CAPITULO 4

Habían pasado 2 dias desde la pelea de ingreso de aquel chico, el jefe seguía observándolo para descubrir por que era diferente a los demás, el jefe decido ponerlo a pelear con otro lobo mucho mas mayor que La Bestia del tartaro, allí lo llamaban ZEUS por su ferocidad y su tez tan blanca como la nieve misma, ambos entraron a la jaula, el chico sabia que no seria un empate nuevamente, Zeus es mucho mas mayor que el y mucho mas fuerte, pero aun así el confiaba en sus instintos y aunque se le hiciera difícil sabia que podía ganar.

La pelea comenzó, Zeus fue el primero en atacar y todos incluso el chico se dieron cuenta lo rápido que se había vuelto en aquel momento pero eso no le importaba a Zeus, Zeus decía y sabia que ellos no podía rivalizar nunca tanto por el tamaño como por su experiencia, pero eso no era lo que creía el chico cuando entre tantas mordidas y golpes que Zeus le propino el pudo encontrar una brecha en el punto que Zeus mas se cubría por lo que el chico pensé y acerto en ser su punto débil el cual estaba en su torso en el lado derecho de su cuerpo, por debajo de las costillas, el chico golpeo aquel lugar lo mas fuerte que pudo y vio a Zeus caer al piso y retorcerse de dolor, el chico estaba disfrutando aquel momento sintió cuando Zeus estaba a punto de pararse así que golpeo su cara varias veces y volvió a golpear aquel punto débil, a Zeus se le hacia imposible ponerse de pie por el dolor y el chico sabia que era cuestión de tiempo en que Zeus se recuperara y se pusiera en pie, cuando todos comenzaron a gritar lo que querían el chico sabia que hacer en aquel momento, se puso detrás de Zeus y se transformo en un hombre lobo de pelaje negro tan negro como la oscuridad misma, en todos los años solo se habían visto 4 lobos negros pero su pelaje era brillante casi gris la única diferencia era que este era tan negro como la oscuridad, cuando el chico se puso de pie su forma de hombre lobo era mas alta, mas temible y mas fornida que la de Zeus, aterraba el solo verlo, sus ojos eran rojo escarlata electrificados y muy brillantes, levanto a Zeus y con toda esa ferocidad le arranco la cabeza de dos mordidas en su cuello.