La noche era oscura, no había estrellas, no habían animales, un olor horrible consumía todo al rededor, había un charco de sangre; mi vista se nublaba, mi voz se iba, mientras estaba tirada en una esquina.
Ya no había noche, ya no olía nada, solo estaba ella; tirada en el piso, no respiraba, mire al techo pensando en lo que había hecho.
Me sentí aliviada, Ya por fin había noche, todo estaba en silencio, ya no había más animales molestos.Me hundí en lo más profundo del lago esperando un abrazo, mientras mi muerte estaba esperando.