Criónica La Venganza De Sara

Capítulo 4

Capítulo 4

Hace unos años Eliana y yo compramos una modesta casa de un tamaño considerablemente espaciosa. ¿Para qué? Sencillo; el punto es que lo pensamos como un proyecto de a futuro, allí tenemos un pequeño laboratorio, la ratonera, así le llamamos. Tiene incluido una capsula y, demás aparatos esenciales que logramos comprar a espaldas de nuestros jefes de Centauro.

Ella en este momento se encuentra dormida en el asiento del copiloto… Hemos viajado en mi auto por horas y apenas ahorita a las 8 de la noche es que hemos llegado a florida. Me ha dicho unas cosas antes de salir del departamento que me pusieron nervioso. Que vergüenza, pensara que soy un raro.

Miro por el cristal la casa en donde pasaremos los últimos días venideros hasta que logremos resolver lo de Sara y por supuesto hasta que ella se recupere. Nos encontramos en un vecindario, todo se ve bastante tranquilo, por lo general estas zonas lo son. Antes de comprar la casa tuvimos que investigar todo lo posible, lo último que queremos son vecinos chismosos.

Aparco el auto a orillas de la casa y…

—Guao, es más grande de lo que creí… —no tuve el tiempo de venir a verla en persona hasta ahora, Eliana se encargó de todo y me mandaba imágenes de como era todo en ella… Pero es que esto es enorme, una mansión. Le dije a Elina que teníamos que comprar una que no sobre saliera tanto, me aseguró que así sería, pero ahora veo que no fue así…

Apago el motor y salgo del auto después de quitarme el cinturón de seguridad. Voy a la casa y la abro, solo veo oscuridad hasta que enciendo las luces y me sorprendo de lo hermosa y modesta que es.

Me devuelvo al auto y abro la puerta del copiloto donde Sara se encuentra dormida como un ángel; la subo entre mis brazos, y la llevo a dentro de su nuevo hogar, por los próximos días.

Sigo las instrucciones de Eliana cuando me dijo que cruzara al pasillo que tiene lámparas azules, allí observo una puerta y en ella se encuentra un dispositivo al que le pongo una contraseña.   

Ya dentro del laboratorio recuesto a Sara sobre una camilla e inyecto en sus venas un suero que durará toda la noche puesto para ella. Con esto mañana amanecerá con más fuerzas. Antes de venir alguien estuvo aquí porque tenemos todo lo necesario para mantener a Sara a salvo.

Observo un mueble blanco y me dirijo hasta él, allí me recuesto y en un dos por tres, me duermo…

Sara.

Anoche soñé que me encontraba en un pasillo totalmente blanco, había puertas y cada una tenía estampada una fecha. No tengo idea de donde vino eso, pero supongo que son cosas de la mente.

He despertado y me he quitado la conexión de un suero ya vacío en mis venas, quise salir hace un rato de la habitación y no pude debido a que posee un dispositivo con contraseña. Tampoco tengo idea de a que hora hemos llegado a florida. Me pregunto que tan cambiada estará desde la última vez que vine en los 90 con mi familia.

Curioseo en la habitación sin idea de que es lo que observo; solo sé que es tecnología que yo no comprendo. Me fijo por un instante en la capsula parecida a donde yo estuve congelada. Aun no sé si he procesado por completo que estuve muerta 25 años…

Tengo tantas preguntas y ganas de salir a descubrir este nuevo mundo, donde todo al aparecer es diferente a como yo lo dejé la última vez que estuve con vida. Quisiera hacer tantas cosas y entre ellas tocar un piano… Me pregunto si habrá uno cerca, ¿será posible que habré olvidado como hacerlo? Bueno, en mi mente imagino tocar uno y todo bien, ya veré como me va con uno real.

Siento la respiración de alguien cerca de mi nuca, y comprendo, cuán viva estoy cuando mi piel se eriza. Junior se ha parado muy cerca de mí y no sé si lo ha notado, o simplemente lo ha hecho a propósito. Sea lo que sea me pone de los nervios…

—Lo siento —se aparta y notó en sus ojos, que apenas los puede abrir. Sigue medio dormido…

—Hola… Me he levantado hace unas cuantas horas —le informo—. Sea lo que sea que me pusiste anoche me ha dado fuerzas para levantarme por mi cuenta…

Él sonríe y noto la sorpresa en sus facciones y mirada.

—Me alegro porque tu cuerpo esta llevando bien el tratamiento… Eso es buena señal.

Asiento, emocionada. Recuperarme es lo importante ahora…

—¿Podemos salir de aquí? Comienzo a sentirme asfixiada.

Él reacciona y enseguida se dirige a la puerta…

                                                              …………

—La casa de los vecinos es tan grande como esta… —comento en el balcón del segundo piso, llevo toda la mañana conociendo esta enorme casa. Creo que hasta ahora lo que más me ha agradado es la piscina del jardín.

Junior se posiciona a mi lado y observa la casa de enfrente.

—Sí es, me pregunto quien vivirá allí…

Una chica de cabello corto y rubio sale de esa casa y raramente se dirige a la nuestra.

—¿Se Habrá dado cuenta que estamos espiando su casa? —indagó.

—No lo sé, pero se dirige hacia aquí… —Junior ríe—. Bajaré a ver que desea…

—Nos va acusar de espías… —lo sigo hacia el pasillo y escaleras abajo—. Le diremos que solo observábamos el jardín.

El timbre suena y Junior espera unos minutos antes de abrir.

—Hola, mi nombre es Kalila y soy su vecina… —sus facciones son extrajeras… musulmana tal vez.

Junior le devuelve una sonrisa.

—Hola, Kalila. Somos los nuevos vecinos… Ella es Sara y mi nombre es Junior.

Asiente la chica rubia a nuestros nombres.

—Un gusto conocerlos… —siento que en cualquier momento dirá algo…—. Eh… no quería ser atrevida, pero es que necesito un poco de ayuda en mi casa. Soy nueva como ustedes, vivo en la casa de enfrente y esta saliendo humo…

Junior enarca una ceja.

—¿Humo? ¿De dónde? —inquiere.

Ella parece nerviosa y apurada. Creo que en cualquier momento le dará un ataque de pánico… Y eso esta por pasar, ahora está llorando…




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