Epílogo

Jongin sostenía a Sunhee en su regazo cuando hubo un golpe en la puerta de su oficina. Mirando hacia arriba, sus ojos se posaron en Jongdae.

—Un mensaje de parte del Rey.

Jongin le hizo un gesto. Él entregó a Sunhee a su segundo al mando antes de tomar el rollo. Rompiendo el sello del Rey, Jongin desenrolló el pergamino. Leyó sobre las órdenes un par de veces antes de sonreír.

—¿Qué? —preguntó Jongdae—¿Qué dice?

—Es una citación de parte del Rey. Está pidiendo que un dragón y un humano de cada territorio sean enviados al castillo por un reto de compañero. Parece que está listo para encontrar para sí mismo un compañero.

—Oh... yo... —Jongdae entrego a Sunhee de vuelta a Jongin y empezó a dar marcha atrás hacia la puerta como si los perros del infierno estuvieran pisándole los talones—. Lo siento por molestarle, señor. Pensé que era importante.

Jongin se rio entre dientes mientras ponía un mechón de su pelo fuera de la boca de su hija. —Sé del dragón perfecto para enviar.

—¿Quién? —Las cejas de Jongdae se apretaron juntas.

—Tu.

—¿Yo? —Jongdae empezó a sacudir la cabeza.

—Empaca una bolsa, Jongdae. Vas a ver al Rey.

—¡Pero no puedo! —dijo Jongdae frenéticamente.

—¿Por qué no?

—Porque... yo... yo no soy material de Rey. Me rasco y eructo y... y yo simplemente no puedo ir. Me necesitan aquí.

—Jongdae...

Jongdae saltó cuando la puerta se abrió.

Jongin sonrió cuando su compañero camino dentro, el motivo detrás de su estómago ligeramente redondeado dándole un brillo saludable.

—Hola, aisoku.

¿Cómo fue tu lección de entrenamiento? —Por mucho que quería Jongin enseñar a Kyungsoo todo lo que sabía, había algunos mejores capacitados que él y quería lo mejor para su pareja.

Kyungsoo sonrió mientras sacaba la pequeña daga de plata de la vaina de cuero a su lado. —Esta daga que me diste es maravillosa. TaeHyung dice que está perfectamente equilibrada.

Los labios de Jongin curvados hacia arriba. —Por supuesto que lo es. Yo nunca te daría algo que fuera inferior —él se rio cuando los ojos de Kyungsoo se enrollaron.

—Aquí, toma a tu hija.

Sunhee se arrulló mientras Kyungsoo la cogía. Jongin sabía que su vida estaba completa mientras observaba sus narices de su compañero con su hija refregarse, los puntos verdes en el pómulo izquierdo de Kyungsoo anunciaban a todos que su apareamiento se estaba fortaleciendo con otro descendiente.

—¿Qué es eso? —preguntó Kyungsoo mientras Jongin le extendió la proclamación del Rey sobre su escritorio.

—El Rey ha solicitado un dragón y un humano de cada territorio para participar en un desafío de pareja —Jongin sonrió cuando escuchó el quejido de Jongdae—. Parece que el Rey quiere encontrar un compañero. La boca de Kyungsoo se crispó con diversión.

—Envía a Jongdae.

Jongin miró a Kyungsoo y luego se echó a reír. —Como mi compañero desee.