Creyendo en mi.

2. ¿Segura que no te gusta?

Sólo alguien que ha pasado por algo similar o que se identifica con estas palabras (que somos casi todos) reconoce que el amor te vuelve loco, donde pierdes tu capacidad de pensar o razonar, que te lleva al límite de ti mismo, que te exiges más a ti por la otra persona, donde eres  y estás dispuesto a darlo todo por quien quieres o amas, donde no solo son palabras, sino es la demostración de lo que alberga tu corazón. Y asi como llegas a vivir esas cosas tan bonitas, cuando llegas al fin de una relación, viene la otra cara del amor, entonces conoces que se llega a sufrir por amor, donde nacen sentimientos negativos en el peor de los casos o la indiferencia en el mejor de los casos, son pocas las personas que llegan a terminar una relación y logran cerrar ese ciclo en buenos términos. 

En mi caso mi primer enamoramiento no terminó de la mejor manera, como dije en el capítulo anterior, perdí no solo la confianza de mis padres sino la mía propia, me sentía insegura, podría estar sonriendo pero en las noches lloraba, en una palabra entre en depresión. Después de esa primer ilusion mi corazon se cerro, descubrí que el tiempo no cura las heridas y que con determinación puedes lograr lo que te propongas, yo me propuse no enamorarme de nadie, no puedo decir que desde que me gusto ese sujeto no me haya gustado nadie más, pero algo era seguro supe controlar mis emociones y sentimientos, se puede decir que me volví fría y desconfiada ante aquellos que se mostraban “amables”, por decirlo de alguna forma, no me acerque a nadie más de lo debido

No esperaba que le gustara a nadie, me centre en otras actividades para “distraerme”, pero me mentía, mi propio corazón me jugó una mala pasada, todo fue un espejismo que me llevó cruelmente a engañarme y engañar a otros. Tarde alrededor de un año para superar mi "dolor" hacia mi, el sujeto X y todo lo que conllevaba eso; empecé un proceso para poder perdonar, no fue nada fácil que pero reconozco que gracias a eso pude lograr hacerme de otra parte importante de las relaciones en las personas: AMIGOS.

Cuando hablamos de amistad, hablamos de esas personas incondicionales (a parte de tu familia) que te dan su apoyo y sus consejos cuando más mal estas, y no te dan esos típicos consejos que te hacen sentir mejor, si no eso consejos que realmente te ayudan y que pocas veces te gusta escuchar porque sabes que están en lo cierto.

Por una situación del corazón me acerque a hoy no nada más mi amiga, sino también mi prima (política), yo ya tenía a una amiga, de hecho son pocas personas a las que considero mis amigos cercanos, para ser más específica dos, quizá tres. Una de ellas la conozco de toda la vida, es mi prima por parte de mi familia materna y nos llevamos de edad por tres meses de diferencia (ella es mayor que yo) y la considero más que una amiga como una hermana mayor (MI UNNIE). Y después de pasar lo que pase no puedo negar que me aleje un poco de la gente, no quería hablar con nadie ni escuchar a nadie, pero mi destino me llevó a conocer más de cerca a mi IMIS (abreviatura de primis) que en ese tiempo no lo podíamos gritar pero que después se supo.

Lo que nos unió en un inicio fue que a ella le gustaba uno de mis primos y que yo la quería ayudar, me caía bien y congeniamos de inmediato. Así que después de ser dos me convertí en un super pegamento y nos unimos las tres, formando el trío maravilla de la familia. Y tal vez se preguntaran para que les estoy contando esto pero es simple, el estar acompañada en los momentos más difíciles te hará salir más rápido de ellos, el tener a personas que den su cariño incondicional te motivará a salir de la situación en la que te encuentras. Con el pasar de los meses nos volvimos confidentes una de la otra y comenzamos a compartir lo que pasaba con nosotras hasta ese momento mi UNNIE tenía los detalles de lo ocurrido con el sujeto X pero mi IMIS no y fue que poco a poco fui sacando el dolor, porque si me deprimí, pero a la vez lo aborrecía, cada vez que me acordaba de él no podía evitar sentir una furia inmensa (y también porqué no decirlo mensa) que me hacía hablar palabras ofensivas ante su actitud, intentaba descargar mi alma para no buscarlo y golpearlo hasta que no le quedará ni un diente para sonreír. Ellas fueron una parte muy importante de mi vida; lo que me ayudado a poder salir de la depresión fue que pude tener a quien decirle cómo me sentía, las tres compartimos la misma fe, y me ayudaron a poder ir con la persona correcta para poder sanar mi corazón, no se que hubiera sido de mi sino contará con el apoyo de ellas para fortalecer mi relación con Dios, recuerdo que nos juntabamos en pijamadas para orar, leer libros y hablar de lo que esperábamos de nuestro futuro. Era en esos momentos donde le entregaba a Dios mi dolor, le decía cómo me sentía, él me llenó siempre de paz y sano mi corazón, fue gracias a él que pude perdonar a la persona que me hizo daño en su momento y después poder verlo sin ningún rencor.

Y con cada paso que daba creo que mi corazón se cerraba un poco ante la posibilidad de conocer alguien nuevo y fue como llegamos a la pregunta que en tantas pláticas surgió ¿SEGURA QUE NO TE GUSTA NADIE? y mi respuesta era la misma NO, pero tan difícil como creer que las rosas son rosas así al parecer les resultaba a mis amigas el creer que nadie me gustaba; no es difícil de imaginar que después de una desilusión no quieras saber nada de ese tema con respecto a ti.

Y esa pregunta no se cuantas veces la tuve que contestar a mis amigas, porque seamos honestas quien teniendo 16 años no le gusta nadie, A MI; suena raro pero no lo es, no es como que estuviera ciega y no viera que hay chicos guapos por aquí y por allá, es que no me quería alucinar con algo que no tenía futuro.

Después de lo que había pasado con el sujeto X, era como si mi corazón se hubiera cerrado y pase momentos muy divertidos viendo la cara de mis dos grandes amigas ante mi respuesta, sus insinuaciones eran muy divertidas, unas más que otras claro, pero lo eran y disfrutaba verlas intentando convencerme de que a mi me gustaba alguien o que yo le gustaba a alguien, en fin una cosa sumamente graciosa, donde al final terminaba direccionando el tema hacia ellas que sí que tenían en quien pensar y por quien suspirar y me gustaba ayudarles y aconsejarles (en la medida que se me permitía).


Y fue gracias a esos momentos de risa y diversión de carcajadas hasta las lágrimas con lo que logre salir de donde me sentía, empezaba a recuperar la confianza de mis padres y mi propia confianza pero había cosas que todavía no encajaban del todo en mi… ¿Era yo la responsable? ¿Debía buscar enamorarme de otra persona? ¿Algún día podría ver las cosa que ocurrían alrededor de diferente manera? ¿Mi corazón sería capaz de volver a sentir? Lo fui descubriendo poco a poco y con la ayuda de alguien que se reveló en mi vida de la manera más hermosa que puede existir... con su amor.





Hye

 




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