegado y no tenían manera de comunicarse, pues no había señal wifi. Todo un paraíso de privacidad. Decidieron ir al restaurante a comer. El lugar era increíble, todo acristalado con piso de madera cubierto por alfombras. Camila nunca había estado en un lugar como ese. Conversaban animadamente cuando Melissa miró detrás de su amiga y quedó muy seria con el ceño fruncido. -¿Qué ocurre?—  preguntó Camila al notar su molestia. Pero antes que le pudiera responder, se acercó una chica bellísima con una sonrisa bastante fingida y las interrumpió.
—¿Querida? Imaginaba que estarías aquí.
—Aquí me ves—gruñó Melissa sin ocultar su disgusto— ¿y tú?, que yo sepa no estás invitada...
—Pues sí, recuerda que soy casi novia de Dereck.

 Camila dio un brinco al escuchar el nombre de su amigo y entonces sí miró a la recién llegada con curiosidad. Sin dudas, esta era Halley. 

—¿Y tú eres...?— la muchacha la miró sin reparos— a ti no te conozco.
—Ni la tienes por qué conocer— se adelantó Melissa a responderle.
—Yo soy Halley— le dijo ignorando a su amiga.
—Soy Camila.— Respondió con un poco de temblor en su voz. 
—Ya puedes irte— le soltó Melissa al adivinar sus intenciones e impidiéndole continuar la despidió con la mano— me molestas a los ojos.
Halley sonrió con rabia pero se marchó.
—Ufff.... No la soporto— comentó Melissa— mantente alejada de ella, es un veneno.
—Es muy bonita— dijo Camila — pero no me siento cómoda con ella aquí. 

—Tranquila, Dereck no sabe que ella está y él jamás estuvo con ella— le aseguró.
—Aun así, no estoy acostumbrada a este ambiente, y no me quita los ojos de encima—  escondió su rostro entre sus manos y Melissa se enfureció porque ella tampoco soportaba la situación.
—Ignórala— sugirió— ella no sabe quién eres, no sabe que eres tú aquella chica. 

—No es burra, se lo debe de imaginar.
—Tranquila, conmigo aquí ella no se atreverá a meterse contigo. Además, tú y Dereck sólo son amigos, deja que piense lo que quiera.
—Todos los que están...  ¿son amigos de él?
—Amigos, no sé, pero se conocen todos— observó— son de la facultad.
En eso apareció Dylan y se sentó junto a ellas sin quitarle los ojos de encima a Camila.
—Imaginé que el sinverguenza de Dereck te invitaría a su fiesta. —Espetó y ella se encogió de hombros.
—La tuve casi que obligar — respondió Melissa—y por cierto... ¿dónde está Kevin? 

—Deben de estar al llegar. 

Cenaron los tres juntos y al terminar aparecieron en escena los que faltaban. Se pusieron a saludar a todos y y en cuanto Dereck descubrió a Camila sonrió algo embobecido. 

—Viniste —le dijo al llegar junto a ella y después de haber saludado.
—Aquí me ves.— Sonrió la chica un poco incómoda. 
Halley desde su lugar no le quitaba los ojos de encima y comprendió enseguida que era la razón por la cual Dereck perdió repentino interés en ella, había un fuego en su interior que le carcomía hasta las entrañas y era inevitable no sentir celos y envidia, y un odio hacia Dereck por ser como era y sintió que debía  advertirle a ella como era él, claro que no por bondad sino para evitar esa posible unión a toda costa. Si no era ella no era nadie y se preguntaba cómo prefería a esa tonta antes que a ella.
Salieron del restaurante rumbo a la cabaña de las chicas y de algún modo quedaron solos Camila y Dereck sentados en el portal.
—Gracias por venir.—Dijo él y ella lo miró.
—Tienes muchos amigos.—Comentó por comentar. 
—Conocidos diría yo. Amigos sólo un par.
—El lugar es muy bonito.
—Cada vez que podemos entre todos lo reservamos y nos pasamos por acá un fin de semana, así que todos los que verás son de la facultad.
—Conocí a la tal Halley— dijo ella entonces aparentando indiferencia.– Dereck frunció el ceño—Es muy bonita, tienes un gusto muy extravagante.
Él sonrió mordiendo su labio inferior.
—Sí, soy exquisito a la hora de escoger.
Ella le hizo una mueca.
—Estaba ansiosa por verte— le dijo nuevamente volviendo a mencionar el asunto.
—¿Y eso te molesta?
—¿A mí? Claro que no.
Él sonrió.
—Boba... no pienses en eso, yo sólo estaba ansioso por verte a ti, ¿qué te parece?
Camila quedó muda, era hermoso cuando la miraba de esa forma y no quiso reprocharle no haberla invitado y llevado él mismo a ese lugar. En cambio, le pidió que dieran un paseo y él aceptó. La noche envolvente y perfumada lo llenaba todo de un modo fascinante. Cuando volvieron de su paseo romántico, ella traía una hermosa flor blanca en el cabello. No habían mediado palabras de amor ni confesiones pero ella se sentía suya y el joven igual. No había apuro, que las cosas fluyeran naturalmente, para él eso era algo nuevo y muy interesante. Ciertamente le gustaba mucho la sensación que ello le provocaba. Camila hizo pucheros cuando sus amigos le buscaron y se fue con ellos pero comprendió que ella no era su única razón de estar allí y ni siquiera era su novia. Así que volvió a su cabaña sola. Emmett tampoco estaba, se había ido tras Dereck. El día siguiente fue muy movido y apenas vio al joven que pasó más tiempo con sus compañeros. Ella y Melissa fueron invitadas por otras chicas a jugar volleyball y aceptaron. Cuando llegaron a la cancha, ahí estaba la bella Halley que inmediatamente se les acercó. -¿En serio van a jugar- preguntó burlona y se dirigió a Camila— ¿Así que eres amiga de Dereck?
— Ya se te dijo ayer—  intervino Melissa molesta.
—Tienes razón, pero como él tiene taaaantas amigas no lo recordé—  sonrió y dio la espalda— hasta pronto novatas.
Melissa hervía como una cafetera.
—Parece que Dereck es muy amistoso— comentó Camila con el ceño fruncido.
—No le hagas caso a esa—le pidió su amiga— cualquier cosa rara que te diga le preguntas a él, que no te envenene.
A media tarde logró ver a Dereck y su corazón dio un salto de alegría pero sintió cierta incomodidad al verlo tan sonriente con una chica, que gracias a Dios no era Halley; aun así quiso evitarlo y se ocultó tras un árbol bien grande que dejaba caer miles de hojas amarillas al suelo. Estaba molesta ya que le pidió que fuese allí y no había pasado tiempo con ella, "está con sus amigas" pensó "quizás tenga ella razón" deseó irse para su casa y decidió evitar a Dereck todo lo que pudiera. Se fue con un grupo de jóvenes a recorrer la reserva a caballo y eso la despejó bastante. Un chico en particular fijó su atención en ella y cuando se iba la abordó.