Crown

Capítulo 2

 - Princesa, despierte.

Una de las doncellas de la corte corre las cortinas de la habitación.
Se acerca a ella al no ver respuesta para moverla por el hombro.

- ¿Princesa?

Elena saca su daga debajo de su almohada al asustarse y la lleva al cuello de la doncella.

- Tranquila princesa, no hay nada que temer.

Elena con su mano aún temblando por el susto quita la daga del cuello de la doncella.

- Lo lamento, me asusté.

- No hay porqué su majestad. - Dice con una amable sonrisa. - Mi nombre es Clara, he venido a ayudarla en lo que necesite.

Clara hace una reverencia, va hacía el armario para toma un hermoso vestido azul con hilos plateados, encaje azul por mangas, cada detalle es perfecto en el diseño del vestido.

- ¿Cuál es la ocasión?

- El rey y la reina solamente quieren agradarle, le han enviado muchos vestidos a usted y a su doncella, cualquier cosa que deseé será suyo su magestad.

- Eso es muy amable, pero no necesito nada más. Dígale al rey que es suficiente con acogernos en su castillo.

- Se lo haré saber al rey. - Dice haciendo reverencia.

Margaret entra a la habitación ya arreglada con un bello vestido color esmeralda, su cabello trenzado con algunas flores en el.

- Buenos días su magestad. - Hace una reverencia. - ¿Necesita mi ayuda?

- Sí, ayudame a vestirme, aún no puedo levantar mi brazo.

La doncella ayuda a Elena a desvestirse para que se dé un baño, la tina ha sido preparada con antelación por la doncella que la despertó, el agua está tibia y huele a rosas, Margaret le ayuda a lavar su cabello, lo único que molesta a Elena es el agua tibia en su herida, no es una sensación placentera, luego de ese largo baño, Margaret la ayuda a vestirse con el hermoso vestido, los zapatos que combinan son plateados, hechos a la medida, Margaret le hace un chignon con trenza en el cabello, le pone perfume en el cuello y le coloca algunas joyas, por último toma la corona.

- No voy a usarla hoy. Sabes que no me gusta usarla siempre, solo cuando es necesario.

- Lo sé su majestad, es realmente necesario, el rey me informó que se reunirá con la corte, dice que es importante que los convenza de dejarla quedarse.

- Esta bien, usaré la corona. 

Margaret le coloca la corona a la princesa, ella se ve en el espejo y suspira.

- Odio la diplomacia.

- Su madre siempre me pide que le recuerde, cabeza en alto, rostro serio, manos al frente al hablar, ver siempre a los ojos a las personas, voz suave, pero firme y decidida.

- Gracias por recordarmelo. - Rueda sus ojos.

Elena se pone de pie, ve a Margaret y asiente.

- Es hora.

Elena y su doncella son escoltadas hacía el gran salón, donde la corte las espera con ansias.

- Su majestad la princesa Elena de Graceville. - Anuncia el caballero en la puerta.

Todos se levantan inmediatamente de sus asientos para hacer una gentil reverencia con la cabeza.

- Estábamos aguardando por usted princesa, por favor tome asiento. - Dice el rey señalando un asiento junto a él.

Elena se sienta junto al rey mientras su doncella se queda de pie detrás de ella, uno de los sirvientes se acerca a ella con una jarra de vino en las manos, ella niega con la cabeza, el sirviente hace una reverencia para poder retirarse.

- Conde Derwick, por favor.

El rey le da la señal para que se ponga de pie, este se levanta de su asiento arreglando los botones de su traje.

- Una guerra se ha desatado, el reino de Stanford aliado con Clabster han llamado a la guerra a Graceville y Corelia.
No es secreto lo despiadado y sediento de poder que es el rey Clayton, quién no se detendrá hasta que los cinco reinos estén de rodillas ante él.
Solo hay dos posturas que podemos tomar ante esta guerra, nos unimos a él para preservar nuestras vidas, pero ciertamente nos destituirá a todos y nos pedirá nuestra lealtad incondicional. Por otro lado, si decidimos aliarnos con el reino de Graceville y ganamos podremos conservar nuestro reino y títulos; si perdemos la guerra es probable que el rey Clayton nos asesine a todos y tome el reino de igual manera.

- Está claro lo que debemos hacer, hay que aliarnos con el rey Clayton. - Dice un hombre en el otro extremo de la mesa.

- ¿Estás loco? Es tan despiadado que matará a cinco de nosotros solo por diversión. - Responde el hombre junto al que habló.

De pronto todos en el salón comienzan a opinar al mismo tiempo, no se puede escuchar nada de lo que objetan, el rey levanta su mano a la altura del hombro, en ese instante todos se sientan nuevamente, hay un silencio prolongado e incómodo.

- Votaremos dos veces, primero sólo con lo que escuchamos del Conde Derwick, luego dejaremos que la princesa nos ilustre con sus palabras, estoy seguro que tiene algo que decir sobre esta guerra y nuestra posición.
Levanten la mano los que opinan que debemos aliarnos con el rey Clayton.

Todos se ven unos a otros, con indecisión, doce personas levantan la mano, mientras seis la dejan abajo.

- Doce a favor y seis en contra. Princesa Elena, puede comenzar.

Elena se pone de pie, recuerda todo lo que previamente le dijo Margaret sobre su postura, respira profundamente antes de comenzar.

- Sé que no creen tener oportunidad contra el rey Clayton, pero yo sé que si nos unimos venceremos, mi padre me ha contado historias sobre el rey Gerard, él les recordaba siempre que es mejor morir en pie que vivir de rodillas, con temor a decir una palabra, a salir a las calles, hasta a respirar, mi padre irá a la guerra junto con el rey Robb, habrán muertes de ambos lados, no lo niego, pero al final lo venceremos, él solo usa la fuerza bruta; mi padre usa la cabeza, las estrategias y sabe aprovechar cada pieza de armamento disponible. Sólo piensen en sus familias ¿Cuál es el futuro que quieren para ellos?



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En el texto hay: caballeros, princesa, guerra

Editado: 09.09.2018

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