Era ese momento del dia en el que mas deseaba ser capaz de dormir.
El instituto.
¿O seria "purgatorio" la palabra correcta? De existir siquiera alguna manera de expiar mis pecados, esto deberia contar en alguna media a la hora de hacer balance. No, no me acostumbraba al tedio; cada dia se me antojaba mas monotono aun que el anterior, si cabe.
Quiza se pudiera considerar esto mi modo de dormir, si el sueño se definiera como un estado inerte entre los periodos de actividad.
Tenia la mirada perdida en las grietas que recorrian el enlucido del rincon opuesto de la cafeteria y me imaginaba que formaban unos dibujos que en realidad no estaban ahi. Esa era una de las maneras de bloquear la riada de voces que me farfullaban en la cabeza.
Eran varios los cientos de esas voces a las que hacia caso omiso por puro aburrimiento.
En cuanto a la mente humana, lo habia oido todo ya, hasta la saciedad y un poco mas. Hoy, lo que consumia el pensamiento de todo el mundo era el insignificante drama de la nueva incorporacion al reducido cuerpo del alumnado. Que poco bastaba para alterarlos. Habia visto aquel nuevo rostro repetido en un pensamiento detras de otro, desde todos los angulos. Un chico humano normal y corriente. La expectacion por su llegada era algo tan predecible que resultaba agotador: la misma reaccion que obtenria uno al mostrarle un objeto brillante a un grupo de crios de dos años. La mitad de los miembros masculinos de aquel alumnado tan borreguil ya se imaginaban prendados de el, tan solo porque era algo nuevo que les habian puesto delante. Hice un mayor esfuerzo por no prestarles atencion.
Solo eran cuatro las voces que bloqueaba por cortesia mas que por repulsion: las de mi familia, mis cuatro hermanos, que ya estaban tan acostumbrados a la falta de intimidad en mi presencia que rara vez se preocupaban por ello. Yo les daba lo que estaba en mi mano. Intentaba no escuchar siempre que podia evitarlo.
Y, aun asi, por mucho que lo intentara... lo sabia.
Taehyung, como de costumbre, estaba pensando en si mismo: su mente era como una charca de agua estancada que contenia muy pocas sorpresas. Habia captado fugazmente un reflejo de su perfil en las gafas de alguien y ahora meditaba sobre su perfeccion. Nadie tenia el cabello de un tono mas semejante al verdadero color del oro, nadie tenia una silueta que fuese un reloj de arena tan perfecto, nadie tenia el rostro tan simetrico e inmaculado. No se comparaba con los humanos que habia alli; tal yuxtaposicion habria resultado risible, absurda. El pensaba en otros como nosotros, ninguno de ellos a su altura.
Hoseok, que solia mostrarse despreocupado, tenia el rostro fruncido en un gesto de frustacion. Ahora mismo se estaba pasando una de sus manos por los rizos de ebano y retorcia los cabellos en el puño. Aun estaba que echaba humo por el combate de lucha que habia perdido contra Yoongi durante la noche. Tendria que recurrir a toda su limitada paciencia para ser capaz de aguantar hasta el final de la jornada escolar y organizar una revancha entonces. Nunca me sentia como un entrometido al escuchar los pensamientos de Hoseok, porque el jamas pensaba en nada que no pudiese decir en voz alta o poner en practica. Es posible que solo me sintiese culpable leyendoles el pensamiento a los demas porque sabia que ahi dentro habria cosas que ellos no deseaban que yo supiese. Si la mente de Taehyung era una charca de agua estancada, la de Hoseok era un lago cristalino sin la menor sombra.
Y Yoongi estaba... sufriendo. Contuve un suspiro.
Namjoon. Jimin pronuncio mi nombre mentalmente y capto mi atencion de inmediato.
Era exactamente igual que si lo hubiera dicho en voz alta. Me alegra de que mi nombre se hubiera ido pasando de moda en las ultimas decadas: que molesto habia sido en el pasado; siempre que alguien pensaba en algun Namjoon, yo volvia a la cabeza en un acto reflejo.
Ahora no la volvi. A Jimin y a mi se nos daban bien aquellas conversaciones privadas. Era raro que alguien nos descubriese. No aparté la mirada de las grietas del enlucido.
¿Como lo esta llevando?, me preguntó.
Funci el ceño, un leve cambio en la colocacion de los labios. Nada que nos delatase ante los demás. Bien podria estar frunciendo el ceño de puro aburrimiento.
Yoongi llevaba demasiado tiempo inmovil. No estaba interpretando los tics humanos tal y como debiamos hacerlo todos, en movimiento constante para no destacar, igual que Hoseok se tiraba del pelo, Taehyung cruzaba las piernas hacia un lado y despues hacia el otro, Jimin daba unos toquesitos con la punta de los pies en el linoleo del suelo o yo me dedicaba a mover la cabeza para quedarme mirando los distintos dibujos en las paredes. Yoongi parecia estar petrificado, con ese porte esbelto tan erguido, tanto que ni siquiera los cabellos color miel parecian reaccionar al aire que llegaba desde las rejillas de ventilacion.
Los pensamientos de Jimin adquirieron entonces un tono de alarma, y vi en su mente que estaba observando a Yoongi con su vision periferica. ¿Hay algun peligro? Se adelanto y estudio el futuro inmediato, resolviendo entre aquellas visiones de monotonia en busca del origen de mi gesto fruncido. Incluso mientras lo hacia, no dejo de acordarse de colocar uno de los puños, tan pequeños, bajo el menton afilado y parpadear con regularidad. Se aparto de los ojos un mechon de esos cabellos oscuros, cortos e irregulares.
Volvi la cabeza muy despacio hacia la izquierda, como si me estuviese fijando en los ladrillos de la pared, suspire y la gire hacia la derecha, de vuelta a las grietas del techo. Los demas asumirian que estaba interpretando el papel de humano. Solo Jimin sabia que le estaba haciendo un gesto con la cabeza.
Se relajo. Me lo diras, si la cosa se pone fea.