Correr hacia ti

Capítulo 38. La duda.

Sin darle tiempo a Dereck de reaccionar, Halley soltó sus maletas y se abalanzó hasta él aferrándose de su cuello y poniéndose de puntillas lo besó. Él la apartó enérgicamente  y entonces supo que no estaba solo. Frunció el ceño y apartándolo fue a entrar pero el joven la detuvo por el brazo acercándola a él. 

—¿Qué ocurre Dereck?—preguntó con evidente malestar—¿Quién es la infeliz que comparte ahora tu cama? 

—¿Qué haces aquí?— le recriminó él en voz muy baja ignorando su pregunta. 

—¿No es obvio?, vine a darte una sorpresa, pero veo que la sorprendida soy yo, por algo me ignorabas. 

Dereck le iba a hacer una seña para que bajara la voz pero ella se volteó y ahí estaba Camila con una expresión indescifrable. Luego de la auténtica sorpresa, Halley tuvo que reír señalándola.

 —¿Volviste linda? Wow, qué inesperado, recuerdo que Dereck me dijo que había acabado para siempre y que jamás volverías, pero veo que se equivocó... y qué pena niña... pues este hombre ahora es mío. 

—¡¡Calla!!— ordenó Dereck haciéndola enmudecer y apretar la boca en señal de disgusto. Se volvió a Camila que lo miraba esperando una explicación pero no le dio tiempo a darla, dándose la vuelta agarró su manta y subió a la segunda planta. Dereck intentó ir tras ella pero Halley lo detuvo. 

—¿Estás de broma? Esa mojigata te abandonó y aun así la aceptaste de vuelta? Por lo que veo, ella no sabía de mí como yo no sabía de ella, ¿a qué juegas señor McDowell? 

—Yo siempre te dejé en claro que lo nuestro no tenía futuro!! 

—Claro, si siempre la tenías a ella en la cabeza!— protestó— pero no me niegues que disfrutaste junto a mí todo este tiempo, tu cuerpo me deseaba y yo lo sabía!!! 

—¡Estás confundiendo las cosas, jamás involucré mi corazón entre nosotros... ahora vete! 

—¿Me estás echando? Pues lo siento, ya es tarde y no tengo dónde quedarme, así que tu mujercita tendrá que soportarme, si en definitiva aquí las dos somos tus mujeres. 

—¡¡Halley!! —El rostro de Dereck se congestionó y le dio rabia tener que reconocer que no le faltaba razón, entonces comprendió el error que cometió al no contarle a Camila. 

—Halley nada Dereck, acaso soy un juguete?! Estás sólo conmigo por despecho y luego que ella vuelve me sacas de tu vida así sin más, pero lo siento, pero no pienso quedarme de espectadora, porque ella no es mujer para ti, eres demasiado para ella, ¿piensas presentársela a tu madre?— rió con sarcasmo— Andrea la va a reducir a nada Dereck, la va a humillar porque no está a tu altura, en cambio; ella me prefiere a mí y lo sabes... ¡llévala Dereck, llévala y verás que ella no va a encajar en tu mundo— le señaló y cuando él iba a ripostarle su mirada se dirigió a Camila que había vuelto vestida y en sus manos su bolso. 

—¿Qué haces?— le preguntó asombrado al verla. Ella sin mirar a ninguno de los dos contestó. 

—Me voy a mi casa, esta se puede quedar, eso no es asunto mío. 

Al pasar por su lado, él la detuvo. 

—No eres tú quien tiene que irse. Si me das la oportunidad te puedo explicar todo.

 —¡Pues yo no me voy! — altercó Halley— ¡tengo tanto derecho como ella! 

Pero Dereck la ignoró y extendió una mano hacia Camila, que esquivó. 

—Lo siento Dereck, pero no soporto esto— salió andando haciendo que él la siguiera y Halley quedó allí sola hecha una fiera. Cuando al fin logró detenerla en el portón la volvió suavemente a él por los hombros y la miró con mezcla de súplica y miedo.

 —Déjame explicarte... —Le pidió nuevamente. Camila lo miró con lágrimas en los ojos

—No quiero escucharte, ¿qué hace ella aquí? Si te acostaste con ella eso no me interesa, pero por qué no le dijiste de mí? Y por qué no me dijiste a mí de ella? ¿Por qué tengo que soportar este escándalo cuando se supone que soy tu mujer? ¿Y además la muy linda se queda? ¿Y te piensas que debo soportarlo? 

—¿Y piensas que dejaré que se quede?—Dereck frunció el ceño— me estás dejando sin opciones Camila, merezco ser escuchado. 

—Por favor Dereck— extendió la palma de su mano hacia el joven— estoy molesta y no puedo pensar bien las cosas, ahora mismo quiero estar sola, quizás sí sea como ella dice y al final... 

—Cállate, no vayas a decir algo que me haga enojar— advirtió él. Ella quedó pasmada. ¿Ahora estaba virando la torta? Pero prefirió no discutir. 

—Me voy a mi casa— retuvo sus lágrimas— aclárale las cosas a ella, luego; cuando se haya ido vienes y conversamos... adiós — le dio la espalda y echó a andar en dirección a su casa seguida por el leal Emmett. 

Él la siguió con la vista y luego volvió adentro para lograr resolver el problema en el que estaba metido. Al final la dejó quedarse y Camila a medianoche vio el auto de ella  todavía afuera de la casa. "Sigue ahí" pensó mostrando disgusto y se fue a meter a su habitación.

—Dereck... 

Escuchó y despertó asustado. Halley estaba desnuda frente a él diciendo que lo extrañaba.

—Vístete— pidió incómodo y se levantó de un salto evitando mirarla pero ella se acercó sonriendo. 

—Oh Dereck, como si no me hubieses visto así tantas veces ya... 

El joven protestó chasqueando la lengua.

 —Cuando despierte mañana no te quiero ver aquí. —Le dijo. 

—¿En serio? ¿La prefieres a ella?, ¿y esa niñita qué te puede ofrecer? Lo que sientes por ella va a terminar y te arrepentirás de haberla preferido antes que a mí. 

—¡Vete a dormir antes que te saque a patadas!—Gritó él perdiendo la paciencia. 

Ella sujetó su mano sin hacerle caso y quedaron bien próximos. La respiración femenina se alteró. 

—Sabes que mi cuerpo también es tuyo, reacciona sólo con tu proximidad, ¿qué tiene ella que no tenga yo? —Miró entonces abajo al cierre de su pantalón y quedó en una pieza—¿En serio?— preguntó irritada y humillada a la vez— ¿Estoy desnuda frente a ti y no te pasa nada?— Lo miró haciendo pucheros— ¿Qué te hizo esa mujer, por Dios?




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