Correr hacia ti

Capítulo 53. El accidente.

 

—Vete tranquila a disfrutar tu reconciliación que yo me quedo con Dani. No seas tonta, disfruta hoy y mañana hazte el harakiri. Si le dices ahora explotará, que explote mañana y tarde o temprano se le pasará. Tú mantente sumisa y aguanta lo que diga. Cuando vea que su hijo le conoce y le expliques todo... pero fíjate Camila... todo!; acabará por entender. Tendrá una razón aún más poderosa para perdonarte y quedarse a tu lado.

 Melissa cerró la boca y miró a su amiga que se mordía una uña ansiosa. Ya le había puesto al tanto de todo y su felicidad pero ahora le manifestaba su preocupación por el hecho de que Dereck le insistía para mudarse con él. El niño apareció pidiendo un libro y ella se lo dio después de besarlo. 

—Tengo miedo, ahora, luego de recuperarlo... oh Dios... no quiero volver a estar sin él. Me sació por un año de abstinencia pero aún falta más... 

Melissa soltó una risotada divertida. 

—Vete a saciar otro año esta noche. Yo dormiré con Dani, sabes que estará bien. Es un encanto. 

Charlotte apareció con Eduard en su puerta. El joven saludó circunspecto a Camila que se espantó de repente y vio a Dani que venía corriendo con Emmett detrás. El corazón de la joven dio un salto y comenzó a sudar frío. De momento una gran tensión levitó sobre ellos. 

—Hola Daniel— dijo Eduard de lo más natural, agachándose ante él y dándole la mano—has crecido mucho.— El niño era súper amistoso y chocó palmas con el hombre. Él lo observó alejarse otra vez tras el perro. Las dos mujeres se miraron azoradas. Eduard se enderezó entonces y miró a Camila.—Supe que tú y Dereck se entendieron anoche, o sea; después de esa dramática escapada que dio bastante que hablar imposible no saber—sonrió—espero que estés lista para decirle de su hijo. 

La joven madre no cabía en sí por el asombro. 

—¿Cómo...?— Tartamudeó— ¿lo sabías? 

—Lo sabía desde hace mucho. Recuerda que soy Eduard Frost— dijo con altanería—Supe también que serías tú quien vendría a trabajar en la firma. Yo no creo mucho en el destino pero eso me pareció asombroso. No me parece justo que le hayas escondido el chico a mi amigo que de hecho, sería un excelente padre; y espero que ahora se acaben los secretos entre ustedes. Él no tiene ninguno, lo que hizo lo hizo a la vista del mundo. 

De pronto, Camila pareció enojarse. 

—No me sermonees—espetó—no fue mi intención nunca ocultarle a Dereck su hijo, yo volví a decirle pero sucedió algo que impidió que lo hiciera. Y si eres tan amigo suyo, ¿por qué no le dijiste y ya?

 Eduard sonrió. 

—No me corresponde. Tus razones son tuyas y yo no te debo juzgar. Creo que no hay ninguna suficientemente poderosa para ocultarle a un hombre que tiene un hijo pero tú sabrás. Eres una buena persona y sé que volviste al descubrir que estabas embarazada. Pero yo no podía decirle a Dereck, como no le dije que tú eras esa abogada penalista que esperábamos. Kevin le habría dicho sin dudar pero yo soy diferente. 

Camila estaba de una pieza e iba a decir algo cuando Dani la llamó. 

—Voy enseguida cariño— dijo y se volvió a Eduard—gracias— le dijo—mañana Dereck sabrá que Dani existe y sé que se va a enojar, es imposible que no lo haga pero estoy lista. De todos modos, Dani conoce a su padre. Sólo tendrá que verlo y lo amará. 

Dio la espalda en dirección a su hijo y Eduard los vio con una sonrisa. Melissa estaba impactada pero ya con Charlotte había hablado del tema. 

—¿Que no eran compatibles y no funcionaría? 

Soltó la novia de Kevin mirando a su amiga para relajar el ambiente. 

—Lo vamos a intentar—respondió ella mirando al hombre con devoción—sé que no será fácil y muchas veces seremos oponentes en la corte y por supuesto... él ganará. Pero me he enamorado de su cerebro y de su cuerpo— Eduard se sonrojó y las mujeres rieron—lo fácil sería pasarme a su firma como me ha pedido muchas veces, pero no... será menos aburrido del modo en que está.

Y Camila siguió el consejo de su amiga y se fue a cenar con Dereck y a divertirse sin pensar en el mañana. Tenía su caso listo y se enfocó en disfrutar esa noche. Sin medir el tiempo ni contar las horas la pasaron genial. Hablaron de todo, como antes; y ella respondió todas las preguntas del hombre de muy buena gana. Durmieron otra vez en su departamento, si es que lo hicieron siquiera una hora. Él la llevó a su casa al amanecer y quedaron en verse en la corte donde debía estar puntualmente a las 9. Pudo llevar a Dani a la escuela y lo vio desaparecer entre los otros niños mientras se llenaba de valor para revelarle ese mismo día en la tarde a Dereck, la existencia de su hijo. 

—Hoy conocerás por fin a tu padre— susurró para sí— y va a ser duro para mí y para él, pero tú serás el niño más feliz y te lo mereces, mi ángel. 

Emocionada y temerosa subió a su auto en dirección al tribunal. El juicio del dr Houston era muy esperado. Era acusado por estafa, y contrató a la firma McCarfrost para que se encargara de su defensa. Ellos tenían pruebas de su inocencia. El hombre quedó cautivado con Camila y a pesar que Eduard estaba disponible la escogió a ella para que lo representara. Hacía semanas se preparaban y era el primer caso mediático de Camila. Antes había estado nerviosa pero ahora con el asunto de Dereck y Dani, esto le resultaba una sencillez. Llegó temprano muy elegante y hermosa, toda la prensa estaba afuera e intentaron entrevistarla pero ella les rehuyó. Teddy los puso en su lugar. Según Kindle y Eduard, con las pruebas y testigos disponibles, ese mismo día podrían tener el veredicto en sus manos. El juicio comenzó a las 9 en punto y el fiscal hizo su exposición. Luego le tocó a la defensa y Camila se puso en pie. Teddy le dio fuerzas, tenía todo en orden, los testigos ya estaban en la otra sala, nada podía fallar. Eduard le había brindado asesoría al igual que Dereck, quien llegó un poco retrasado y se sentó junto a Kindle al final, sin sacarle los ojos de encima a su amor. Estaba absolutamente feliz. La joven lo hizo de maravilla, hablaba con gran fluidez e inspiraba confianza; no pudo negar que se sintió orgulloso al verla y deseaba que acabara pronto para llevarla de una vez a su casa y compartir esa vida que les había sido negada. La cosa estuvo candente, hubo un par de recesos de 10 minutos y luego pararon a almorzar. Fueron todos juntos a un restaurante frente a la corte de justicia y Dereck se mantuvo un poco alejado conversando con unos clientes potenciales. Regresaron al tribunal a la 1 para continuar. De pronto, todas las pruebas fueron rebatidas, parecía que perderían, pero la mujer tenía un as bajo la manga, un último testigo que tenía en su poder una grabación que lo definió todo. Al jurado le llevó poco tiempo deliberar. Al final el dr Houston fue declarado inocente y la investigación se volcó contra otro ejecutivo. Los aplausos no se hicieron esperar, al darse a conocer el veredicto. Teddy la abrazó. 




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